Demorada puesta en valor del turismo

El valor del turismo en Río Negro está en discusión. El gobernador Alberto Weretilneck admitió que debe impulsar un cambio de modelo, que llega tarde respecto de otras jurisdicciones y de la propia provincia donde se gestó desde Bariloche, en la década del ‘90, uno de los entes de promoción más exitosos del país, que fue copiado incluso en el ámbito nacional.

Pero ese anuncio que un mes atrás el gobernador realizó en Bariloche, de crear una Agencia de Turismo en Río Negro, con un modelo mixto con el sector privado, todavía está en análisis y con reserva.

Weretilneck encomendó a la legisladora Marcela González Abdala la tarea de trabajar en el proyecto de ley para ver qué opción es la más adecuada porque existen entes, agencias, corporaciones, sociedades anónimas de estados provinciales que aplican modelos similares. Los plazos difieren según el interlocutor: el gobernador había trazado para antes de fin de año la resolución. Ahora, el ministro Fabián Gatti llevó ese objetivo a “4 o 5 meses, para la próxima apertura de sesiones”.

En paralelo, también el Ejecutivo inició conversaciones con los distintos actores privados, donde ya emerge que la discusión será cómo se financiará el nuevo esquema, porque Bariloche -que tiene peso propio por ser el principal destino rionegrino- no quiere ceder ni una parte de los recursos que hoy debería recibir por la ley de promoción turística vigentes desde fines de 2018, por la cual la provincia transfiere del tesoro una proporción del 70% del total de los aportes que los entes reciben de los municipios a través de tasas obligatorias. Hay que aclarar que no solo la ciudad andina recibe estos recursos provinciales, también Viedma, Las Grutas, El Bolsón que crearon sus propios entes y próximamente se sumará Playas Doradas.

Pero el peso de Bariloche se grafica en los números. Mientras la secretaría de Turismo provincial tenía un presupuesto anual de 500 millones de pesos para funcionar, con 58 empleados, tareas de promoción (que no se hicieron), fiscalización y habilitación. Por la ley del fondo específico el Emprotur de Bariloche en el primer semestre debió recibir 1.000 millones de pesos, pero solo Provincia cumplió con el 10%.

Todos coinciden que el vaciamiento del área de Turismo en la provincia fue un desacierto y desde el sector privado sacan a relucir que la actividad genera el 30% del Producto Bruto Geográfico, inyecta entre un 20 y 25% de los ingresos por impuestos provinciales y tal es así que recientemente desde el Gobierno admitieron que una de las causales de la desaceleración de la recaudación de septiembre era el fin de la temporada alta de turismo, más allá de que no es un año óptimo para el sector, fuertemente impactado por la recesión.

Gatti repitió días atrás en Bariloche que se “trabaja” en un “modelo de agencia donde la actividad privada tenga presencia y la dinámica de funcionamiento no sea la del Estado”.

Los modelos que están bajo análisis son el de Mendoza, Córdoba o CABA. La mejor opción parece la de la provincia cuyana que lleva la delantera en el país con su estrategia. Ese ente -creado en 2016- va más allá de la promoción porque crea políticas públicas, diseña nuevos productos para salir a competir agresivamente en el mercado, se encarga de fiscalizar y habilitar servicios, y el presupuesto se dota de un fondo como el que existe en Río Negro para los entes municipales, conformado en este caso con el 0,5% de la recaudación total del impuesto sobre los Ingresos Brutos.

Los beneficios que traerá el nuevo esquema se cuentan en la agilidad, nuevas estrategias y productos para salir a competir agresivamente en el mercado.

“El gran problema es que el Gobierno no entiende la importancia que el turismo tiene”, señalan los empresarios, que esperan que se active el nuevo modelo.