Aunque Ignacio Torres tenga todo abrochado para el futuro, nada es seguro en Chubut
El gobernador teje alianzas, se enoja con ministros y sufre en carne propia la inseguridad.
“No veo una posible alianza a nivel provincial con La Libertad Avanza”. Fue la encendida frase del ministro de Gobierno de Chubut, Victoriano Eraso Parodi. De raíces radicales, con aspecto intelectual y de joven estudioso también dejó encendido al gobernador Ignacio Torres quien se encuentra tejiendo meticulosamente y cuidándose de no dar un paso en falso, el nacimiento de su partido con el cual aspira a llegar mucho más lejos a una gobernación.
A Torres no le cayeron para nada bien las declaraciones de su ministro quien tal vez no ingresará en el recambio que el mandatario patagónico tiene pensado para el 10 de diciembre por el simple hecho que no hace más de cinco minutos que está en el cargo. Además, Torres tuvo una noticia desagradable hizo que su día sea algo inestable.
En realidad, Parodi hizo declaraciones en el contexto que rodea al gobernador. Es decir, tener de su lado a la mayor cantidad de representantes de los distintos partidos políticos de la provincia. Entre ellos, La Libertad Avanza. La que en realidad ya avanzó: en el actual gabinete hay dos dirigentes de ese partido, que por otra parte fueron candidatos por el partido que a nivel nacional creó el actual presidente Javier Milei.
“Este chico vive en Narnia”, le dijeron a Diario RÍO NEGRO desde el entorno del gobernador cuando se lo consultó si en realidad LLA iba a quedar afuera de todo acuerdo. Y eso es lo que no quiere Torres: que nadie quede afuera.
Despacito, lo va logrando. En términos políticos no es necesario que el gobernador “pase con la ambulancia”. Los heridos le llegan caminando. Esto es fácil de deducir con la simple mirada a la conformación de su gabinete.
El hombre fuerte de la economía provincial es Andrés Meiszner. De pasado kirchnerista (recordar que su padre José Luis, viejo conocido de Aníbal Fernández y hombre clave en el Fútbol para Todos) fue también mano derecha del anterior gobernador Mariano Arcioni, una de las espadas provinciales de Sergio Massa.
Torres tiene a su lado, a un compañero de la primaria. Se llama Guillermo Aranda. Ocupa la secretaría general de Gobierno, pero pronto pasará a ser coordinador de Gabinete. “Lo primero es la amistad” porque tanto Aranda como la subsecretaria de Turismo María José Pôgler trabajaron junto al intendente Dante Bowen, kirchnerista acérrimo. En el estratégico ministerio de Desarrollo Humano y Familia tiene al frente a Florencia Papaiani, diputada y candidata en varias oportunidades por el Justicialismo.
Laura Mirantes es ministra de Producción y Diego Brandán, subsecretario de pesca. Ambos fueron candidatos en las últimas elecciones por La Libertad Avanza. A la lista se suman José Luis Punta (radical) y Andrés Giacomone (fiscal de Estado) que viene de la anterior gestión de Arcioni.
Por otro lado, Torres tiene todo abrochado en la Legislatura. A sus 16 diputados, se suman votos siempre de su lado como el de Mariela Williams, que responde al intendente de Madryn, el peronista Gustavo Sastre con quien Torres tiene una alianza y el de César Casal, del monobloque Familia Chubutense (desprendido de LLA). Con uno más, que no le es difícil conseguir, el gobernador tiene los dos tercios asegurados.
El mandatario chubutense pondrá en marcha muy pronto “Despierta Chubut”, el partido provincial que utilizará en próximas elecciones. Será una alianza que contendrá a la mayoría de los partidos. Con la ventaja que el Justicialismo se ha convertido en un sello sin tinta.
Después hará cambios en su gabinete, en coincidencia con su primer año en el poder. No habrá demasiadas sorpresas. Ni siquiera en Seguridad, pese a que ayer sábado era un secreto a voces que le habían robado el auto a la madre de Torres. Y para colmo después, se lo volcaron. Fue el amanecer de un día agitado para todo el gobierno.
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