Debate por la ecotasa al turismo: el fondo del asunto
El presupuesto 2025 es una excelente oportunidad para poner en crisis todos los gastos del estado y definir prioridades actuales.
Allá por el año 2017, a instancias del ejecutivo municipal, el Concejo deliberante aprobó la creación de un nuevo tributo que pagarían solo los turistas, destinado en su totalidad a realizar obras de infraestructura turística.
Muy criticado en ese momento sobre todo por los empresarios del sector turístico, luego terminó siendo valorado porque permitió financiar obras que embellecieron la ciudad en beneficio no sólo de los turistas sino también de todos los barilochenses.
Hoy vuelve a estar en el centro de la discusión luego del fallo de la CSJN que determinó su inconstitucionalidad y muchos vecinos temen que sin esa fuente de recursos las obras de mejoramiento del espacio urbano dejen de hacerse.
Seguramente se intentará corregir aquellos aspectos señalados por la corte, principalmente la falta de una contraprestación clara al turista para que pueda ser considerada una tasa.
La necesidad de justificar el aumento en la presión tributaria buscando un fin noble para los nuevos recursos y la desconfianza en el cumplimiento de los presupuestos públicos, es lo que ha llevado muchas veces a garantizar fondos para una finalidad del gasto determinada creando un tributo específico para atenderla.
En Bariloche se da no solamente con las obras de la ecotasa, también con el componente B de la TISH que financia la promoción turística de nuestra ciudad en el país y en el mundo.
Las buenas prácticas en materia de presupuesto público no aconsejan el uso de estas asignaciones específicas de recursos, porque las prioridades cambian en el tiempo y entonces se deja con las manos atadas a los futuros gobiernos impidiéndoles reasignar partidas en cada discusión anual del presupuesto conforme las nuevas prioridades.
¿Son necesarias las obras que financia la ecotasa? ¿Son hoy todavía consideradas una prioridad para los vecinos y contribuyentes de Bariloche? Entonces se deben contemplar en el presupuesto anual de gastos las partidas y programas detallando todas las obras que se van a ejecutar durante el año. Y así cada año.
En paralelo se debe discutir cuál es el tamaño del estado que la comunidad quiere o tolera, y cuales son los recursos o tributos más indicados para financiar esas funciones que se traducen en gastos del estado, y allí debemos hacer otras consideraciones que nada tienen que ver con el destino que le daremos a los fondos.
Entre otras cosas un tributo debe ser fácil de recaudar, no requerir de una estructura administrativa costosa, debe ser difícil de evadir para que sea equitativo, y debe respetar ciertas pautas jurídicas para no ser considerado inconstitucional. Hay otros aspectos operativos a revisar de la ecotasa para que sea un buen impuesto, además de los planteados por la Corte.
Se aproxima la discusión del presupuesto 2025 en todos los niveles de gobierno, nacional, provincial y municipal. Es una excelente oportunidad para poner en crisis todos los gastos del estado y definir prioridades actuales.
Volviendo al tema que nos ocupa, más allá de discutir si ecotasa sí o ecotasa no, deberíamos discutir si obras si o no y cuales obras, si subsidios al transporte si o no y quien los paga, si asfalto si o no, si promoción turística si o no, y así con cada una de las funciones del estado.
Lo otro es una discusión técnica entre especialistas en derecho tributario que nunca debería haber ocurrido si se hubieran tomado los recaudos necesarios.
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