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El pacto de impunidad en la justicia: una victoria pírrica

Redacción

Por Pablo Victor Barreno

Con la sanción entre gallos, medianoche y feria judicial mediante, de la reforma de la ley orgánica del STJ se consolida el pacto de impunidad de un gobierno en su peor momento de los últimos 15 años y el verdoso Poder Judicial de la provincia de Río Negro.

Quedaron evidenciadas las “necesidades institucionales” comunes, además del ejercicio del nepotismo acomodando a su hija y probablemente también a la señora del presidente del bloque oficialista. Solo resta ver el resultado del concurso de relatores de la Primera Circunscripción.

Otro de los objetivos comunes: la necesidad de una patronal que lejos de ajustarse a derecho, intenta sacarse de encima una organización fuerte que no está dispuesta a ceder ni un milímetro en los derechos conquistados. Que no se vende porque no tiene precio. Que no se puede carpetear. Que persiguieron vía denuncias truchas, pero no pudieron doblegar y que tampoco se ha dejado infiltrar a pesar de los infructuosos intentos verdes.

¿A cambio de qué llegaron los votos verdes y de sus alcahuetes en la legislatura? Como en toda retirada, hay que cuidar la retaguardia. Y más allá del pacto de impunidad, el oficialismo busca su propia garantía consolidado operativamente un esquema de desembarco en cargos de funcionarios del Ejecutivo, a través de concursos externos a medida. Lisa y llanamente: una bolsa de trabajo de 300 subrogancias al servicio de la impunidad de este gobierno.

¿Cómo podrían hacerlo sin ningún tipo de problemas? Oportunamente, la sanción de esta ley excluye taxativamente de la representación y de la paritaria ese sector de trabajadores, dejando el camino libre para el desembarco verde sobre todo en fiscalías.

¿Será posible? Para muestra basta con un botón. Ya lo hicieron ubicando a todos los vocales del STJ oportunamente. Y hace poco tiempo a su volante tapón, el hoy presidente del STJ, ex secretario legislativo del bloque de Juntos somos Río Negro.

Debido a la estrechez mental de los actores más impunes, probablemente esta noche puedan brindar con alguna copa de por medio y mensajes efusivos, para celebrar este pacto de impunidad como una victoria.
En su desesperación dudo que hayan medido el costo de descabezar una organización sindical desde el margen de la ley, violando la Constitución Nacional, el derecho a la negociación colectiva, el derecho a la libre afiliación sindical, los tratados internacionales, el caso 2881 de O.I.T y el principio de progresividad de los derechos laborales.

Como siempre, una vez que baja la espuma, ese brindis va a ser amargo. Básicamente, porque su objetivo final (destruir a nuestro sindicato y estigmatizar a los trabajadores) no se cumplió. Por el contrario la respuesta de los judiciales fue afiliarse masivamente al gremio.

Porque a pesar de este embate artero contra nuestra organización, los trabajadores expusimos a estos personajes, los enfrentamos de manera contundente, masiva y sistemática. Y seguimos de pie, organizados para responder este ataque en términos judiciales, atentos a la inconstitucionalidad de la ley, ya que es una facultad exclusiva del Congreso de la Nación legislar en términos laborales.

Las acciones ante la comisión de libertad sindical de la OIT serán realizadas en unidad con las centrales obreras, tanto así como la ampliación de la denuncia ante la CIDH por parte de la Federación Judicial Argentina. La solidaridad no sólo quedará en comunicados sino que habrán hechos concretos para erradicar estas prácticas clandestinas.

¿Cuánto tardará en revertirse esta situación? Un tiempo relativamente corto para la historia de nuestro sindicato, que no solo está movilizado sino que construye unidad con todas las centrales y sindicatos de base. Y crea conciencia. Cuando a pesar de las dificultades las afiliaciones crecen como también la confianza en el sindicato, cuando se entiende que el enemigo no está en el campo popular… entonces ya nos hemos encaminado hacia una victoria que está a la vuelta de la esquina.

A los tránsfugas políticos, los jerarcas del poder judicial y sus esbirros baratos de turno, brinden y disfruten de su victoria pírrica: los trabajadores ya les picamos el boleto.

No nos da lo mismo que cualquiera sea legislador nacional ni provincial, y no nos da lo mismo que cualquiera sea gobernador. A los que votaron contra nuestros derechos les decimos: ejercitamos la memoria y no perdonamos. Esto recién empieza. Porque acá no se rinde nadie.

*Pablo Victor Barreno es secretario general de Sitrajur Viedma, exsecretario de Sitrajur provincial y exlegislador del PJ.


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