Ofrecen en Lituania calzado hecho en Neuquén

Presentaron borceguíes y alpargatas.

NEUQUEN (AN).- Las alpargatas de cuero que fabrica Antonio Videau en su taller de la calle Montevideo y los borceguíes manufacturados por Gustavo Jara en su local de avenida Olascoaga, ambos de esta capital, viajaron en las valijas de la reciente misión neuquina a Lituania. Allí se exhibieron como «productos no tradicionales» de la provincia.

Sin embargo, en el mercado local tanto las zapatillas como los «borcegos» se venden sin estrategias de comercialización definidas. Videau, con Miguel Silva Cueros y Jara, en OK Calzados, coincidieron, con matices, en subrayar el apoyo oficial a sus emprendimientos -cuya trayectoria ya supera una o más décadas, según el caso- en asistencia técnica y contactos comerciales, pero cuestionaron la falta de recursos financieros, algo generalizado en el sector pyme, y las desigualdades que existen entre sus empresas y las grandes cadenas de consumo.

La función del Estado, en este caso, sería tratar de «nivelar» esas asimetrías. Jara apuntó a la necesidad de ajustar los mecanismos del compre neuquino y privilegiar la producción local, no sólo al comercio minorista local.

Videau es un mendocino de 50 años que a los 14 comenzó a trabajar en una curtiembre de su provincia natal. Trabaja con todas las calidades de cuero: de pecarí y de vaca. De este último hay muchas variedades: una con un tratamiento que lo asimila al cuero de carpincho; napas y napones, vaqueta. Su producción, gran parte a mano, abarca las alpargatas, borceguíes, botas, camperas -«tengo más de 50

modelos distintos y más de 30 en stock»-, cinturones, mochilas, llaveros, portalápices y estuches para cortaplumas. Pero también fabrica alpargatas con lona, un material que utiliza para una versión de mochila. En la temporada invernal vendió unos 1.500 cinturones y está en condiciones de producir 120 pares de alpargatas por día.

A Lituania envió las alpargatas de cuero simples y forradas, cuyos precios al público oscilan entre los 25 y los 50 pesos. Las de lona son sensiblemente más baratas, dijo. De acuerdo con los informes del Centro PyME, «hubo mucho interés» de parte de los lituanos en ese producto.

Aquí, ese calzado se vende «en las principales ciudades de la provincia, en El Bolsón y en San Carlos de Bariloche», dijo Videau. Por lo general, se trata de comercios vinculados con la producción regional -las zapatillas de lona están ornamentadas con guardas pampa o mapuche, y algunos modelos de cuero tienen una terminación con cintas de hilo tejido-.

«En esos lugares se vende bien», aseguró Videau, y rescató la labor del Centro PyME

para establecer contactos de negocios con las empresas de consumo masivo. Sin embargo, señaló las asimetrías existentes entre unas y otras organizaciones.

Las condiciones exigidas por los hipermercados a los pequeños y medianos empresarios y productores, en especial en los precios que fijan al producto y en los plazos que ofrecen para pagarlo no son beneficiosas para el sector: «nosotros no podemos esperar 60 o 90 días para cobrar la mercadería», dijo, y recordó que esas grandes cadenas «cobran siempre al contado y nunca esperan más de 30 días, que es el plazo de las tarjetas de crédito».

Entonces, «el Estado debería intervenir en este circuito, como garantía del plazo, o sostén del precio; es algo que le falta al compre local», indicó.

Un producto todo terreno

NEUQUEN (AN).- Los borceguíes que fabrica Gustavo Jara en OK Calzados son de alta seguridad y de alta montaña, o «todo terreno». En la actualidad produce a pedido aunque su fuerte es participar en las licitaciones públicas que hacen organismos oficiales -Policía, EPAS, municipios-.

Sin embargo, pese a que es habitual que su empresa -donde trabajan cinco personas en total- se presente en las compulsas públicas, «terminan comprando en Buenos Aires o a los comerciantes locales, que solamente venden lo que compran allá».

Señaló que, pese al apoyo oficial en cuanto a técnicas de comercialización, contactos con mercados -sus borceguíes fueron a la feria de Lituania-, falta el soporte financiero que permita lograr ventajas en la competencia con las demás firmas.

Los borceguíes se venden fundamentalmente a guías turísticos y a andinistas, porque se trata de «un botín liviano» que está probado en el terreno. Por ejemplo, las suelas no están cosidas porque «las piedras las rompen; están clavadas y atornilladas».

También fabrica calzado a medida, para gente con problemas o con hormas especiales -ortopédicos-. Dijo que el sector petrolero no le encarga calzado «porque no dispongo de la maquinaria que me permita utilizar la goma especial que se utiliza en yacimientos hidrocarburíferos».

Jara hace 14 años que se dedica a la manufactura de calzado, algo que aprendió en Mar del Plata, de donde es oriundo, de su padre. El armado de los borceguíes es totalmente a mano, y el diseño es suyo.


NEUQUEN (AN).- Las alpargatas de cuero que fabrica Antonio Videau en su taller de la calle Montevideo y los borceguíes manufacturados por Gustavo Jara en su local de avenida Olascoaga, ambos de esta capital, viajaron en las valijas de la reciente misión neuquina a Lituania. Allí se exhibieron como "productos no tradicionales" de la provincia.

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