El arroyo Durán tendrá una pileta gigante

Las palas y camiones volcadores no lograron aún modificar la parsimonia de la fauna del arroyo Durán a la altura del ingreso al sector de viviendas de las “127 hectáreas”. Allí la maquinaria pesada inició los trabajos para generar una “pileta seca” que servirá para mitigar las inundaciones en los barrios durante las lluvias extraordinarias.

Se trata de unas 12 hectáreas denominadas “zona de expansión”, que forma parte del proyecto de mejoramiento y saneamiento del arroyo Durán, iniciado por la subsecretaría de Recursos Hídricos de la provincia.

“Volverá a funcionar como un brazo del río”, dijo el subsecretario de área, Horacio Carvalho. Hace años, el Durán comenzaba en el río Limay a la altura del puente de Las Perlas. Luego las urbanizaciones del sector cerraron la boca de entrada. Esto reduce considerablemente el caudal y la corriente del curso de agua que desemboca en el sector de los clubes privados del Limay. El arroyo conduce el agua de lluvia y el remanente de los canales de riego que desemboca en los pluviales de la ciudad.

En la zona donde se realizan los trabajos, de un lado del arroyo están las viviendas de “las 127 hectáreas”, del otro habrá una gran pileta (en un nivel más bajo que el arroyo) que contendrá las crecidas extraordinarias como las de 2014 ó 2016. El canal se abrirá, formará una gran laguna.

A partir de este frente de obra, que tiene un plazo de ejecución de más de 200 días, “cuando caigan tormentas fuertes, los barrios Don Bosco II, III y Limay no se inundarán porque desbordará todo en la zona de expansión”, detalló el funcionario.

Carvalho agregó que durante las épocas de pocas lluvias, el lugar será preservado como un parque recreativo. No podrá ser habitado bajo ninguna circunstancia por ser zona anegable, agregó.

Mientras las máquinas sacaban árboles y removían el terreno, los chimangos aprovechaban la tarea y buscaban su presa entre la maleza cortada.

A partir de la instalación del puente Bailey, esa zona del cruce sobre el Durán, se transformó en el principal ingreso y egreso de los vecinos que viven en 127 hectáreas, que hasta ahora sólo tenían salida por “los polvorines” o la calle Senguer.

Los otros dos puntos importantes para el acondicionamiento del Durán serán la bocatoma del río Neuquén, a la altura de Las Perlas y en el otro extremo aguas abajo, la salida por el club Biguá, en calle Río Negro.

“El Durán era un brazo del río, y siempre ingresaba agua cuando el río estaba alto; pero la urbanización a lo largo de los 10 kilómetros de su trazado, cambió su uso y el ingreso constante se cortó con los años”, explicó .

“A partir de esta obra en la bocatoma, el río tendrá un ingreso controlado de 1 metro cúbico por segundo”, explicó Carvalho. A la altura de las 127 hectáreas, el arroyo trae una capacidad de conducción que supera los 4.000 litros por segundo.

Las tareas de limpieza y dragado dentro del arroyo que se realizaron ayer, demostraron una desidia importante de parte de los vecinos de la ciudad, en cuanto al arrojo de basura. Las máquinas retiraron lavarropas, cubiertas y hasta el chasis completo de un auto.

El Durán también presenta un serio problema de contaminación, debido a las conexiones clandestinas de efluentes cloacales. Como parte del proyecto de saneamiento, se contempló la clausura de toda boca no permitida que derive los líquidos al arroyo. Desde el EPAS aseguraron días atrás, que cuando cierran un conexión a los pocos días está funcionando nuevamente.

En números

En el Durán desemboca el 80% de los pluviales de la ciudad. El resto lo hace en el arroyo Villa María, que en gran parte de su recorrido está entubado.

“Volverá a funcionar como un brazo del río. Antes ingresaba el agua por la zona de Las Perlas, pero la urbanización cambió su uso”,

comentó Horacio Carvalho, subsecretario de Recursos Hídricos de la provincia.