Antes de las elecciones, el gremio docente resaltó el trabajo con la ESI

La aplicación de una ley que se sancionó hace 12 años, la de Educación Sexual Integral, se puso en el centro del debate general este año, de la mano del debate por el proyecto de interrupción legal del embarazo que obtuvo media sanción en la Cámara de Diputados. Sin embargo, en las aulas, los esfuerzos por impartir estos contenidos no son novedosos.

Este aspecto buscaron valorar desde la conducción del gremio docente ATEN, que actualmente está a cargo de Trabajadores por una Educación Popular (TEP) y que busca renovar su mandato en las elecciones de este martes.

Mientras recientemente una de las líneas opositoras, que conduce la seccional capitalina, promovió la realización de una encuesta sobre ESI propuesta por el Foro “por el Derecho a decidir” para tratar de avizorar un panorama de situación, desde la dirigencia provincial resaltaron la construcción de otro tipo de espacio, como fueron los foros y congresos realizados junto a La Colectiva Feminista La Revuelta sobre la temática, en los que se posibilitó el intercambio y la generación grupal de sentido.

En este sentido, ATEN se posicionó como uno de los gremios en los que la Educación Sexual no sólo no está en discusión sino que es transversal, aseguró la vocal gremial Marisabel Granda, tanto en lo que implica la defensa de los derechos laborales como también en el ejercicio profesional.

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Siguiendo esta línea, el gremio se metió en la historia de la aplicación de la ESI desde el 2008, cuando exigió, sin suerte, la conformación de las comisiones de contenidos curriculares, y que afirman que se fue expandiendo y entrelazando con organizaciones. Pero también aclararon que hubo escollos. “Seguramente tenemos que seguir trabajando, pero hay que resaltar todo lo que se hace, muchas veces en una soledad institucional, porque sino nos gana el pesimismo, y estos esfuerzos valen la pena”, resumió Ruth Zurbriggen, integrante de ATEN.

Para la docente, iniciativas como la encuesta favorecen “a la fragmentación, la lógica del sálvese quien pueda” y aunque coincidió en que la escuela tiene que poder interpelarse y que en esa acción el cuerpo docente es fundamental, consideró que el proceso pierde fuerza si el trabajo no es colectivo.