A fin de año Neuquén tendrá plazas más modernas

Las plazas de la ciudad de Neuquén están cambiando. En algunas los cambios son radicales, en otras casi imperceptible. Pero sea cual sea el caso, lo cierto es que los aproximadamente 700 espacios verdes que existen en todo el ejido se verán diferentes a fin de año, cuando finalice el plan de mejoramiento que implementó el Municipio capitalino.

En 2018 la Municipalidad prevé invertir poco más de 22 millones de pesos en la remodelación y consolidación total de plazas y otros 12 millones en un plan de mejoramiento de bulevares, diagonales y plazoletas.

Las obras comenzaron en tres plazas céntricas que son de las más antiguas de Neuquén. Güemes, Roca y Ministro González. Son los espacios verdes donde se ven los mayores cambios. Hay recambio total de veredas y demolición de los tradicionales canteros que rodeaban sus perímetros.

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Para los nostálgicos vecinos es como perder un poco de la tradición constructiva de los espacios verdes del centro. Para otros es un cambio necesario porque entonan con la modernidad que va adquiriendo la ciudad en otros puntos recreativos.

“La decisión de eliminar los canteros tiene que ver con una intención de quitar las barreras arquitectónicas que dificultan el tránsito a las personas con discapacidad motora, personas con disminución visual y ciegos. Tiene que ver con lograr espacios despejados”, explicó Mariel Bruno, subsecretaria de Obras Públicas del Municipio.

En plaza Roca, frente a Casa de Gobierno, se están invirtiendo unos 7 millones de pesos para eliminar canteros, construir nuevas veredas, renovar la luminaria y colocar nuevos cestos de basura y bancos. Los trabajos demandarán tres meses.

La plaza Ministro González está invadida de máquinas y montículos de arena. Allí ya no quedan canteros a la vista y sus veredas internas son un recorrido de tierra y escombros. Se colocarán además nuevas luminarias y las que ya existen serán reemplazadas por led para bajar el costo del consumo. La inversión en este caso es de 8.484.000 pesos y los trabajos tienen un plazo de ejecución de 90 días.

En la Güemes quedarán transformados en obras nuevas unos 5.381.000 pesos. Se aplicará el mismo plan de trabajo que en las plazas anteriores.

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Bruno agregó además que también se colocaran juegos para la salud e integrados.

La remodelación de espacios verdes no queda circunscripta solo al centro de la ciudad. El Municipio además está construyendo cuatro playones deportivos en los barrios Parque Industrial, Sapere, Yupanqui y Huiliches. Para esto desembolsará 1.545.800 pesos.

“También estamos trabajando en el resto de los espacios verdes de los barrios. Recambiamos luminarias, juegos, bancos y cestos de basura rotos. También junto con Espacios Verdes estamos analizando el estado de los árboles de todas las plazas, los que están enfermos o son peligros se retiran y se evalúa la plantación de nuevos ejemplares”, sostuvo Bruno.

La plazoleta de los Inmigrantes, de Mitre y Tierra del Fuego, también está en obra. Allí se invierten 5.700.000 pesos.

Desde la Municipalidad proyectan cerrar el
año con unas 700 luminarias led nuevas
o reemplazadas. La obra incluye también las ciclovías y bicisendas.

El monumento a quien

impulsó la capitalidad

En 1964 una nueva ordenanza sancionada por el Concejo Deliberante autorizó la colocación de un monumento de Joaquín V. González en la plaza de la calle del mismo nombre.

La norma autorizó al Poder Ejecutivo para que transfiera a la dirección de Cultura una partida de 50.000 pesos moneda nacional para solventar los gastos que demande la obra de esculpir el monumento y la construcción de su basamento.

Esa plaza fue una de las primeras en contar con juegos integrados para niños con discapacidad, luego de que en 2013 se sancionara una ordenanza que insta al municipio dotar de esos juegos a todas las plazas de ciudad, a razón de dos espacios por año.

El proyecto de la plazoleta de los Inmigrantes de Tierra del Fuego y Mitre demandará un gasto de 5.700.000 pesos.

“Retiramos los canteros para eliminar las barreras arquitectónicas que dificultan el paso de personas con discapacidades”.

Mariel Bruno es subsecretaria de Obras Públicas del Municipio.

Un lugar donde retumban los pasos de los gobernadores

La plaza Roca ya era emblemática cuando se construyó el actual edificio de la Casa de Gobierno en 1908 y tiene una linda historia de aquella época.

