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La necesidad de un desarrollo sustentable

Desarrollo sostenible es aquel desarrollo que es capaz de satisfacer las necesidades actuales sin comprometer los recursos y posibilidades de las futuras generaciones.

Cristián Frers*

Muchos de los retos a los que se enfrenta el ser humano, tales como el cambio climático, la escasez de agua, las desigualdades o el hambre, solo se pueden resolver promoviendo el desarrollo sostenible: una apuesta por el progreso social, el equilibrio medioambiental y el crecimiento económico.

Los cambios climáticos sugieren predicciones que se tornan alarmantes, tales como: un aumento gradual de la temperatura, peligro de inundaciones, la desertificación, la sobreexplotación y contaminación de acuíferos, la pérdida de la biodiversidad, el aumento en el número e intensidad de los huracanes y acontecimientos climáticos más variables y extremos en general.

Se puede llamar desarrollo sostenible, aquel desarrollo que es capaz de satisfacer las necesidades actuales sin comprometer los recursos y posibilidades de las futuras generaciones. Instintivamente una actividad sostenible es aquélla que se puede conservar. Cortar árboles de un bosque asegurando la repoblación es una actividad sostenible. Consumir petróleo no es sostenible con los conocimientos actuales, ya que no se conoce ningún sistema para crear petróleo a partir de la biomasa. ¿Qué impacto genera una ciudad sustentable? Mejoran muchas cosas como la calidad de vida, tanto como para la especie humana como para las demás especies. Así mismo la contaminación disminuye y se generan menos enfermedades que son causadas por el aire y el agua contaminada.

La búsqueda de soluciones al deterioro ambiental ha encontrado en este tipo de desarrollo un aliado para crear nuevos métodos de subsistencia que no se basen en el daño ambiental pero que tampoco impliquen atraso. Es importante para este tipo de teorías, y además urgente, recurrir a nuevas energías que utilicen recursos renovables y no agotables como el petróleo, a nuevas formas de comercio y consumo que no se centren en la noción de productos descartables y transgénicos sino en la presencia de productos orgánicos, sanos y que no transformen el ambiente.

En los actuales años, la palabra desarrollo ha tomado una gran notabilidad en el lenguaje político, económico y social. En palabras simples, el desarrollo sostenible se refiere a un prototipo de desarrollo que utilice los recursos disponibles en el presente, sin comprometer su existencia en el futuro.

Para lograrlo, los poderes públicos, las empresas y la sociedad civil en su conjunto deben trabajar de manera coherente a fin de reconciliar estos retos económicos, sociales y medioambientales. A largo plazo, no hay desarrollo posible si no es económicamente eficaz, socialmente equitativo y ecológicamente tolerable.

Cuando el sector público este comprometido con el desarrollo sostenible sus líderes deben dirigir y tomar decisiones basadas en la ética, transparencia y rendición de cuentas, incluyendo la implementación de mecanismos sostenibles que vayan en contra de la desigualdad y de destrucción ambiental, desechando prácticas agrícolas que impliquen deforestación o daño de los suelos.

Para impulsar el desarrollo sostenible es necesario un gobierno abierto que abra sus puertas a los ciudadanos, que comparta recursos, y aproveche el poder de la colaboración, la transparencia en todas sus operaciones, actuando como una organización verdaderamente integrada.

Aunque parezcan insignificantes, las acciones individuales pueden contribuir considerablemente y de manera positiva en la sostenibilidad, es preciso el compromiso y concientización para lograr un desarrollo verdaderamente sostenible.

Son infinitas las razones para practicar el desarrollo sustentable y en todos los niveles. El primer paso para lograrlo está en conocer nuestro contexto y las prácticas que nos permitan hacerlo una realidad.

La gestión ambiental responde al cómo hay que hacer para conseguir lo planteado por el desarrollo sostenible, es decir, para conseguir un equilibrio adecuado para el desarrollo económico, crecimiento de la población, uso racional de los recursos y protección y conservación del ambiente. Abarca un concepto integrador más allá al del manejo ambiental: de esta forma no sólo están las acciones a ejecutarse por la parte operativa, sino también las directrices, lineamientos y políticas formuladas desde los entes rectores.

El desarrollo sostenible es un buen método que ayudará en un futuro próximo a la humanidad, por lo que debemos estar concienciados e informados sobre los efectos que puede llegar a causar si no se lleva a cabo.

Por tanto, hay que acoplar la economía con la ecología para llegar a la integración del ambiente y del desarrollo de la toma de decisiones a todos los niveles y en todos los ámbitos desde la mirada local hasta la mirada internacional.

*Técnico Superior en Gestión Ambiental y Técnico Superior en Comunicación Social (Periodista).

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