“Ni siquiera pueden controlar a quién se venden las tierras fiscales”
Sr. gobernador y coterráneos de la Línea Sur: La minería aurífera desarrollada en otros lugares del mundo y de nuestro país, por las mismas corporaciones que se piensan radicar acá, han dejado efectos gravísimos en el ambiente y la salud de las personas. En dichos Estados y provincias, algunos más poderosos que nosotros, con controles ambientales y fiscales más sofisticados que los nuestros, los efectos de la minería metalífera a gran escala, con cianuro o sin él, fueron devastadores. En Río Negro no pueden controlar siquiera a quién se venden las tierras fiscales, por lo que resulta grotesco decir que se va a controlar a estas grandes corporaciones que tienen capitales superiores a todo un presupuesto provincial anual. En Río Negro, la minería hidrocarburífera hace lo que quiere, ya que las compañías petroleras pagan las magras regalías en base a declaraciones juradas confeccionadas por ellos mismos y se dan el lujo de no invertir en exploración, pese a que es una obligación contractual. El control está en manos de la policía hidrocarburífera que tiene siete empleados, dos de los cuales están en la oficina de Viedma, y los restantes necesitan que las empresas petroleras les provean camionetas, notebook, etc., para desarrollar su tarea. Conclusión: sacan el petróleo que quieren y nadie los controla. ¿Así pretenden controlar a las empresas mineras? Sobre esto el nuevo gobierno no se expidió. Calla frente al poderoso. La minería del oro da sólo algunos puestos de trabajo, no más que los empleados en las obras viales de la Ruta 23, y se lleva innumerables minerales sin declarar, contamina el ambiente, destruye la naturaleza y el atractivo turístico de la región, amenaza la pureza y cantidad del agua potable que yace en el subsuelo, no paga impuestos y es dañina para la salud de los trabajadores y de la sociedad en su conjunto y, sobre todo, no es sustentable, porque compromete las posibilidades de desarrollo de las generaciones futuras. La gente de la Línea Sur sabe bien qué hacer para revertir la realidad productiva. Pregunten y encontrarán respuesta. El proyecto de derogación de la ley anticianuro es inconstitucional, ya que no prevé audiencia pública sino un engendro de comisiones más parecido a una avivada, en el cual no tiene participación ninguna persona originaria de la Región Sur. No necesitamos mandamases que vengan de otras partes de la provincia a imponernos lo que quieran a cualquier precio. Por otro lado, es falso que no se pueda prohibir el uso de cianuro o mercurio por no estar probado que su empleo sea perjudicial al ambiente o a la salud. El artículo 4° de la Ley General del Ambiente N° 25.675 dice: “La interpretación y aplicación de la presente ley, y de toda otra norma a través de la cual se ejecute la política ambiental, estarán sujetas al cumplimiento de los siguientes principios: (…) Principio precautorio: Cuando haya peligro de daño grave o irreversible la ausencia de información o certeza científica no deberá utilizarse como razón para postergar la adopción de medidas eficaces, en función de los costos, para impedir la degradación del medio ambiente”. Si hay duda, deben prevalecer la cautela, el cuidado, la responsabilidad, la mesura, porque lo que está en juego es el daño irreparable que se puede causar en la vida o la salud del ser humano y del ambiente en su conjunto. Asimismo, no puede hablarse de explotación de oro sin un estudio hidrogeológico completo del subsuelo rionegrino que evalúe la cantidad, calidad y distribución del agua subterránea y permita determinar si se pueden utilizar cada día millones de litros de agua de máxima pureza por cada una de las propiedades mineras. ¿Por qué no se habla de los montos de los impuestos y regalías que pagarán las compañías y la forma de recaudarlos? Propongo que las deudas generadas por acuerdos preelectorales las paguen los políticos con sus bienes particulares, no embargando el patrimonio social de Río Negro y de sus generaciones futuras. El pueblo de la Línea Sur está cansado de una vida de postergación. La mayor afrenta sería que ahora se pase a una etapa de entrega, aprovechando vergonzosamente la grave situación climática por la que atraviesa. Mi familia está en la Región Sur desde 1880, nací y me crié en Los Menucos, conozco la historia y la realidad de la región. Pasamos a lo largo de la historia por crisis iguales o más graves que éstas y nunca fue necesario bajarse los pantalones como ahora este gobierno pretende “con la excusa perfecta de que no hay otra cosa que hacer”. Gastón E. Lauriente, DNI 26.808.194 - Los Menucos (N de la R. Esta carta fue recibida días antes del fallecimiento del gobernador Carlos Soria.)
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