Cuentan las crónicas que se conservan en el Archivo Histórico municipal que los fondos eran escasos para levantar el edificio, pero era grande el sentido de pertenencia de los vecinos por la ciudad incipiente que comenzaba a surgir.

Cuando comienzan a levantar la fortaleza gris que funcionó primero como Jefatura de Policía, la plaza Roca no tenía nombre pero sí era un punto de encuentro dominguero para los vecinos. Allí se daban cita para un paseo bajo el sol otoñal, para desenrollar un nuevo amor o para enterrarse de los últimos chismes sociales.

Cuando a principios de 1900, con la capital ya instalada en la Confluencia, Adalberto Staub inicia la construcción del edificio de la Jefatura, consideraba que era necesario que tuviera un imponente reloj no solo para “hermosear” la torre principal sino también para que los vecinos puedan saber la hora. El reloj alemán que fue traído en 1909 para tal fin era muy costoso para las arcas del Estado. Era caro pero no imposible y así los vecinos organizaron en la plaza Roca kermeses durante los fines de semana para juntar el dinero para adquirir la pieza.

Más cerca en la historia actual, en septiembre de 1964 el Concejo Deliberante sancionó una ordenanza que autoriza la colocación del monumento a Roca en la plaza. Aprobó que se destinen 75.000 pesos moneda nacional para los gastos de construcción del basamento. La propuesta fue presentada por la dirección de Cultura de la provincia, que se hizo cargo de afrontar los gastos de creación del monumento.

El espacio que conserva la despareja forma de la barda

Los NyC (Nacidos y Criados) de Neuquén saben muy bien que las plazas del centro están y siempre estarán directamente asociadas a los triciclos y los moretones de infancia, los primeros besos adolescentes y el paseo con los hijos primero y con los nietos años después.

Muchos de esos recuerdos se guardan en la plaza Güemes con sus desniveles empinados. Pero también ese espacio verde forma parte de algo mucho más amplio. Fue declarado por el Concejo Deliberante “Patrimonio Natural Paisajístico de la ciudad”.

En abril de 2004 y a instancia de un pedido presentado por la profesora Rosana Süther, se sancionó la ordenanza 9947 que resguarda esa plaza “la cual no podrá ser demolida, alterada o destinada a otra función que no sea la de espacio verde de carácter público, respetando sus características urbanísticas y naturales. Ante la necesidad de realizar obras, las mismas deberán estar dirigidas a reforzar la función de espacio verde original de este bien del patrimonio urbanístico”, dice el artículo segundo de la norma.

En ese momento era presidente del Concejo Deliberante, el radical Néstor Burgos y el intendente Horacio Quiroga fue quien mediante el decreto 485 le dio vía libre a la ordenanza.

En 1984 los concejales sancionaron la ordenanza 1900 que le cedía a Lalcec una fracción de 400 metros cuadrados para la instalación de una calesita en el sector destinado a juegos infantiles. El plazo de autorización fue de diez años. Se aclaró en ese momento que dicha espacio no podría ser utilizado para otro destino que no sea el de funcionamiento del juego mecánico.

Durante la segunda intendencia de Quiroga existió un proyecto para instalar allí un paseo de comidas con food track, idea que solo quedó en las intenciones de funcionarios.

En números

Juan thomes

El avioncito: parte del patrimonio sentimental de los vecinos

El Municipio derribó el avioncito de cemento que se encontraba en la plaza Ministro González y cosechó un sinfín de críticas a través de las redes sociales.

Las fotos de los escombros comenzaron a ocupar las páginas de Facebook con declaraciones de vecinos que recordaban haber pasado horas enteras disfrutando de ese juego de cemento o contando cómo sus hijos disfrutaban trepando y recorriendo el cilindro interno de la construcción.

La subsecretaria de Obras Públicas del Municipio, Mariel Bruno, explicó que la decisión tuvo que ver con eliminar toda barrera que pusiera en peligro a los niños que a diario concurren a esa plaza. Contó que se encontraba con bordes muy filosos que podrían ocasionar heridas serias en los más pequeños.

El avioncito tiene al menos cuatro décadas de existencia, pero no forma parte del patrimonio histórico de la ciudad.

1.000.000

de pesos está destinado para la iluminación de las plazas de los barrios de la ciudad. Otro 1,5 millón de pesos irá para lámparas en bulevares.

leelo en www.rionegro.com.ar