La ventaja histórica y el desafío
De las seis ventajas de oficialismo que tiene el MPN para no perder las elecciones, sólo dos que tienen que ver con los fondos para campaña, resultan intactas.
Este martes se producirá la proclamación de los candidatos a gobernador y vice en el Movimiento Popular Neuquino. La única lista que se presentó, la Azul de Jorge Sapag en alianza con la Azul y Blanca de Guillermo Pereya, que impulsan la fórmula Marcos Koopmann y Ana Pechen. El 13 de noviembre no habrá internas para gobernador y se definirán los candidatos a intendente en unas 25 localidades que tendrán internas dentro del acuerdo provincial.
Eso en lo formal y virtual. En lo fáctico hubo una devaluación de la interna con la decisión del diputado nacional Rolando Figueroa de ir por afuera. El observatorio electoral del think tank independiente como es el Cippec, Centro de Implementación de Políticas Públicas para la Equidad y el Crecimiento, había observado que la solidez del partido en el campo electoral hizo que la principal competencia política se trasladara al interior del MPN y se marginó a los opositores.
Esa ventaja del oficialismo recibió una estocada con la desafección de Figueroa y la promesa de presentarse con un partido propio y medirse con la alianza de Sapag y Pereyra en las elecciones generales. El oficialismo del MPN cumplió con el protocolo y miró para otro lado y se obligó a reanalizar la estrategia del llamado a elecciones provinciales. La elección temprana, marzo o abril, podía tener la ventaja de que el candidato estaba instalado y que la oposición se desperezaba. El escenario con Rolo es distinto. Entonces se balanceó postergarlas para apostar al desgaste del amigo opositor y permitir consolidar la fórmula Azul y hacerlas, por ejemplo, el 4 de junio, fecha icónica que justamente caerá un domingo.
También al intendente Mariano Gaido le cambió el panorama y ahora podría llamar a elecciones en otra fecha que la provincial, aunque aún no lo resolvió en términos formales. La ventaja para la nueva estrella política del MPN es que no tiene, todavía, un amigo opositor porque Figueroa dejó florecer la idea de que será de la partida.
De las 6 ventajas del oficialismo que auscultó el Cippec: empleo público, políticas sociales, campañas, publicidad oficial, penetración territorial y políticas públicas, sólo dos, la tercera y la cuarta, quedarían intactas.
Se reanalizó en el oficialismo Azul si se llama a elecciones tempranas para evitar que Figueroa se consolide o más tarde, como el 4 de junio.
Los 63 mil empleados públicos, los 20 mil municipales y las 30 mil jubilaciones observan que el statu quo no varía. Las políticas sociales tienen un costado flaco donde el amigo opositor ya puso el blanco como es la estafa con planes sociales que redujo la credibilidad del oficialismo Azul. La penetración territorial es dual para la fórmula oficialista porque si bien tienen candidatos, e internas, en las 54 localidades, Figueroa dice que hay muchos que lo votarían a él pero que no se quieren mostrar por el efecto Darío Lucca. El presidente de CALF festejó su triunfo en las elecciones del año pasado y, con prontitud, recibió un oferta de sumarse al oficialismo Azul que, en las gobernaciones e Sapag, le fue esquivo.
Las políticas públicas refiere a la estrategia del MPN de distinguirse del Estado nacional y consolidarse como partido provincial. El opositor amigo se educó en esa escuela de la que egresó con diploma de honor.
La paciencia y el apuro de los dirigentes de la oposición recibió un cachetazo cuando el diputado nacional dijo que, por recomendación del Movimiento de Acción Política, Mapo, iba a cambiar de árbitro y competir por los votos neuquinos en la general. Los más inexpertos leyeron que podría ser la defunción del partido provincial, objeto de sus pesadillas, y los más veteranos imaginaron un voto castigo — de verdad, no tan suave como el de las Paso del año pasado — al gobierno de Omar Gutiérrez.
Figueroa saboreó las ofertas de afuera porque, en su situación, no puede rechazar ni un apretón de manos. La construcción todavía está tapada con un gran cartel que dice “en obra” y, aunque unos desconfían que haya algo detrás de la fachada, otros están dispuestos a participar con una promesa de cargo.
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