Chubut: el estallido de las cooperativas y la lucha universitaria que se tomó un descanso
La intervención en Trelew provocó reacciones gremiales. La pelea por el presupuesto educativo dejó pasar el finde largo.
“No vamos a permitir que toquen a ningún trabajador”. La advertencia llegó del lado del poderoso Sindicato de Luz y Fuerza de la Patagonia, en manos del histórico secretario general, Héctor González. Fue en una conferencia de prensa que se realizó después que el Instituto Nacional de Asociativismo y Economía Social (INAES) anunció la intervención de la Cooperativa Eléctrica de Trelew.
El aviso del sindicalista tiene mucho que ver con la designación como interventor de Matías Bourdieu, un licenciado en administración de empresas y especialista en holding energético, distribución de Gas y Energía Eléctrica. Entre otras cosas fue director de Camuzzi Argentina y también estuvo al frente de Edersa, la empresa de Energía de Río Negro.
Esto es, ningún improvisado. Y el dato más importante: al ser foráneo le quedan muy lejos los compromisos que generalmente heredan quienes toman esas responsabilidades siendo de una ciudad del interior donde puede decirse que aún “se conocen todos”. O al menos, la mitad con la otra mitad.
No es un dato menor: todos piensan que Bourdieu podrá tomar decisiones “dolorosas” sin que nadie pueda reprocharle nada. Además, muchos se esmeraron en mediatizar la intervención de la cooperativa como “una decisión del gobierno nacional” con la finalidad de “privatizar la distribución de la energía en la provincia”.
Olvidaron un detalle. No habían pasado cinco minutos de la intervención cuando el gobernador Ignacio Torres anunciaba el posible envío de un proyecto a la Legislatura para crear una empresa provincial que maneje el tema, teniendo en cuenta que, debido a las consecutivas malas administraciones, el sistema actual dejaba un tendal de deudas, excesos de personal, sueldos altísimos y pésima prestación de servicios.
La intervención de la cooperativa trelewense provocó un verdadero estallido político y social respecto al estado en que se encuentran. La imposibilidad de cumplir con el pago de las millonadas que le deben a CAMMESA (Compañía Administradora del Mercado Mayorista Eléctrico Sociedad Anónima) hacen pensar que el sistema está agotado.
Por eso la preocupación sindical respecto a esta intervención. Porque además presumen que será la primera de otras tantas que se avecinan.
En otro orden, y como en el resto del país, la ratificación del veto presidencial a la Ley del financiamiento universitario también tuvo su relato en Chubut. La Universidad Nacional de la Patagonia San Juan Bosco protagonizó en sus sedes de toda la provincia actos de repudio y resistencia.
La rectora Lidia Blanco, de reconocida militancia kirchnerista fue la que llevó las banderas de la protesta, politizadas en la mayoría de los casos. “Milei logró pasar el veto, pero despertó al movimiento estudiantil”, señaló Marcelo Arancibia, estudiante de Letras y militante del movimiento de izquierda “en clave roja” en la asamblea que se realizó en la sede Trelew de la mencionada universidad.
Poco después se votó la toma de las sedes. Lo mismo ocurrió en todas las de la provincia. La presencia mayoritaria de partidos como el de los Trabajadores Socialistas y del Movimiento de Trabajadores del mismo partido superaron largamente la de estudiantes según pudo comprobar Diario RÍO NEGRO en las asambleas de Trelew.
“Desde el lunes y martes apostamos desde la juventud del PTS a que haya nuevas asambleas de toma en todas las sedes”, dijeron en un comunicado propiciando cortes de calles y de rutas y clases públicas. Además de una marcha educativa nacional ya”.
Las asambleas se realizaron el miércoles y el jueves 9 y 10 de octubre. La pelea por la reivindicación del presupuesto universitario comenzará el lunes y martes 14 y 15. En el medio quedó el feriado largo que comenzó el viernes 11. Fue un descanso en la lucha. Una pausa para retomarla con más fuerza.
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