No llegan los dólares a la minera de Andacollo y temen un nuevo vaciamiento
Los trabajadores bloquearon el yacimiento ante el retraso en el pago de salarios. La empresa Trident justificó la crisis en la muerte de un inversor y las restricciones cambiarias. Quién es el magnate cuyo fallecimiento pondría en peligro el proyecto.
Los trabajadores de la mina de Andacollo se declararon en estado de alerta y detuvieron las actividades en el yacimiento metalífero del norte neuquino ante el retraso en el pago de sus salarios y el temor a un nuevo vaciamiento.
Como si se tratara de un deja vu, los operarios del proyecto de oro y plata que ahora gerencia la empresa Trident Southern Explorations de Argentina SRL, comenzaron a temer la posibilidad de que la firma abandone las instalaciones y vuelva a ocurrir lo mismo que con Andacollo Gold, que abandonó la mina a fines del 2014 sin pagar sueldos ni indemnizaciones.
«Desde el jueves estamos con medidas de fuerza. Bloqueamos el yacimiento y las oficinas en el pueblo hasta que se aclare la situación y algún responsable con poder de decisión venga a dar explicaciones», planteó el representante de Aoma, Javier Montañez.
El dirigente minero sostuvo que, hasta ahora, sólo se les depositaron 3.500 pesos por los sueldos de agosto, aunque aclaró que los problemas no sólo son por retraso salarial sino por falta de inversión. «El proyecto viene decayendo hace rato. Para nosotros, la situación es muy similar a la que ya atravesamos con Andacollo Gold y la falta de claridad genera mucho miedo», planteó.
«Ya se habló de la posibilidad de un receso. La última vez que ocurrió eso, con la anterior empresa, cuando volvimos del receso no quedaba nada», sostuvo Montañez, quien aseguró que los bloqueos son para «resguardar los bienes» del proyecto.
En un comunicado que la empresa envió a los trabajadores y a sus representantes sindicales y que publicó el sitio local entrecordilleras.com.ar, el presidente de la firma, Mischa León Aleksander, reconoció que «la empresa se encuentra transitando circunstancias difíciles en orden a cuestiones estructurales».
«No estamos en condiciones de pagar las remuneraciones del mes de agosto en su totalidad. Vamos a pagar un porcentaje inferior en relación al mes anterior», planteó.
Justificó la situación en las medidas de control de capitales dispuestas por el gobierno nacional que «generaron cautela adicional en los inversores y una alerta que se extendió a la totalidad de los bancos locales que esperamos aclarar». A ello sumaron «el fallecimiento de un inversor» como circunstancia que detuvo el ingreso de dinero.
«Río Negro» publicó en septiembre de 2016, luego de que se adjudicara el proyecto minero de Andacollo a la empresa Trident, que la empresa se financiaría a partir de un préstamo que le otorgaría una firma de bienes raíces con asiento en Nevada, Estados Unidos.
En el contrato al que accedió este diario figuraba un acuerdo en donde la sociedad Transcontinental Realty Advisors Inc indicaba que “prestará a Trident SE para el desarrollo del Proyecto Minero 100.000.000 dólares por medio de una línea de crédito”.
Lo firmaba Steven Shelley, vicepresidente de Transcontinental, aunque el principal hombre detrás de la compañía era Gene E. Phillips, un magnate de los negocios inmobiliarios, con base en Texas, y cuya muerte el 16 de agosto a los 82 años ahora pondría en jaque todo el proyecto.
Cuando Trident se presentó en la licitación para operar el yacimiento, había reconocido entre sus fortalezas la “liquidez” de sus inversionistas en Estados Unidos y su vínculo con refinerías suizas como la MKS.
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