No está definido cómo se usará la calle Mitre de Bariloche
Hace falta un plan de manejo. El gobierno municipal quiere buscar acuerdos con los comerciantes. Las motos sobre la vereda, las rejas apoyadas en árboles, la recolección de residuos y el uso compartido entre autos y peatones: todo está por hacerse.
Vidriera turística y epicentro comercial de la ciudad, la calle Mitre fue “entregada” hace sólo tres semanas por la empresa constructora que completó las obras de remodelación y una de tareas pendientes es la de precisar y ajustar los protocolos de uso, que necesariamente se aplicarán de modo “progresivo”.
No hay un plan de manejo claro y definitivo, aunque sí una definición inmodificable: Mitre pasó a ser una calle de “convivencia” con trato privilegiado para el peatón.
La circulación de autos y camionetas y utilitarios de hasta 3.500 kilos (por ahora) no está vedada, pero los transeúntes de a pie han ganado espacio con el ensanche de las veredas y tienen derecho a cruzar por cualquier lado.
“Es lo que les explicamos a los que preguntaron por qué habíamos pintado las sendas peatonales en las calles que cruzan pero no sobre Mitre. Porque en esa calle tienen prioridad y el vehículo los debe respetar” explicó el secretario de Servicios Públicos, Eduardo Garza.
A su cargo está la recolección de residuos, que por ahora y de modo provisorio se cumple con el método tradicional del trabajador que recoge las bolsas de la puerta de cada comercio y las acumula en la esquina para cargarlas al paso del camión.
Garza dijo que “hay que reunirse con los frentistas para coordinar mejor ese tema”, porque el municipio quiere que todos dejen sus residuos en los contenedores ubicados en las calles transversales y los clasifiquen en “secos” y “orgánicos”.
La recolección se cumple actualmente de lunes a lunes desde las 6 hasta cerca del mediodía. Según Garza “es viejo y va a desaparecer, no sólo en Mitre sino en todo el microcentro”.
El barrido de aceras comienza a las 4, también todos los días y tiene un segundo turno de 14 a 18. Se realiza en forma manual, con escobillones y por ahora no se usan las barredoras mecánicas compradas en principio para Mitre, pero derivadas luego a las delegaciones.
Garza dijo que el tránsito pesado está prohibido por ahora pero se trata de un tema a revisar porque “el hormigón que se colocó en definitiva soporta el peso sin problemas”.
El tránsito
Mitre dejó de ser una vía habitual de circulación vehicular para dirigirse hacia el este de la zona céntrica y esa demanda fue absorbida por Elflein y Vicealmirante O’Connor. Los rodados hoy transitan en forma espaciada y deben respetar una máxima de 20 kilómetros por hora.
El estacionamiento está prohibido, salvo en las dársenas delimitadas por bolardos, y para “ascenso y descenso de pasajeros”.
Los autos en espera deben tener una persona al volante y no permanecer más de diez minutos, si no son multados.
Peso máximo
El director de Tránsito y Transporte, Carlos Catini, dijo que la normativa de peso máximo data “de la época en que colocaron adoquines, pero hay que cambiarla”.
Anticipó que se tenderá a habilitar los micros convencionales (no los doble piso) y también los camiones de basura. “Los de carga y descarga de mercadería podrán pasar, pero no detenerse, para eso tienen espacios reservados en las calles laterales”, afirmó.
Catini reconoció que las motos constituyen un problema y hoy muchos las dejan en cualquier lado, sobre las veredas. Dijo que esa práctica está prohibida y comenzarán a sancionar luego de disponer espacios específico a 45 grados, en las esquinas.
Otra de las medidas en estudio es la prohibición de dejar rejas de los locales apoyadas en los frentes, en las marquesinas o columnas de alumbrado, algo que se repite en casi todas las cuadras de la principal calle comercial del turismo barilochense.
Pedro Drajzibner, un comerciante de la primera cuadra de Mitre, dijo que resta resolver algunas cosas como el uso de los bancos de hormigón, que no conformaron a nadie y que “ya fueron apropiados por los skaters” que los usan para sus piruetas.
Los skater, precisamente, parecen ser los más contentos con el diseño final de la calle, muy lejos de la belleza prometida en un principio.
Un diseño que no refleja la identidad de la ciudad
La fisonomía actual de la calle Mitre luce prolija y genera cierto alivio no verla llena de vallas y de escombros, como ocurrió durante casi cuatro años. Pero no dejó conforme a casi nadie.
Un grupo de “profesionales del diseño” que trabajan en Bariloche cuestionaron varios aspectos del proyecto, al que descalificaron porque fue elaborado “principalmente por arquitectos”, cuando lo ideal habría sido que interviniera un “equipo multidisciplinario”.
También criticaron que no haya mediado una “participación e intercambio con la comunidad”. Y a modo de ejemplos subrayaron el absurdo de colocar bancos de hormigón (poco acogedores en invierno, cuando el frío congela las superficies), papeleros “fabricados en otros lares”, bolardos de “estética portuaria” y bicicleteros que ganaron un concurso en la ciudad de Buenos Aires, pero que no responden a un diseño de inspiración local.
De hecho, hay alcantarillas cuyas rejas dicen GCBA (Gobierno de la Ciudad de Buenos Aires).
Los ómnibus y los manteros
Liliana Cabrera es la titular de una tradicional juguetería de Mitre 367 y durante el largo y accidentado proceso de obra fue una de las voces visibles de los frentistas. A su juicio, “faltan resolver unas cuantas cosas y habrá que ir de a poco”. Dijo que tanto ella como los demás consorcistas de Mitre quieren evitar el ingreso de vehículos de gran porte y ya han denunciado la presencia de infractores, que el “municipio prometió controlar”.
También les preocupan los artistas callejeros y la venta ambulante. “Esto a favor de las artesanías, todas las ciudades tienen artesanos y son un gran aporte. Pero debe estar ordenado y con lugares asignados”, opinó.
Dijo que está pendiente de resolver “un espacio para las motos”. Y otro tema que consideró “peligroso” es la abundancia de chicos en skate y patines.
Dijo que “será necesario planificar bien la recolección de la basura, colocar más contenedores y tal vez tengan que pasar dos veces al día”. Admitió que “todo hasta ahora ha sido prueba y error”, pero subrayó que “hay predisposición para el trabajo en conjunto”.
Vidriera turística y epicentro comercial de la ciudad, la calle Mitre fue “entregada” hace sólo tres semanas por la empresa constructora que completó las obras de remodelación y una de tareas pendientes es la de precisar y ajustar los protocolos de uso, que necesariamente se aplicarán de modo “progresivo”.
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