El abrazo de Maipú
El 5 de abril de 1818 los Cerrillos del Maipo, ubicados al sur de la ciudad de Santiago de Chile y en tierras bañadas por el río también de ese nombre, fueron testigos privilegiados de la batalla que en su suelo libraron las fuerzas patriotas del Ejército Unido Libertador de Chile, conformado por tropas argentinas y chilenas comandadas por el general José de San Martín, y el llamado Ejército Real de Chile bajo las órdenes del general español Mariano Osorio y Pardo, la que pasó a la historia como la Batalla de Maipú -o Maipo, como también se la denomina.
Ésta se dio en el marco del regreso de José de San Martín del Perú, país al que había libertado e institucionalizado, con el objeto de reafirmar la independencia de nuestros vecinos de allende la cordillera y sucedió a la que se celebrara días antes -el 19 de marzo de 1818- en los campos de Cancha Rayada, en inmediaciones de ciudad de Taica, y que significó una dura y sorpresiva derrota de las fuerzas patriotas.
El encuentro bélico de Maipú aparecía, entonces, como decisivo; y así lo fue.
En este caso la apabullante victoria estuvo del lado patriota en una batalla a la que su artífice, José de San Martín, así se refirió: «Con dificultad se ha visto un ataque más bravo, más rápido y más sostenido, y jamás se vio una resistencia más vigorosa, más firme y más tenaz»; a punto tal que la batalla de Maipú es motivo de especial ejemplo y estudio en casi todas las escuelas de guerra y de estrategia militar del mundo.
Este contundente suceso militar ratificó definitivamente la independencia de Chile.
El episodio aludido en el titulado tuvo lugar una vez concluido el hecho bélico. Veamos.
Entre el elenco militar patriota se encontraba el general chileno Bernardo de O’Higgins, quien comandara la división proveniente de Santiago, y que había sido severamente herido en Cancha Rayada. Concluida la lid se presentó ante su jefe y ambos se fundieron en un emocionado abrazo, que inmortalizara en un cuadro alusivo el pintor chileno Pedro Subercaseaux: no menos emotivo fue el dialogo que se produjo entre ambos generales, ya que O’Higgins le dice a San Martín «¡Gloria al salvador de Chile!» y San Martín le responde «General: Chile no olvidará jamás el nombre del ilustre inválido que el día de hoy se presentó al campo de batalla en ese estado», a lo que siguió un nuevo y prolongado abrazo, que los historiadores han recogido y exaltado como «el Abrazo de Maipú».
En este nuevo aniversario de la heroica Batalla de Maipú que su vívido recuerdo enmarque nuestro respetuoso homenaje.
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