La oportunidad y las resistencias
Weretilneck instruyó al Gabinete frente a los rechazos que se vienen por los aumentos impositivos. "Es ahora. Hay que bancar", sentenció y marcó el alineamiento con lo que se viene.
«No será un buque de GNL, serán tres”, confesó Weretilneck. Pocos captaron de qué hablaba, salvo reafirmar su exaltación y su centralidad por los proyectos energéticos.
Esa revelación se mezcló en su proclama política del sábado pasado en Cipolletti en la asamblea del JSRN. Los asistentes recién supieron de qué se trataba cuando YPF anunció el jueves su acuerdo con Shell para el resurgimiento de su plan de GNL, dañado tras el retiro de Petronas. Ocurre que el nuevo proyecto prevé inicialmente la exportación a través de dos barcos de licuefacción desde el Golfo San Matías, que se sumarían a la instalación del navío de PAE y Golar,
Esa noticia no la repitió en los otros dos cónclaves internos –juntó el lunes al Gabinete y, luego, cenó con legisladores- aunque sí puso igual atención en las inversiones.
El resto de la gestión, con sus problemáticas, ofrece un relato menos alentador. Ese abordaje lo hizo con sus funcionarios, que se explayaron más en descripciones que en soluciones.
El “abandono” nacional obligó a “reprogramar” políticas, repitió. La recuperación de los ingresos es lo excluyente por las caídas registradas. Para eso se armó una ofensiva recaudatoria que traerá altas subas -esencialmente- en Inmobiliario, aunque los comerciantes las advertirán con la quita del incentivo de “cumplimiento fiscal” en Ingresos Brutos. Esta eliminación inyectará de 2.700 a 3.000 millones por mes. Algunos ministros advirtieron de las resistencias. “Es ahora. Hay que bancar”, sentenció y marcó el alineamiento con lo que se viene.
Las cámaras están movilizadas y preparan un próximo encuentro provincial de análisis y de rebeldía.
El mandatario repitió aquella valoración de oportunidad para abroquelarse en el terreno salarial y las reformas laborales.
Congeló -según lo acordado con Hacienda- la partida de salarios en el último trimestre. Así, corrigió el desfasaje de los aumentos del período julio-septiembre donde la partida mensual subió un 33%, con un desborde aceptado por errores de cálculos.
La aprobación del Presupuesto en Río Negro y la advertencia por la deuda proyectada
Ante sus funcionarios, el gobernador repitió que las alzas aplicadas aventajan a la inflación. Los gremios no lo convalidan y, en cambio, estiman un perjuicio postdevaluación del 20%.
Un examen se muestra irrefutable. El desembolso por salarios de diciembre del 2023 fue cercano a los 39.000 millones y en noviembre último llegó a los 104.000 millones. Esta evolución ronda el 167% y la inflación del lapso fue 166%. Son variaciones similares a noviembre y eso, en lo particular, se bifurca en sueldos que ganaron y otros que perdieron.
¿Para adelante? El mandatario reveló a sus ministros que los haberes pasarán a ajustarse con los venideros índices inflacionarios, que estima bajos.
El inerte cierre del año ya fue un aviso para los gremios. ATE sentirá -en todo aspecto- más esa reconducción y evalúa cómo reubicarse y dejar un vínculo recíprocamente benefactor para pasar a otro -como mínimo- de controversia. Avanza en ese tiempo con acampes, que realizará desde mañana.
Abundan temas laborales a cuestas. Varios se reflotaron en el Gabinete, entre ellos, los contratos que vencen y su evaluación de renovación, solicitando informes de desempeño y la adhesión a medidas de fuerza.
Las transformaciones y las licencias que decantan con el ascenso de Milei son medulares en el pensar que incursiona en Weretilneck. Marcan -entiende-, de manera inconfundible, la travesía de los cambios.
"No será un buque de GNL, serán tres”, confesó Weretilneck. Pocos captaron de qué hablaba, salvo reafirmar su exaltación y su centralidad por los proyectos energéticos.
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