Octubre registró la mayor caída de reservas y depósitos en dólares del año
Las reservas del Banco Central terminaron el mes con una caída de 1.524 millones de dólares, según datos de la autoridad monetaria.
El súper cepo del gobierno aceleró la crisis cambiaria y el país registró en octubre la mayor caída de depósitos en dólares y reservas del Banco Central desde que asumió la actual gestión del presidente Alberto Fernández el 10 de diciembre de 2019.
De acuerdo a las cifras del Banco Central (BCRA), las reservas de la autoridad monetaria finalizaron en octubre con una caída de 1.524 millones de dólares, en tanto que desde que se implementó el súper cepo al dólar, el 15 de septiembre, los depósitos privados en divisas se derrumbaron 2.637 millones de dólares.
Las cifras representan la mayor caída en ambas variables que registra la actual gestión de gobierno desde su llegada al poder.
Paralelamente, la tasa de riesgo país finalizó el mes de octubre muy cerca del nivel de 1.500 puntos básicos, más precisamente 1.488 puntos, lo cual marca un límite muy cercano a las tasas diferenciales que debe pagar un país en default para financiarse.
Todo esto se dio en el marco de una gran inestabilidad cambiaria, con un dólar paralelo que llegó a rozar los 200 pesos para la venta, situación que se tranquilizó en la última semana gracias a una “andanada” de emisiones de deuda que hizo el Gobierno para cubrir el déficit fiscal, por un lado, y por otro, para ofrecer instrumentos de inversión más atractivos para los inversores y de esa manera quitarle presión al tipo de cambio.
La recuperación, demorada
Precisamente, la crisis cambiaria y el encarecimiento del crédito para el sector privado debido a una tasa de riesgo país tan elevada, sumados a la prolongación de la pandemia han complicado el ritmo de recuperación de la actividad económica, ya que a mediados de año se estimaba que la recuperación para este fecha sería bastante más firme de lo que está ocurriendo.
“La situación cambiaria y el hecho que la pandemia continúe tan firme, además con proyecciones de una inflación más alta están determinando un nivel más de recuperación mucho más atenuado”, recalcó Jorge Colina, director de Idesa, director del Instituto para el Desarrollo Social Argentino (IDESA).
Para Colina el mayor rebote de la economía se produjo en mayo y especialmente en junio, para luego en julio y agosto mostrar una mejora más acotada, y consideró que la situación se agravó más a partir de la crisis cambiaria.
“La situación cambiaria y el hecho que la pandemia continúe tan firme, además con proyecciones de una inflación más alta están determinando un nivel más de recuperación mucho más atenuado”
Jorge Colina
Economista IDESA
Teniendo en cuenta este panorama, Colina consideró que será muy difícil poder cumplir con la previsión de crecimiento económico del 5 por ciento previsto en el Presupuesto de 2021.
Por su parte, la economista y pconsultora María Castiglioni consideró que el problema más grave ahora es que la pandemia se ha profundizado en el interior del país, lo que ha provocado que el ritmo de recuperación se haya “enfriado” bastante.
“Este año va terminar con una caída del PBI cercana al 12 por ciento, pero por la situación de recesión que continúa en muchos rubros y el eventual segundo brote de la pandemia hace que sea muy dificultoso cumplir con la pauta de crecimiento para el próximo año”
María Castiglioni
Economista
“En marzo y abril se dieron las caída más fuertes de la actividad, y la recuperación se dio esencialmente en junio y algo más lento en julio y agosto. Está claro que ahora con la inestabilidad cambiaria el panorama desde septiembre hasta hoy se ve más complicado”, aseguró la especialista.
Además, consideró que la crisis cambiaria le agregó mucho ruido y temor a la actividad económica y a partir de eso se vio una considerable disminución en muchas actividades por la incertidumbre en cuanto al parámetro inflacionario, perdiendo la referencia de precios en diferentes rubros.
“Este año va terminar con una caída del PBI cercana al 12 por ciento, pero por la situación de recesión que continúa en muchos rubros y el eventual segundo brote de la pandemia hace que sea muy dificultoso cumplir con la pauta de crecimiento para el próximo año”, agregó la economista.
En realidad, algunas entidades de estudios económicos ya van anticipando un poco las cifras. Es el caso de FIEL, cuyo último informe detalla que la producción industrial en septiembre muestra una baja del 0,5 por ciento interanual, y una mejora del 0,2 mensual, lo cual es una cifra considerablemente más pobre de lo que se calculaba para esta época del año. El informe de FIEL destaca que el panorama de la industria es heterogéneo “con sectores que muestran marcados retrocesos interanuales como el caso del petróleo y la siderurgia y una mejora en el sector automotriz, insumos químicos y plásticos, alimentos y bebidas”.
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