El fin del paro por otros medios
El abogado de ATEN, Mariano Mansilla, sembró el viernes un camino de migas para la resolución final del conflicto docente: una mediación convocada por el TSJ.
Las clases se retomarán con normalidad este lunes en Neuquén, tras un segundo semestre que acumuló más paros que días en el aula para cientos de estudiantes de la provincia. El año está perdido, piensan muchos, por la discontinuidad pedagógica que generó la huelga, pero el tironeo político de Rolando Figueroa con ATEN no.
Que las medidas de fuerza se hayan levantado sin que el gobierno haya cedido otra mesa de negociación, devuelto los días de paro y, mucho menos, derogado o suspendido la aplicación de la ley de presentismo podrá anotarse como un triunfo de su administración. Pero a qué costo, es otra historia.
El abogado del gremio y exdiputado Mariano Mansilla sembró el viernes un camino de migas para la resolución final del conflicto: una mediación supuestamente convocada por el Tribunal Superior de Justicia que siente al gobierno y a ATEN y “acuerde” una suspensión cautelar parcial de la ley.
La hipótesis de la mediación empezó a dar vueltas en los pasillos del Espacio Duam el miércoles cuando finalizó la reunión de Figueroa con su gabinete. El ministro de Gobierno, Jorge Tobares, salió confiado de ese encuentro, presuntamente con la solución bajo el brazo.
Horas más tarde, saldría el dictamen del fiscal general José Gerez desaconsejando la admisibilidad del planteo de ATEN en la justicia. ¿Fueron las diferencias internas las que le terminaron asignando el rol de malo de la película? Acaso fue para darle dramatismo a la decisión que el TSJ tomaría, con celeridad sorprendente, una mañana después.
Esa sola definición formal, que nada tiene que ver (en rigor) con tomar posición sobre la inconstitucionalidad de la ley, alcanzó para que Marcelo Guagliardo propusiera levantar la huelga.
Los hilos llegaron a verse desde la costanera del Curi Leuvú.
La pregunta hacia adelante es si se concretará o no la instancia vaticinada por Mansilla. ¿Por qué el gobierno promovería una mediación con ATEN para retocar el presentismo si ya están los docentes en las aulas? Más aún, si el mes que viene los maestros y maestras empiezan a cobrar el primer adicional, ¿cómo se beneficiarían de una cautelar?
La respuesta solo se explicaría en la necesidad de retribuir el gesto de Guagliardo. Más adelante se verá.
El artículo de la Constitución Provincial sobre el cual se funda ATEN para fundamentar su acción judicial es aquel que prohibe “toda medida que conduzca a aumentar el esfuerzo de los trabajadores, como condición para determinar su salario, en trabajo incentivado”.
Por eso el plus lleva el nombre de “adicional” y no de incentivo y por eso no demanda un esfuerzo extra, sino cumplir la jornada laboral habitual. Pero bibliotecas para cualquiera de las dos interpretaciones puede haber.
En Mendoza, donde se sancionó en 2016 la ley de “Ítem Aula” que el resto de las provincias, incluida Neuquén, tomaron de ejemplo, la Suprema Corte de Justicia dictó sentencia de su constitucionalidad en 2018. Es decir que, sobre la cuestión de fondo, nadie espera una definición en el corto plazo para el pedido de ATEN.
El tiempo es lo que, por ahora, le permitirá al gobierno de Figueroa salir del escenario de conflicto permanente para retomar iniciativa política, tras evitar durante más de dos meses hacer referencia a la huelga docente.
Esta semana anunció varios de esos proyectos: algunos irán por la vía legislativa, como la modificación de leyes insignia de Neuquén como la 687 de Obra Pública y la 2141 de Administración Financiera, y el régimen de promoción Invierta en Neuquén; y otras por una reestructuración del gabinete. Habrá un ministerio nuevo que se enfocará en la planificación y modernización del Estado, que el gobernador definió como “hecho para los 90”.
Los chicos en la escuela y las rutas en condiciones, no debe haber demanda más repetida. Por alguna de las dos hay que empezar.
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