Junto a los enemigos de mis enemigos
El gobierno de Arabela Carreras y el senador Alberto Weretilneck cierran filas con el presidente Alberto Fernández y buena parte del kirchnerismo legislativo.
El acuerdo de nuestro país con el Fondo Monetario Internacional, que abrió fisuras políticas en los partidos mayoritarios, llenó de rosas el sendero que Juntos Somos Río Negro quiere recorrer en los próximos dos años. Hay dos objetivos a vencer, de un lado y otro de la grieta: el ministro de Justicia de la Nación, Martín Soria, y el diputado nacional Aníbal Tortoriello. Por eso el senador Alberto Weretilneck se acerca cada vez más a su par del Frente de Todos Martín Doñate y aprovecha la televisión porteña para denunciar la fuga de los dólares que entraron por el acuerdo con el Fondo durante el gobierno de Mauricio Macri.
El PJ rionegrino, cada vez más dividido, consolida su papel de observador de lujo del devenir político de la provincia. Sus líderes no intervienen, senadores y diputados nacionales hacen su juego lejos del territorio y los (pocos) que gobiernan sus ciudades se concentran en la gestión.
Juntos por el Cambio pasó las vacaciones y se activó con el discurso del presidente ante la Asamblea Legislativa: Tortoriello fue uno de los diputados y senadores que se fue del recinto, ofendidos por la posibilidad de que se judicialice la toma del multimillonario crédito del FMI.
El cipoleño ya demostró gran performance en la elección nacional de medio término, salió segundo y dejó al kirchnerismo más puro (el de La Cámpora) en un estado de derrota generalizado. Y ganó en Cipolletti.
Mientras tanto, en la provincia un conflicto sindical que no estaba en el radar del oficialismo puso sobre la mesa la discusión de cómo se reparte la mayor recaudación.
Doñate, dueño indiscutido de esa derrota, y Weretilneck, que logró un resultado histórico para un partido provincial, profundizan una sociedad impensada.
No deja de ser una paradoja: el exgobernador le dará su voto al acuerdo con el Fondo y negocia con el representante en la provincia de La Cámpora, cuyo líder, Máximo Kirchner, ya renegó de ese pacto. ¿Qué hará Doñate?
También Carreras se alinea con Nación
Con la responsabilidad de manejar el gobierno de la provincia, Arabela Carreras también se alinea con Nación detrás de la planta de hidrógeno verde, mientras se preocupa por asuntos más pedestres: el reclamo salarial de docentes y estatales con un paro de dos días que pudo parecer extemporáneo pero tiene una explicación: en 2021 los recursos corrientes del Estado le ganaron a la inflación por 12 puntos y el gasto en personal quedó por debajo.
Lo mandó Rodrigo Buteler a encargarse de Unter y ATE. El ministro de Gobierno no sólo le sumó crispación al conflicto sino que además terminó tan desgastado que a finales de la semana debió ser reemplazado en esa responsabilidad por el ministro de Trabajo, Jorge Stopiello.
La actividad económica se recuperó en el país y en la provincia durante el año pasado. La recaudación del impuesto sobre los Ingresos Brutos, que es un buen termómetro de esta dinámica, creció un 61% en 2021, según los datos que entrega el ministerio de Economía de la provincia.
Aunque no son los sectores que más tributan, hay dos rubros cuya recaudación se disparó el año pasado: la actividad financiera creció un 90% y el turismo (sin contar la hotelería y el comercio, que van por cuerdas separadas), un asombroso 202%.
El programa PreViaje fue clave para que el verano haya sido un éxito en todos los destinos turísticos de la provincia, al punto que en diciembre la recaudación creció más que en el promedio anual.
Los empresarios hoteleros, gastronómicos, turísticos, de transporte viven un período de recuperación neta, pero son los que pudieron sobrevivir a la cuarentena provocada por la pandemia.
Los gastos corrientes de la provincia, en cambio, se mantuvieron contenidos y aumentaron un 54% en los doce meses de 2021, apenas por encima de la inflación. Pero lo que miran los sindicatos estatales es la cuenta “personal” que entre un año y otro se movió hacia arriba en una proporción más modesta: 48%.
Esa es la diferencia por la que pujarán los sindicatos durante este año.
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