Chubut: un peronismo sin brújula siembra el camino para una nueva derrota
Aún no digiere haber dejado el poder en manos de un joven de 35 años. Intrigas y traiciones en la interna que se viene. “Nadie la ve”, dicen.
“Si algo le duele al árbol cuando lo están hachando, es que el mango del hacha sea de madera”. Bien puede esta frase resumir la actualidad del peronismo chubutense que, como dijo un dirigente la noche del viernes “se está cocinando en su propio caldo. Nadie la ve”.
Las intrigas, las traiciones y el atraso es reconocido por dirigentes que sostienen que “tenemos que irnos todos porque de esta manera, el año que viene salimos terceros atrás de Torres (por Ignacio) y Milei (por Javier). Y peleando el tercer puesto con la izquierda”.
Es que así como dicen que el kirchnerismo no puede digerir la derrota ante Milei y una motosierra, el PJ-K de Chubut sigue rumiando la derrota a manos de un joven de 35 años que, por otra parte, aprovechó los meses de luna de miel para llevarse a varios peronistas a su gobierno sin que esos peronistas miren para atrás para ver qué dejaban en el camino.
Se fueron convencidos que su vida política estaba destinada a un corto plazo fijo si es que no cruzaban rápidamente de vereda. Y cruzaron.
El viernes pasado, el PJ-K cerró listas para la elección interna que se va a desarrollar el 29 de septiembre y antes que el plazo venciera ya hablaban el uno del otro, de judicializar los procesos que siguen que tienen que ver con avales y validación de candidatos.
A todo esto, y por más que muchos se hayan hecho los distraídos en la sede central de Rawson sobrevolaba un fantasma, inesperado hace tres meses: el de José Glinski, el novio de Tamara Pettinato, hoy por hoy la protagonista de la película más taquillera de todas las que se filmaron en el set del expresidente Alberto Fernández.
Chubut: la polémica de Alberto Fernández y Tamara Pettianto salpicó al diputado José Glinski
Hace tres meses Glinski, diputado nacional por Chubut de la mano de la familia Kirchner, intentaba entremezclarse entre los posibles candidatos a la conducción del justicialismo chubutense. Avalado por el extitular del partido y actual senador nacional, Carlos Linares, el más señalado como uno de los padres de la derrota electoral del año pasado, la que le puso fin a 20 años de dominio pejotista en las tierras chubutenses.
“Nadie quiere darse cuenta que somos más de lo mismo, que tenemos la misma interna de hace diez años y nos vamos a seguir fagocitando. Vamos en caída libre. Somos paracaidistas que antes de saltar del avión nos olvidamos de ponernos el paracaídas”, le dijo a Diario RÍO NEGRO un dirigente de Madryn mientras se elaboraban las listas para las próximas internas y comenzaban los saltos de una lista a otra sin que nadie se pusiera colorado.
Las cosas en el que se esperaba sea el principal partido de la oposición, no están del todo bien. El bloque de la Legislatura (de siete miembros) es un collage entre pejotistas puros, algunos K y otros que pertenecen al riñón del exgobernador Mariano Arcioni, aliado incondicional de Sergio Massa. Ya votaron diferente sobre todo cuando se trató la adhesión al RIGI.
Varios intendentes que llegaron con el sello del PJ hicieron público su pase al espacio del gobernador Torres, denominado “Despierta Chubut”. Torres no tiene menos de 10 funcionarios pertenecientes al PJ y va por más. La Juventud Peronista hizo su transformación igual que La Cámpora y ya son escasas las Unidades Básicas abiertas y las pocas que hay dedican el tiempo a las tertulias que recuerdan el pasado.
Dicen siempre que “al peronismo no hay que darlo nunca por muerto”. En algunos casos eso se demostró a través de la historia. En otros, sólo fue un aforismo. En Chubut le han despejado el camino al actual gobierno porque está enojado consigo mismo.
No hay dirigente que pueda captar el interés mayoritario. En septiembre se disputarán la conducción un diputado K, Gustavo Fita bajo el nombre “Volver a Perón” y Alfredo Béliz, un dirigente sindical mercantil que eligió “Peronismo Federal”.
Como quedó dicho, el viernes por la noche se pensaba más en las impugnaciones que en las urnas. En Chubut, tienen 32 mil afiliados. La elección será por distrito único por lo cual, si queda alguno afuera, “la mitad del peronismo se va a su casa”.
Hoy todo duele dentro del peronismo chubutense. Porque si algo le faltaba, era Tamara Pettinato tomando cerveza en el sillón presidencial y su novio José Glinski defendiéndola a capa y espada.
Si las cosas siguen así, en las elecciones del año que viene el dolor en el PJ será más fuerte que el que siente el árbol cuando el hacha le pega con su mango de madera.
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