¿La quiebra del ISSN?
Los sistemas de seguro social se iniciaron en Alemania en el siglo XIX. Se universalizan en la posguerra (estado de bienestar) creándose la seguridad social como derecho universal reconocido en la Declaración de Derechos Humanos de la ONU (1948). La seguridad social es la forma que tiene la sociedad de responder a las problemáticas de sus miembros más vulnerables.
Cuando fallece un familiar o padece una invalidez se accede a una pensión. Cuando una persona tiene un hijo accede a las asignaciones familiares (AUH, salario familiar, prestaciones por maternidad y nacimiento). Cuando se enferma accede a las prestaciones de salud. Cuando pasa a estar desempleado o tiene un accidente / enfermedad laboral recibe cobertura de la ART. Cuando el envejecimiento dificulta desarrollar actividades remunerativas se accede a la jubilación. En la base de este derecho esta la solidaridad ante la vulnerabilidad como principio fundamental. El que más gana aporta por el que menos gana, los activos por los pasivos, los sanos por los enfermos, etc.
La seguridad social asegura la cobertura de las necesidades básicas para sostener una vida digna. La cobertura previsional está en crisis en todo el mundo por el envejecimiento poblacional y la presencia de nuevas modalidades de trabajo.
La jubilación es un derecho al que acceden las personas que por su edad no pueden desarrollar actividades remunerativas que le permitan mantener su calidad de vida.
No es un premio a tantos años de trabajo. Es un aporte solidario de los trabajadores activos ante la vulnerabilidad circunstancial. En nuestro país esta realidad con el tiempo se fue desfigurando por la puja de intereses y de conductas oportunistas sectoriales ante la falta de una política homogénea y clara.
Desde los inicios la solidaridad no fue entre todos los argentinos sino entre los mismos integrantes de una rama de actividad laboral donde el sector más fuerte impuso las mejores condiciones para sus afiliados. Así nos encontramos que no todos nos jubilamos a la misma edad ni con los mismos años de aporte. Ni a la misma edad los hombres y las mujeres.
En el ISSN se da la situación de muchos jubilados que acceden al derecho mucho antes de los 65 años (algunos a los 45 otros a los 52, 55, etc.). De hecho, ya hay jubilados que tienen más años de retiro que años trabajados.
Muchos se jubilan sin tener una situación de vulnerabilidad por la edad, que es lo que justifica el derecho y continúan trabajando en otro lugar con distintas modalidades contractuales (por ej. algunos profesionales).
Durante años la caja de jubilaciones tuvo superávit. ¿Dónde están esos fondos? Ahora financia su déficit con aportes que corresponden a la cobertura de salud. De esta situación se sabía hace rato, pero las autoridades esperaron al colapso. Hay que resolver el problema de la caja de jubilaciones porque hay que asegurar el derecho de sus afiliados. Primero hay que independizar los fondos destinados a salud para evitar que se ajuste el déficit con menor calidad de las prestaciones. La legislatura deberá actualizar el marco legal para hacer sustentable al sistema.
¿Quién financia el déficit?
EL ISSN es propiedad de sus afiliados. La sociedad en su conjunto no puede hacerse cargo del déficit de una caja de jubilaciones sectorial que paga en promedio jubilaciones de más de $450.000. y, al decir de su administrador, esta estructuralmente quebrada. Sería injusto no ayudar a las restantes cajas que pagan sumas muy inferiores. Esta clara la responsabilidad de la mala política.
Es un síntoma de la descomposición del populismo (fin de ciclo) que promete lo que no puede cumplir y distribuye bienes y servicios para lograr apoyo y éxitos inmediatos, aun cuando no es sostenible a mediano plazo. Ahora llego el momento de pagar la cuenta que seguramente una vez más la abonaremos entre todos los ciudadanos.
Pero los problemas de la seguridad social no solo están en el ISSN. Muchos no tienen un trabajo registrado o reciben planes. Hay que impulsar el trabajo formal, productivo, en condiciones de seguridad y protección social.
El trabajo decente es la forma más eficaz de seguridad social, de allí que facilitar el acceso al trabajo en lugar de multiplicar planes sociales debe ser una política social prioritaria. Un nuevo gobierno provincial se hará cargo el próximo 10 de diciembre y tendrá la responsabilidad de solucionar el problema no solo para resguardar el derecho de los jubilados sino también para evitar el colapso de las prestaciones de salud.
También afrontará una deuda en dólares tomada en 2015 para pagar gastos corrientes (aumentos de sueldos) y fue pateada hacia adelante por los sucesivos gobiernos. No se pueden usar los ingresos de salud para cubrir la caja de jubilaciones.
No se puede pedir préstamos para pagar sueldos. Esperemos haber aprendido para no repetir estas malas decisiones que tienen que ver con un modelo de poder que la sociedad, y especialmente los jóvenes, ya no elige.
* Médico.
Journalism Trust Initiative Nuestras directrices editoriales
Comentarios