Hacia un desarrollo cooperativo sostenible


Propiciamos una articulación federativa de los distintos sectores de cooperativas de servicios públicos, con las de producción o trabajo asociado, de crédito y de consumo.


El primer sábado de julio se celebra el Día Internacional de las Cooperativas, en esta ocasión será bajo el lema: “Cooperativas, aliadas para un desarrollo sostenible acelerado”

Pensemos entonces en la importancia de una Argentina en la que todos sus ciudadanos puedan tener acceso cooperativo a servicios de agua potable, energía eléctrica, transporte, gas, comunicaciones, además de educación, sanidad, vivienda, etc.; y que ello se haga en condiciones de un costo mínimo para que no produzca la exclusión en aquellas capas sociales lindantes con la pobreza, y por el contrario sea factor de digna inclusión y real bienestar social.

Se trata de que todos, bajo cualquier circunstancia, tengan posibilidades concretas de acceder mancomunadamente a los servicios públicos esenciales, especialmente aquellos que viven en zonas de difícil acceso, que tengan limitaciones físicas o necesidades sociales especiales.

Este sector cooperativo, como modo económico solidario civil, sin intermediarios ni fines de lucro, promueve la integración, la cohesión, así como la digna vinculación de personas con oportunidades en un marco ideal para el desarrollo humano sostenible, con adelanto, bienestar y neutralidad político-partidaria.

Algunas propuestas


Ahora bien, en términos de desarrollo sostenible, propiciamos una articulación federativa de los distintos sectores de cooperativas de servicios públicos, en los diferentes ámbitos territoriales federales, y también con las cooperativas de producción o trabajo asociado, de crédito, de consumo, tecnológicas, etc.

El fin sería crear un verdadero sector de economía solidaria civil abierto a una estrategia de afines, incorporando otras formas solidarias de organización empresarial e incluso empresas familiares, para alcanzar ese punto de masa crítica, que permitiera una cierta invulnerabilidad del sector cooperativo frente a competencias desleales, y reivindicara instrumentos de apoyo de carácter financiero, comercial, tecnológico, de seguros y de formación, que les permitiera una cierta igualdad en esa competitividad de mercados con los sectores estrictamente privados y públicos de la economía.

La sinergia de esta alianza tendrá, sin lugar a dudas, un efecto multiplicador y un beneficio para todos los ciudadanos-usuarios por la reducción de costos, ya que no es el beneficio el motor movilizador de tal sector sino la calidad, la eficiencia, la redistribución equitativa y la reciprocidad mutual.

Los valores


En efecto, las cooperativas genuinas son empresas sostenibles de propiedad de sus asociados y gestionadas por los mismos. Se cimentan en valores que fomentan la cooperación, el empoderamiento y la solidaridad para un desarrollo humano sostenido.

Concomitantemente, el mes de septiembre próximo, la comunidad internacional alcanzará el ecuador de la aplicación de la Agenda 2030 para el Desarrollo Sostenible. Por eso mismo, se considera “un momento decisivo para demostrar la contribución de las cooperativas al cumplimiento de los ODS”

Confirmatoriamente, el Cooperativismo, una de las redes empresariales más antiguas y grandes del mundo, fue el primer grupo de empresas que mundialmente fuera reconocido por los ODS.

Algunos desafíos

Finalmente, evaluamos como desafíos indispensables para conservar tal ratificación o reconocimiento cooperativo:

1) Acentuar las vertientes formativas y empresariales;

2) Profesionalizar la gestión.

3) Lograr financiamiento propio o creación e incremento de fuentes de recursos genuinos.

4) Mejorar garantías para asociados y terceros;

5) Recibir un tratamiento tributario y crediticio conforme su naturaleza y características;

6) Bregar por una nueva ley democrática y federal de cooperativas que sin demora reemplace al viejo decreto de facto (20.337/73);

7) Promover el cooperativismo escolar, (por ejemplo, compras, usos y consumos en común, responsables e inteligentes, etc.).

8) Simplificación administrativa: abrogar el Instituto Nacional de Asociativismo y Economía Social (Inaes), un órgano centralista y corporativo sin las delegaciones específicas de facultades provinciales, disponiendo la subordinación de las cooperativas a la Dirección de Personas Jurídicas, conforme al artículo 148 del nuevo Código Civil y Comercial, el que ahora, precisamente las contempla y encuadra como persona jurídica privada.

* Experto en Cooperativismo de la Coneau


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