Axioma roto en Río Negro: el que pierde no acompaña
Los primeros trazos del equipo que rodea a Weretilneck muestran un cambio de época para Juntos Somos Río Negro. En la oposición también hay promesa de un verano agitado.
Alberto Weretilneck volvió esta semana al principal despacho de la Casa de Gobierno, en Viedma, aunque la reconfiguración del mapa político rionegrino había empezado mucho antes.
La distancia de casi nueve meses entre las elecciones provinciales y la asunción de las autoridades sirvió para reunir datos, encomendar proyectos y definir prioridades de gestión, pero también para consolidar decisiones sobre el futuro del oficialismo.
Y los nuevos trazos dentro del cuadro de poder político quedaron a la vista desde el lunes, cuando el gobernador empezó a firmar decretos con las designaciones de los funcionarios.
Tal vez no haya que fijarse tanto en lo que firmó, sino en los decretos que corrió a un costado, para dejarlos en fase de revisión. Y también en lo que directamente descartó como opción para el nuevo equipo, porque aparecen ahí explicaciones sobre el rumbo que pretende Weretilneck para Juntos Somos Río Negro.
No surgieron el mismo día, ni la misma semana. Pero si se agrupan las decisiones tomadas por el gobernador con la conducción de su partido en Roca puede observarse que un nuevo ordenamiento está en gestación.
Luis Di Giacomo no tiene destino conocido en el nuevo gobierno y no pocos advierten que la ausencia del exdiputado en la asunción del domingo pasado (ayer tampoco estuvo en el acto que protagonizó Weretilneck en Roca) tiene que ver con algo más que un problema de salud.
Alejandro Palmieri descendió desde la vicegobernación a la jefatura de la Agencia de Recaudación; Fabián Zgaib es uno de los 19 legisladores verdes y Carlos Banacloy mantuvo el rango de ministro, pero con una notoria peregrinación para completar su equipo: varios de los nombres que elevó para segundas líneas cerraron la semana aun con una luz roja del gobernador.
Fuerte ruido en el IUPA
El cambio de rector normalizador del IUPA también fue computado como una señal de viraje, aunque confluyen ahí otros factores: un pedido de Armen Grigorian para hacer una pausa en la conducción de la universidad de artes y una fuerte presión del radicalismo para que regrese el exlegislador Gerardo Blanes.
Pragmático, Weretilneck buscó resolver varios problemas en uno. Designó a Félix San Martín, que nada tiene que ver con la UCR. Fue muchos años apoderado del PJ, hasta la década pasada, cuando se convirtió en leal colaborador del gobernador.
De Viedma y con experiencia en Personas Jurídicas, no es ilógico pensar que al abogado le pidieron orden administrativo a cara de perro, para volver dentro de un tiempo a la capital sin la incomodidad que muchas veces supone tener que decirle a un vecino que debe cumplir con el trabajo por el que se le paga, si pretende continuar.
Ese mensaje de austeridad -que tiene como ambiciosa meta reducir a un tercio los cargos con respecto a los 349 funcionarios que cerraron el ciclo de Arabela Carreras- también impactó en los intendentes salientes.
Mariano Lavín y Fabián Galli -con buenos desempeños electorales- se mantuvieron a flote con sus llegadas al IPPV y Radio y Televisión Río Negro, pero los destierros de Gustavo Gennuso y Viviana Germanier exponen otros cambios de página que busca Weretilneck, a partir de las derrotas en Bariloche y en Catriel.
Y si se habla de nuevo escenario, el verano más caliente aparece del lado del PRO.
Las disputas internas se profundizaron esta semana, cuando los reproches por el camino serpenteante de Aníbal Tortoriello se instalaron en las oficinas de Mauricio Macri y de Patricia Bullrich, que recibieron a los legisladores del bloque presidido por Juan Martín.
De todas maneras, el dato más novedoso de esas reuniones no surgió en palabras, sino en imágenes. El protagonismo que tuvo la cipoleña Flavia Boschi al momento de las fotos no fue casual. La exconcejal de Cipolletti empezó a desafiar públicamente a su mentor y se perfila como candidata a presidir el partido desde febrero, fecha probable de elecciones.
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