La trama violenta y política detrás del sí al RIGI y una inversión K en tierra del PRO
Los jefes del sindicato que levantará un hotel en Esquel brillaron mucho por su ausencia.
“La ultraizquierda invoca constantemente al pueblo y a las grandes mayorías populares, pero en las elecciones sacan pocos votos. Por suerte, porque si fuesen gobierno con estas metodologías en poco tiempo instaurarían una dictadura como la de Maduro”. La dura frase, ratificada después en una charla con RIO NEGRO, pertenece al vicegobernador de Chubut, Gustavo Menna. Y tiene que ver con agresiones que recibieron algunos diputados por parte de seguidores del legislador de la Izquierda Unida Santiago Vasconcelos.
Ocurrió tras la aprobación por parte de la Legislatura provincial de la adhesión al Régimen de Incentivo a las Grandes Inversiones (RIGI) en la sesión del pasado jueves cuando el oficialismo se impuso por 18 votos a 9. Tras la sesión hubo un cuarto intermedio y algunos diputados (entre ellos, la oficialista Andrea Aguilera) cruzaron a un bar donde fueron amedrantados por un grupo de no más de diez personas que se oponían al RIGI y respondían a Vasconcelos. Entre los agredidos estaba la hija de la diputada, de 14 años.
“Hicimos una denuncia penal porque esto no puede pasar. Y lo incluimos al diputado. No estamos del lado de la violencia. Y nunca lo vamos a estar. Las cosas se discuten en el recinto”, dijo Menna. Pero más allá de este incidente lamentable que hizo rememorar la aprobación de la ley minera en diciembre de 2021 que terminó con el incendio a la casa de gobierno, también hubo cuestiones que dejaron tela política para cortar.
Y una de ellas fue la votación a favor del RIGI y en contra de su bloque de la diputada Mariela Williams, que responde al intendente de Puerto Madryn, Gustavo Sastre. No hizo más que confirmar lo adelantado por este medio la semana pasada: la “sociedad estratégica” entre Sastre y el gobernador Ignacio Torres que busca una alianza fuerte con el PJ pensando en las elecciones de medio término del año que viene. Gustavo y su hermano mellizo Ricardo (ex vicegobernador) son los referentes justicialistas que hoy por hoy representan el salvavidas al que se aferra el PJ chubutense para no hundirse del todo.
Torres se sintió aliviado tras la aprobación del RIGI: “Nos permite se más amigable con las inversiones”, dijo durante una visita a Esquel. Y dio un dato: servirá para llevar adelante un acuerdo significativo con la empresa Aluar (la principal productora de aluminio del país) en el ámbito de las energías renovables. Tiene su planta en Madryn y ha sido el motor del crecimiento de esa ciudad.
Y si la actividad política de la semana que pasó tuvo su centro de atención en la Legislatura, también lo tuvo en Esquel. Torres fue a esa ciudad de la cordillera de Chubut a poner la piedra fundamental para la construcción de un hotel cinco estrellas con una inversión de 10 millones de dólares. El anuncio de esta importante obra se realizó el 10 de mayo pasado. Llamó la atención que no participaron los empresarios que harían semejante inversión. Solo estuvieron el gobernador, el intendente de Esquel, Matías Taccetta, y otros funcionarios de menor rango.
La incógnita se develó el viernes: el hotel será construido por el Sindicato Único de Trabajadores de Edificios cuyo secretario general, Víctor Santamaría, lo presentó en sociedad junto a las autoridades chubutenses. Hubo discursos con loas para ambos lados. Se sabe que Santamaría es un acérrimo militante kirchnerista. Y que Torres es una de las joyas que el PRO y sobre todo Mauricio Macri mantienen resguardada en su caja de seguridad política del futuro.
La política es el arte de lo posible. Y también las inversiones. El hotel que construirá en un plazo menor a dos años el sindicato que conduce Santamaría será por lejos, el mejor de Esquel. Por eso Torres y compañía le dieron la bienvenida a la ciudad de la nieve. El gobernador del PRO feliz. Y el sindicalista K, también.
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