Nuevas reglas para acceder a lotes sociales en Bariloche
El Instituto de la Vivienda municipal propone que, además de familias en situación vulnerable, se busquen candidatos con capacidad de pago.
El gobierno municipal se comprometió a generar este año no menos de 500 lotes sociales y los anuncios en ese sentido ya empezaron a generar expectativa entre los demandantes que están anotados en el registro y que a la hora de las adjudicaciones suelen ser ordenados por un criterio de “vulnerabilidad”.
El presidente del Instituto Municipal de Tierras y Viviendas, Javier Giménez, consideró que ese parámetro debería modificarse para tener en cuenta también “la capacidad de pago”. La sola mención de ese cambio ya estaba llamada a generar polémica, pero Giménez dijo que llevó la propuesta a la última reunión del Consejo de Tierras (donde participan concejales y organizaciones sociales) y fue “bien recibida”.
Señaló que si bien el Instituto “tiene autonomía” de acuerdo con su ordenanza constitutiva, cualquier decisión sobre ese tema deberá pasar por el Concejo.
Señaló que hoy el registro de demanda de lotes sociales, sin depurar, tiene unos 10.000 nombres, porque solo acumula nuevos inscriptos (de a 50 por semana en promedio) pero no contabiliza las bajas.
Según Giménez el registro se conforma con datos del instituto cruzados con los de la secretaría de Desarrollo Social y el número real de demandantes se reduciría a la mitad sólo con eliminar a los que ya encontraron solución habitacional.
En relación con la asignación de nuevos lotes, el funcionario dijo que el mecanismo de selección actual depende de un “puntaje” de los solicitantes que sólo pondera la “vulnerabilidad”. Pero observó que muchas veces los más vulnerables “tienen muy poca capacidad de pago”, con lo cual el promedio de cobrabilidad de los lotes ya otorgados por el municipio es bajísimo y no supera el 10%. Giménez dijo que “la cuota promedio es de unos 4.000 pesos pero la gente se atrasa, no puede cumplir”.
Según dijo Giménez, su idea es que el listado de prioridades para asignar los 500 lotes -u otros planes que surjan en adelante- se defina “la mitad con personas de alta vulnerabilidad y la otra mitad con aspirantes que también estén en el registro pero demuestren capacidad de abonar la cuota”.
Giménez aseguró que el plan Hábitat Bariloche, que le impuso al Instituto varias tareas, informes y relevamientos “es un antes y un después” para las políticas habitacionales en Bariloche.
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