«Donde hay una necesidad, nace una excusa»

Por Vecinos del Loteo Angeloni (Barrio Mosconi)

El martes pasado se presentó en el Loteo Angeloni  (lindante al barrio Mosconi) la intendenta de la ciudad para anunciar el comienzo de la obra de agua potable luego de más de 8 años que se asentaran los primeros pobladores del barrio. A su vez, aprovechó la ocasión para deslindar responsabilidades por parte del municipio ante el atraso en las obras de infraestructura esenciales. “La situación del barrio es irregular y excede la órbita del municipio” sostuvo la funcionaria y afirmó “ustedes no pagan tasas, ¿o me equivoco?”

Ante estas afirmaciones, los vecinos le recordamos que el emprendimiento de preventa de urbanización fue impulsado por su propio padre junto con el dueño de la chacra (Jorge Angeloni, quien también falleció hace varios años)  ante la emergencia habitacional decretada bajo ordenanza 4569/2008. Y luego fue autorizada dicha operación con la ordenanza N° 4567/2009 y estos documentos los certificó la escribanía Epifanio (de larga trayectoria y prestigio en la ciudad)

 A su vez, insistimos en la absoluta voluntad de comenzar cuanto antes con el pago de los tributos correspondientes y la imperiosa necesidad de ser reconocidos como ciudadanos de derecho. No obstante, manifestamos nuestro malestar al ser considerados como corresponsables de un loteo ilegal que ya lleva 13 años de existencia. “Siempre digo que cada vecino debe acercarse al municipio a constatar la legalidad de un loteo (…) es como cuando uno compra un auto” –esgrimió la hermana del ministro de justicia y derechos humanos de la Nación.

Ante nuestra insistencia con respecto a la pasividad de las autoridades ante un emprendimiento ilegal de público conocimiento la intendenta insistió en la responsabilidad de los compradores al haber adquirido lotes en “condiciones irregulares” y desestimó las implicancias, por acción u omisión, que pudiera caberle a la gestión municipal de la familia Soria.

Al mismo tiempo, aprovechó para recordar lo “lejos” que se encontraba la posibilidad de acceder a una obra de gas natural a pesar de las condiciones climáticas extremas del barrio durante el invierno por su cercanías al rio (ver notahttps://lacomuna.com.ar/destacada-home-5/otro-duro-invierno-sin-los-servicios-basicos-para-50-familias/44902/).

Poco promisorias resultaron también sus palabras ante el grupo de vecinos que intentaba arribar a soluciones paliativas ante la difícil situación de vida. Cada propuesta fue rechazada como imposible hasta tanto se resolvieran las escrituras correspondientes al loteo; incluso todas aquellas que implicaban el pago cooperativo por parte de los vecinos. “No los cubre el seguro” (en referencia a los trabajadores municipales que pudieran concurrir a realizar labores allí)

Por otra parte, ante los constantes interrogantes sobre la situación desigual en la que nos encontramos con respecto a quienes adquirieron lotes correspondientes al “loteo social” lindante (también hoy bajo propiedad catastral de Angeloni y en la misma condición legal) la intendenta no pudo brindar argumentos convincentes. Los vecinos le comentamos que somos los encargados de pagar las  escasas luminarias públicas mediante abultadas facturas eléctricas a nombre de la chacra de Angeloni.

En este sentido, tampoco hubo posibilidad de arribar a un “final de obra” del tendido eléctrico que permitiera la facturación individual del servicio de alumbrado público, “no puedo entrar ni con una maquina porque esto figura en catastro como una chacra” sentenció. Sin embargo, nos conminó a los presentes a “cuidar” de las máquinas de la obra que iban a quedar en “alguna de esas zonas iluminadas”.

 También se escuchó el argumento de la pandemia para explicar las demoras en el agua así como el cambio “a último momento” de las exigencias de Aguas Rionegrinas al plano presentado por el municipio. Al parecer, nada escapa a las disputas partidistas aunque nada esté más ajeno al común de la gente.

Décadas han pasado de la célebre frase de Eva Perón que inspira en título de esta carta y, aparentemente, cierto peronismo del siglo XXI entiende los derechos humanos de otra manera. Muy lejos está la Argentina pujante y progresista de antaño, mucho más cerca hoy del subdesarrollo y la indigencia africana. Por lo pronto, restan algunos meses aún para que los vecinos contemos con agua potable pero sabemos perfectamente que deberemos esperar mucho más aún por el gas o las cloacas. Huelgan las sesudas explicaciones sociológicas al fenómeno de los outsiders de la política (Milei y cia). Quizás, para desacreditar las acusaciones de casta privilegiada, sea conveniente dejar de comportarse como tal.