El fin de la guerra en Ucrania está lejos
Delphine Touitou*
Los analistas temen que el conflicto desatado por la invasión rusa el 24 de febrero de 2022 no termine pronto y que su intensidad aumente en su segundo año.
Rusia quería una victoria relámpago al lanzar su invasión de Ucrania, pero doce meses después la guerra se estanca sin que ningún bando logre avances militares ni esté dispuesto a una solución basada en el ‘statu quo’.
Los analistas temen que el conflicto desatado por la invasión rusa el 24 de febrero de 2022 no termine pronto y que su intensidad aumente en su segundo año.
“Desde luego, no muestra signos de estar cerca del final”, afirma Jon Alterman, del grupo de reflexión estadounidense Centro de Estudios Estratégicos e Internacionales (CSIS). “Cada parte siente que el tiempo está de su lado y que llegar a un acuerdo ahora es un error”, agrega.
Tras algunos éxitos recientes en la región ucraniana oriental del Donbás, el bando ruso podría estar preparando una ofensiva para la primavera boreal, creen los expertos.
Mientras tanto, Ucrania parece decidida a recuperar el territorio perdido, ayudada por Estados Unidos y gobiernos europeos, cuyo apoyo a Kiev parece ir en aumento.
Pero eso no significa que la guerra termine con una clara derrota rusa, según Liana Fix, del centro de reflexión estadounidense Consejo de Relaciones Exteriores.
“El escenario más probable es que los avances ucranianos conduzcan a una victoria ‘suficientemente buena’”, seguida de “continuos combates en algunos territorios”, mientras Rusia intenta mantener Crimea, agrega.
El ejército ruso podría movilizar a un gran número de nuevos soldados, pero habría que entrenarlos, alimentarlos y equiparlos, tareas que ha realizado “muy mal hasta ahora”, afirma.
El tipo de armas que Ucrania consiga de sus aliados occidentales será decisivo, según Dimitri Minic, del Instituto Francés de Relaciones Internacionales (Ifri).
La artillería de largo alcance podría permitirle “romper el ciclo ataque-contraataque-defensa, debilitar la capacidad de Rusia para recuperarse y obtener una victoria decisiva”, estima.
“Harán cualquier cosa”
Pero incluso cuando Ucrania infligió una dura derrota al ejército ruso al reconquistar Jersón (sur), Moscú no se rindió. “Los rusos harán cualquier cosa, incluso movilizarse sin límite y empobrecer a todo su país si es necesario, para mantener los territorios ocupados y continuar sus conquistas”, según Minic.
Aunque dice que “es demasiado pronto”, Alterman imagina varios escenarios: desde Moscú “consolidando algunas conquistas” hasta “una transición de liderazgo en Rusia que ponga fin a la guerra”, pasando por “algún tipo de tregua”.
Pero ningún bando parece querer negociar realmente por ahora.
Zelenski presentó un plan de paz de 10 puntos que incluye el reconocimiento de Rusia a la integridad territorial de Ucrania y la retirada de sus tropas.
Para el experto del Ifri, Rusia podría aceptar “temporalmente” la independencia de Ucrania e incluso un poder pro-Unión Europea y pro-OTAN en Kiev, pero “a cambio de un reconocimiento de las conquistas rusas en Ucrania”.
Sin embargo, esta es una línea roja que Kiev no cruzará.
Amenaza nuclear
Otra incertidumbre se refiere a las armas nucleares y su posible papel en la próxima fase de la guerra. Rusia lanzó una amenaza poco disimulada sobre el uso de armas atómicas.
Este escenario podría convertirse en una “posibilidad muy seria” si Ucrania consigue recuperar Crimea, precisa Minic.
Si se llega a ese punto, la disidencia interna en Rusia podría estallar debido al temor de una guerra nuclear y porque el uso de armas nucleares podría percibirse como revelador de la debilidad del presidente ruso, Vladimir Putin, según el experto.
Además, se considera que Putin enfrenta presiones dentro de Rusia, pero por parte de una facción de línea más dura liderada por Yevgueny Prigozhin, fundador de la milicia Wagner.
Las próximas citas electorales podrían tener una enorme influencia en el futuro de la guerra, entre ellas las elecciones legislativas en Ucrania en octubre y la presidencial de Estados Unidos en 2024. Para este año, el apoyo estadounidense está asegurado, pero la aprobación por el Congreso de un nuevo programa de ayuda a Ucrania no es seguro.
Y algunos gobiernos aliados en Europa podrían enfrentarse al cansancio de los votantes y a la oposición política contra la guerra, si se prolonga.
*Periodista de AFP.
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