Chubut: la interna del PJ con más de Borges que de Perón 

Las internas de 1989 para la diputación nacional venían parejas en el peronismo chubutense. Pero una urna del interior de la provincia que podía definirla, se “perdió” en el camino y todo terminó en un largo proceso judicial. Dos años después y para tratar de retener el poder que ya se había llevado puesto a mitad del mandato a un gobernador, el PJ “inventó” una Ley de Lemas propia, con cuatro candidatos. El radical Carlos Maestro dijo en una publicidad “en la segunda vuelta les voy a juntar la cabeza a todos los peronistas”. Y así fue. Se las juntó e inició un período ininterrumpido de 12 años de la UCR en el poder provincial. 

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Durante ese tiempo, los dirigentes justicialistas se conformaron con mantener su metro cuadrado. Dos diputados por acá, un intendente por allá, algunos concejales y nada más. Dijo Jorge Luis Borges: “¿los peronistas? Tienen todo su pasado por delante”. 

Y parece tener algo de razón. O toda la razón. Es que, así como lo anticipó este mismo espacio la semana pasada, la sentencia del gran escritor argentino se hizo realidad. Quedó escrito aquí que en el cierre de listas para las elecciones internas del 29 de septiembre en la sede del justicialismo chubutense en Rawson se hablaba más de las impugnaciones que de las urnas. Que los saltos de una lista a la otra fueron moneda corriente y que eso trajo más de una desilusión o promesa de judicialización. 

El mismo dirigente de Madryn que le dijo a Diario RÍO NEGRO que “en las elecciones del año que viene vamos a pelear el tercer puesto con la izquierda”, ayer dijo para todos los que quisieran escucharlo que a partir de ahora “la justicia nos está respirando en la nuca”. 

Y es verdad. Porque el miércoles pasado la lista que encabeza el actual diputado Gustavo Fita, que aunque responde al kirchnerismo se llama “Volver a Perón”, presentó una impugnación de fondo contra la otra lista, “Peronismo Federal” con el mercantil Alfredo Beliz a la cabeza. 

La presentación ante la Junta Electoral del partido se hizo pocas horas antes que venciera el plazo para la oficialización de candidatos que fija la fecha de este lunes como límite. La junta electoral informó a los apoderados de Beliz que podrán contestar a los cuestionamientos. Todo pasaría por el supuesto incumplimiento del distrito único que exige la carta orgánica partidaria que establece la obligatoriedad de presentar listas provinciales en todos los departamentos y listas en cuatro de los cinco consejos de localidad más grandes y en siete de los más chicos. 

La respuesta del “Peronismo Federal” no se hizo esperar: “Nos están proscribiendo”. Y hablaron de sospechosas bajas del padrón de afiliados históricos del peronismo de Puerto Madryn (uno de los distritos más poderosos por la cantidad de afiliados) y ya “avisaron” que si no les dan la oportunidad de participar en las internas “vamos a ir a la justicia”. 

Esto puede traerle más de un dolor de cabeza al PJ chubutense. Porque la presentación de las nuevas autoridades ante la Secretaría Electoral debe realizarse antes de fin de año. De no ser así, el partido puede ser intervenido. 

El justicialismo de Chubut no elige autoridades provinciales partidarias desde hace 29 años. Los mandatos se fueron extendiendo por decisión del Congreso Partidario, con algunos cambios de nombres en el medio. El último, el actual senador Carlos Linares acérrimo kirchnerista que se conformó con la bendición K para acceder a la cámara alta dejando de lado la conducción del partido que se desparramaba entre acusaciones y peleas internas. 

Por eso, ningún análisis puede errarle demasiado al futuro cercano partidario porque son los mismos dirigentes los encargados de dejar las pistas bien plantadas. Por ahora todo es incertidumbre y habrá que esperar algunas horas para saber la reacción de la lista impugnada y si las cosas no le van del todo bien, hay un expediente judicial a la espera. 

“Para un peronista no debe haber nada mejor que otro peronista”, dice la sexta de las 20 verdades escritas por el general en el siglo pasado. Tal vez con el paso del tiempo la han olvidado y aunque parezca una utopía, parecen recordar con más entusiasmo la sentencia de Borges que las verdades de su líder.