La derrota y los riesgos financieros

La derrota de Massa perturbó a Weretilneck y lo invadió la zozobra por los peligros financieros que, durante su administración, esperan a la Provincia.

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En Río Negro, Weretilneck resolvió un futuro gabinete con diez integrantes

Irradió ansiedad en los días posteriores. Su reflejo se manifestó con su traslado a la Capital Federal por futuros recursos para Río Negro. Se concentró en los permisos de Nación de los dispositivos financieros para comenzar el 2024. El tiempo se acortó. Todo debe estar finalizado antes del 10 de diciembre.

Su raid consistía en garantizar celeridad y, finalmente, Interior firmó parte de lo requerido mientras que Weretilneck se reunía con Massa en Economía, lo cual, se difundió con tono político donde el ministro transmitía “fuerza y energía” al rionegrino. Su colaboración estará -realmente- en la rápida aceptación del pedido provincial, como lo prometió, y faltará después el consentimiento del Banco Central.

Ese reaseguro se orienta a que la Provincia, desde el mismo inicio del año, ya pueda operar con descubiertos bancarios, que se renuevan anualmente. La Legislatura aceptó su uso hasta los 40.000 millones, que -por ahora- es suficiente para abonar los salarios públicos.

La ingeniería pensada avanza incompleta, pues Interior no rubricó aún la emisión de títulos de Río Negro para el 2024. Para los aguinaldos, hay un remanente para emitir en el 2023. No es suficiente. Allí, los primeros temores del gobierno que viene.

El ascenso de Javier Milei nunca formó de un mundo posible para el cipoleño, especialmente luego del triunfo de Massa en las Generales. Entendió resuelta la elección y, en consecuencia, protegida su gestión. Este cuadro dichoso se derrumbó el domingo y, en cambio, el libertario pronostica correrías ignotas.
Weretilneck morigera canales de trato con Milei, a pesar de avanzadas de allegados suyos o de la desechada propuesta de participar de la reunión de gobernadores de JxC. Espera y reaviva la tercera posición, esencialmente con el neuquino Rolando Figueroa.

En la Provincia, el senador modificó su ideado tránsito y adelantó el tratamiento legislativo de su organigrama, el presupuesto para el 2024 (con paquete fiscal) y la declaración de Emergencia. Figurará, además, un permiso de endeudamiento en dólares, previendo que en abril se iniciarán los vencimientos grandes del bono del Castello.

Los textos tendrán visados definitivos entre mañana y el martes cuando el senador pase en Viedma de los estudios a las decisiones. La gobernadora Carreras enviará esos proyectos a la Legislatura, previa formal solicitud -según demandó- de las normas pretendidas, con sus particularidades.

El organigrama está finalizado. Ocho ministerios: Desarrollo Social (agrupará a SENAF, Cultura y Deportes); Educación; Gobierno y Modernización (Trabajo y Turismo); Hacienda; Obras Públicas; Salud; Seguridad, y Producción y Desarrollo Económico. Y las secretarías de Estado serán dos: General y Energía.
Del gabinete, la mitad de sus miembros se saben: Ana Senesi en Salud, Gabriel Sánchez en Hacienda, Alejandro Echarren en Obras Públicas, Nelson Cides en Secretaría General y Andrea Confini en Energía. Del resto no hay confirmación o no hay definición.

Inicialmente, ningún croquis ubica en esos casilleros a peronistas de los Nos Une. El senador Martín Doñate perdió en su propósito de participar del debate. Hablan, pero eso no alcanza. El miércoles se juntaron en el Senado. Sobraron los reproches. El camporista cuestionó la arremetida legislativa de proyectos inconsultos (como las reformas de Tierras y mineras) y su andar individual mientras que el próximo gobernador le objetó la oportunidad del crítico documento repartido el viernes pasado.

El presente compromiso se reduce a la convivencia, que ya se sostiene sobre un frágil equilibrio donde Doñate pretende liderar la interlocución y los entendimientos de sus peronistas cuando Weretilneck siempre actúa en sentido contrario a esas formalidades. Eso es parte de su esencia.