La primavera neuquina
El gobernador prometió que en agosto se comenzarán a ver concreciones de su política de equilibrio partidario y de búsqueda de plata. Los sectores internos del frente Neuquinizate podrían verse impelidos a definirse en caso de que el escenario nacional llegue al extremo libertario.
Antes de asumir el gobierno de la provincia, Rolando Figueroa definió que había comenzado la primavera en la provincia. Lo decía sobre la base de que se había puesto fin al liderazgo de Jorge Sapag y con él a toda la estructura, extremadamente acartonada, del Movimiento Popular Neuquino.
Hasta ahora, sin decirle “a nadie que no” -según se evalúa en su entorno- supo equilibrar intereses y expectativas. Como logro propio se le reconoce que cuidó la huerta para que no crezca ninguna maleza dañina, con un esmero digno de admiración. Como logro ajeno es la tranquilidad que le dio la devaluación de diciembre y la actividad hidrocarburífera en alza que implicó subas constantes en recaudación y regalías.
Con la billetera llena no son pocos los intendentes que esperan, como dijo Figueroa, el segundo semestre (en realidad mencionó agosto) para anotarse en el reparto. Los que habían tejido relaciones con Nación y recibían alguna obra y los que por el hecho de pertenecer tenían crédito a sola firma en varios organismos, están en esa lista.
En definitiva, la matriz productiva de Neuquén está intocable y en el futuro mediato no se esperan imprevistos. De cada diez pesos que recibe Neuquén, 7 son propios, con la recaudación y las regalías, lo que le da cierta independencia de los designios nacionales, para bien o para mal.
Como el mecanismo de guardar para las épocas de vacas flacas tiene el sello Azul del MPN, la obtención de financiamiento externo o interno para ciertas obras que permitan lustrar el presente tiene un escenario de posibilidad.
El gobernador mantuvo un prudente silencio. La senadora Lucila Crexell dijo que su voto a favor de la Ley Bases lo había acordado con él y que no respondía a la oferta de ser la embajadora ante la Unesco en París.
El mandatario reconoció que el capítulo que atañe a la cuestión petrolera había sido redactado por técnicos que se sabían de memoria el Trabun Mapu, por lo que se descontaba que había aval provincial. Lo que le producía pruritos es que se volviera al límite anterior para que se pagara el impuesto a las Ganancias, un tema que lo distancia, a Figueroa, del sector petrolero, gremial y político del MPN.
Frente a este esquema es que se planteó que su espacio político participará decididamente en las elecciones del año que viene para tratar de obtener la mayor parte de los seis escaños que se ofrecerán.
Si en agosto inicia una etapa de concreciones fácticas, quedará como el fondo decantado de lo que fue la experiencia de gobierno frentista. Si bien ninguno de los sectores que lo acompañaron en la aventura de ganarle al MPN sacó los pies del plato, no se presentó un escenario de tensión política, económica o social que provoque esas fibras aceitadas que mostraban los que hoy son oficialistas.
Tampoco hubo una requisitoria a los outsider de un posicionamiento que se separara de las ideas fetiche del gobierno provincial: ordenar, gobernanza o regionalización.
Existe la posibilidad de que ese momento llegue recién el año próximo cuando se busque plantar un escenario friendly. Es decir, de máxima es presentar un candidato sobre el que se encolumnen todos y repetir el efecto del 16 de abril del año pasado con la diferencia que el MPN va a ser un zorrito adiestrado.
La de mínima es flexibilizar la presentación de candidatos con el norte de “defensa de Neuquén” ante un esquema nacional que -se espera- intentará dibujar para el presidente Javier Milei un panorama más proclive a sus ideas para no tener sobresaltos en el Congreso.
Claro que, como define el mismo Figueroa, Neuquén se reseteó en abril del año pasado pero en noviembre se quemó el disco rígido, por lo que puso a todo el sector dirigencial a reinventarse y tratar de obtener crédito social sin recurrir a las viejas prácticas de la política. Aunque, en definitiva son las que terminan de ir por el camino del medio.
Comentarios