Figueroa y la cuestión mapuche
El gobierno de Rolando Figueroa finalmente tuvo que enfrentarse esta semana a un conflicto que, ya se sabía, estaba en ciernes. Finalizada o en pausa la disputa con el sindicato docente ATEN por la ley de presentismo, al mandatario le tocó ahora otra aún más compleja, porque su entramado compromete, ni más ni menos, que la producción en Vaca Muerta.
En su viaje a Houston, Figueroa buscó tentar a los inversores con las bondades de Neuquén donde, dijo, se puede dar un crecimiento con “seguridad ambiental, que es generar un lugar totalmente libre de conflictos, muy atractivo para vivir”.
Los bloqueos que hicieron esta semana los dirigentes mapuche de la zonal Xawvnko que lidera Jorge Nahuel en las empresas tratadoras de residuos petroleros dio justamente un mensaje opuesto. Los cortes se extendieron casi dos días y no impidieron el tránsito sobre las rutas, pero sí el ingreso de camiones a las plantas.
El reclamo tenía una pátina ambiental, pero el núcleo era otro: la entrega de cinco personerías a comunidades mapuche, la mayoría ubicadas en inmediaciones de Añelo y Rincón de los Sauces, en el corazón de Vaca Muerta, y la finalización de dos relevamientos territoriales, el de los Campo Maripe y el de Wircalew.
Figueroa heredó de la gestión anterior varios compromisos con este sector de la Confederación Mapuche, como la creación de un Registro Especial de Comunidades que reemplace el trámite que hoy hace Personas Jurídicas. Fue un acuerdo al que llegó la administración de Omar Gutiérrez para hacer pasar la consulta previa, libre e informada que limitó el procedimiento solo a las comunidades con personería reconocida.
El trámite quedó pendiente para Figueroa, quien venía dilatando la decisión por el sí o por el no. La presión de los bloqueos en Vaca Muerta, sumado a la “apurada” de Patricia Bullrich para que desaloje las protestas finalmente forzó la respuesta.
Fue el ministro de Gobierno, Jorge Tobares, y redactó un acta a mano donde dijo sí a todo. En 15 días, el gobierno se comprometió a registrar a las cinco nuevas comunidades, a costa de abrir un conflicto con las que están en oposición, como ya anticipó la lonco Elba Paynemil de Loma La Lata si se formaliza el trámite de los Fvta Xayen.
Para dar cuenta del malestar, el viernes Figueroa fue abordado en Zapala por integrantes de la comunidad Lonco Purran, quienes le entregaron un petitorio en el que le solicitaron “no otorgar personerías a individuos que han usurpado nuestra comunidad”. Y le plantearon que corrija “lo que hasta aquí ha sido un desacierto y una desprolijidad”.
Si la incorporación al gobierno provincial de dirigentes mapuche opositores al sector de Nahuel parecía romper el círculo de la gestión anterior, esta última cesión fue en sentido contrario.
En el acto que organizó Figueroa en el Duam con la planta política de la provincia, recordó que no habían llegado para “dejar las cosas como están”. También le dedicó un buen tramo a enumerar todo lo que se venía haciendo mal desde hace “al menos, ocho años”, es decir, justo el mismo período en que fue gobernador el actual director por Neuquén de YPF.
Se habrá ido de boca Figueroa, porque mucho de lo que describió para criticar a la gestión de Omar Gutiérrez luce más como delito que como práctica de la “vieja política” que propuso erradicar. Si el gobernador realmente tiene por comprobado que hubo “cartelización” de la obra pública, funcionarios que alquilaban sus propias camionetas, que favorecían a consultores amigos con proyectos ejecutivos o, peor, que cobraban coimas (“se terminó”, dijo), no se explicaría por qué la fiscalía de Estado no fue tras ellos y, en cambio, se dedicó a denunciar la venta de pollos de las organizaciones sociales.
Dato curioso: César Gutiérrez, uno de los hermanos del exgobernador, comentó con varios “excelente” la transmisión del discurso de Figueroa en su Instagram. Un ejemplo de convivencia.
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