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Inteligencia Artificial y marketing: encrucijada de la ética en la era digital

Las empresas deben ser transparentes sobre el uso de IA y obtener el consentimiento explícito de los consumidores para recopilar y utilizar sus datos.

La integración de la inteligencia artificial (IA) en el marketing ha transformado la manera en que las empresas interactúan con sus clientes y promocionan sus productos. Sin embargo, este avance plantea importantes consideraciones éticas y legales que deben abordarse para garantizar prácticas responsables.

La IA ha transformado el marketing de múltiples maneras. Aunque no seamos conscientes de ello, las herramientas de IA permiten crear experiencias personalizadas para todos nosotros en tanto consumidores analizando nuestros comportamientos y preferencias. A través de éstas se analiza nuestro historial de compras y comportamiento en línea, para ofrecernos productos o servicios acordes con nuestras preferencias.-

Merced a la utilización de grandes volúmenes de datos, los algoritmos de IA pueden predecir tendencias y comportamientos futuros, lo que permite a las empresas tomar decisiones informadas.

Algunos ejemplos de compañías exitosas que usan la Inteligencia Artificial para optimizar sus operaciones logísticas, hiperpersonalizar la atención y ofrecer las mejores experiencias a sus clientes, son Spotify, Amazon y Tesla.

La IA ha impactado fuertemente en el marketing con la automatización: desde chatbots hasta campañas de correo electrónico automatizadas, la IA facilita la gestión de tareas repetitivas, aumenta la eficiencia operativa y permite a los profesionales enfocarse en pos del desarrollo de estrategias creativas.

Ahora bien, la integración de la IA en el marketing plantea retos legales y éticos, algunos relacionados con la privacidad y seguridad de los datos debido a la recopilación y el análisis de grandes cantidades de datos personales que pueden derivar en el uso indebido de la información. En este sentido las violaciones de datos se han convertido en un problema común.

Las empresas deben ser transparentes sobre el uso de IA y obtener el consentimiento explícito de los consumidores para recopilar y utilizar sus datos. Por otra parte los algoritmos pueden perpetuar sesgos existentes en los datos susceptibles de derivar en prácticas de marketing discriminatorias y perpetuar prejuicios sociales.

Otro aspecto que no puede ser soslayado surge del hecho de que la IA puede ser utilizada para crear mensajes de marketing altamente personalizados que exploten las vulnerabilidades de los consumidores, lo que plantea preocupaciones sobre la manipulación y el engaño.

La IA ofrece oportunidades sin precedentes para el marketing, pero también plantea desafíos que deben ser abordados con cuidado. Nos encontramos ante un escenario vertiginoso, dinámico, cambiante al punto de que estas breves líneas podrían resultar anacrónicas en un abrir y cerrar de ojos.

A medida que la tecnología avanza – a una velocidad inalcanzable para la generalidad de los mortales – es crucial que las regulaciones y prácticas éticas evolucionen en paralelo para garantizar un uso responsable de la IA en el marketing. No pocas voces se levantan para cuestionar la ética de algunas prácticas y la necesidad de “humanizarlas” y de respetar los derechos humanos.

Con cierta timidez y lamentablemente con poca difusión, se están ensayando algunas herramientas para el colectivo más amplio, a la sazón el del usuario y consumidor, ya que – huelga aclarar – todos los ciudadanos sin distinción alguna de raza, género, religión, o nacionalidad somos usuarios y consumidores. Por caso, el gobierno argentino, a través de su plataforma Mi Argentina ha desplegado un mecanismo gratuito para que los ciudadanos puedan denunciar publicidades y promociones engañosas.

En la medida en que el desarrollo tecnológico avanza sin freno y a una velocidad casi supersónica aparecen algunos interrogantes adicionales que se plantean para el futuro en relación con la IA en general y el marketing en particular. ¿La IA puede ser objeto de regulación a través de leyes? ¿Las leyes pueden ser suficientes para regular las prácticas de las empresas en pos de la privacidad y seguridad de datos personales? ¿Qué otros mecanismos además de las leyes pueden ser idóneos para garantizar el respeto de los derechos humanos?

Estas preguntas son solo algunos ejemplos de las complejidades que surgen al considerar la intersección entre inteligencia artificial, marketing y aspectos legales que requiere un enfoque multifacético y colaborativo que involucre a gobiernos, empresas, académicos y la sociedad en su conjunto.

Explorar estas cuestiones puede ayudar a las empresas a adoptar enfoques más éticos, responsables y conformes con la ley en su uso de tecnologías de IA en el ámbito del marketing.

* Abogada, miembro del Instituto de Derecho e Inteligencia Artificial del Colegio de Abogados de Neuquén dirigido por la Dra. Vanesa Ruiz.


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