No sólo había un arsenal, también un polvorín

JUNÍN DE LOS ANDES (ASM).- La finca del productor rural allanada la pasada semana en cercanías de La Rinconada y de la que se secuestraron más de 70 armas de fuego sigue ofreciendo sorpresas, esta vez como resultado de un nuevo operativo con espectaculares resultados: se hallaron 2.000 cartuchos; 2.700 vainas; 1.140 «puntas» o plomos para la confección de proyectiles, unos 50 kilogramos de pólvora y elementos de precisión para la fabricación de balas de diverso calibre.

Se trata de un verdadero polvorín, que fue encontrado por una comisión policial en un pequeño cuarto interior de la finca propiedad del conocido productor rural y administrador de haciendas, Mario del Campo, ubicada a unos 55 kilómetros de esta ciudad, en dirección al Collón Cura y a la vera del río Aluminé y la ruta 40.

La medida fue ordenada por la justicia federal de Zapala, por una investigación sobre «presunto delito contra la seguridad pública», y el procedimiento estuvo a cargo de la comisaría 25 de Junín de los Andes, con una comisión encabezada por el comisario Edgardo Navarrete.

El jefe policial confirmó los alcances del allanamiento y dijo que, de momento, no se exhibió ninguna documentación respaldatoria de la propiedad y tenencia de los bienes secuestrados, sin perjuicio de las evidencias y presentaciones que surjan luego en la continuidad de la investigación.

Conviene recordar que la intervención del juzgado federal de Zapala a cargo de Rubén Caro, es una consecuencia del primero de los allanamientos realizado la pasada semana por el juez penal Federico Sommer, de la Cuarta Circunscripción con asiento en Junín de los Andes, a propósito de una causa por presunta intimidación agravada contra unos cazadores oriundos de la ciudad de Neuquén.

Sommer había ordenado el allanamiento para identificar armas que pudieran eventualmente tener relación con la denuncia de los cazadores, encontrándose en esa ocasión con más de 70 piezas de diverso calibre, cuyo secuestro ordenó de inmediato ante la -inicialmente- falta de documentación respaldatoria.

Pero el juez juninense también advirtió la existencia del polvorín, por lo que dio parte del caso a su colega del fuero federal, quien el lunes ordenó finalmente un segundo allanamiento.

La comisión policial arribó a la finca alrededor de las 16 y trabajó allí hasta pasadas las 21 del lunes. Las fuentes confirmaron el hallazgo y secuestro de -aproximadamente- 2.000 cartuchos; 2.700 vainas; 1.140 puntas o plomos para la confección de proyectiles, y unos 50 kilogramos de pólvora distribuidos en una decena de frascos. Asimismo, se incautaron balanzas de precisión, martillos, calibres y otros elementos propios de la fabricación de proyectiles, tales como recargadora y fulminantes.

Desde ya, para la tenencia y uso de estos elementos se necesitan aprobaciones específicas del Registro Nacional de Armas, que de momento no fueron exhibidas. Todas los bienes serán sometidos a diversas pericias.

También trascendió que, por la peligrosidad de estos elementos de caer en manos inadecuadas, la Policía de Junín de los Andes y el juzgado federal de Zapala dispondrán de ellos en un sitio reservado.

Al mismo tiempo, se supo que el juez Sommer también avanza en su propia investigación ligada con la denuncia de los cazadores y el secuestro de las armas.