Neuquén, lejos de ser una ciudad inclusiva y accesible

Existen cuatro ordenanzas que legislan sobre plazas integradoras, menús y cartelería en Braille e intérpretes en lengua de señas. Casi no se aplican. Las veredas son una trampa para las personas con movilidad reducida.

La ciudad de Neuquén mantiene históricamente una deuda grande con las personas con discapacidad. Pese a las acciones esporádicas que se sucedieron a través de los años, solo algunos pocos espacios públicos y sectores privados son empáticos con las personas con discapacidad.

Así se les impone un mapa de lugares por donde pueden circular y desarrollar sus actividades diarias de manera independiente, excluyéndolas del resto. Mientras esto siga sucediendo, Neuquén seguirá siendo una ciudad poco inclusiva.


Durante muchas décadas las administraciones municipales se dedicaron a gobernar y gestionar para las “mayorías”, con una mirada sesgada y recortada del gran universo que componía y compone la capital neuquina. Fueron las organizaciones de familias y amigos las que se pusieron la causa al hombro y lograron los primeros avances.


En tiempos modernos, los gobiernos se vieron obligados a dejar de mirar para otro lado y tuvieron que actuar. Pero fue con poquito, de a poquito. “En la medida que lo permiten las partidas presupuestarias”.


Ejemplos de esto hay muchos. Por caso, mencionamos algunos: en 2012 se sancionó la ordenanza 12.440 que establecía la instalación de juegos infantiles para el disfrute pleno de todos los niños y niñas, en igualdad de condiciones. La implementación de esta norma, a 9 años de su sanción, sigue siendo una deuda pendiente.


En 2014 una nueva ordenanza era aprobada por el Concejo Deliberante, la 13.074, que establece la obligatoriedad de poseer menús en Braille en bares, cantinas, confiterías, restaurantes y boliches bailables. Existen, pero algunas pocas. Después de 7 años deberían ser casi todas o todas.

Estamos acompañando a todas las asociaciones de familias de personas con discapacidad, ante a un Estado ausente”.

Luciana De Giovanetti, secretaria de Ciudadanía.


Cinco años después llegaba la ordenanza 13.925 que replicaba la iniciativa pero para las paradas del Metrobus, los carriles preferenciales. Ocho meses después las puertas del mundo se cerraban por la pandemia por el coronavirus. Pero llegó el 2021 con el avance paulatino de aperturas y la obra pública que nunca cesó.

La información en Braille sobre líneas y recorridas del transporte público, es aún otra deuda pendiente. Este sistema de signos tampoco existe en los nomencladores de calles ni en la cartelería informativa de los monumentos.


Hace unos años, se colocaron semáforos con señales sonoras para que las personas ciegas pudieran cruzar las calles sin peligro. La iniciativa fue celebrada desde todos los sectores. Sin embargo, poco se avanzó en esto. Hoy existen unas contadas esquinas con este dispositivo. Incluso hay calles muy transitadas en las que no existen los semáforos inclusivos.


También en 2014, se promulgó la norma 13.051 para que todas las personas sordas e hipoacúsicas pudieran contar en las oficinas públicas con un equipo de intérpretes en lengua de señas para acompañarlos en la gestión de los trámites, en la participación de actos protocolares y en actividades públicas. Desde el Municipio confirmaron que se cuenta con este grupo que recorre todas las dependencias municipales y que se encarga de realizar capacitaciones para todos los agentes municipales.


Según pudo saber Río Negro la cantidad de intérpretes de lengua de señas en relación a la cantidad de contribuyentes que los necesitarían es muy reducida.

En cuanto al resto de las dependencias públicas y privadas que funcionan en la ciudad, desde el Municipio reconocieron que en bancos, entidades financieras, compañías de seguro, empresas prestadoras de servicios, no se cuenta con un personas capacitadas en lengua de señas, lo que pone a las personas sordas en estado permanente de desigualdad.


Veredas y obstáculos


Un capítulo aparte merecen las veredas de la capital, un territorio minado de peligros para las personas con movilidad reducida. Con pozos, desniveles, muy estrechas, sin accesos en condiciones; un sinfín de irregularidades que complican la vida de más de uno. Quien transita en sillas de ruedas o con muletas, está obligado a bajarse a la calle, con los riesgos que ello implica. Y mientras tanto, se muestran orgullosas las rampas en los paseos más coquetos de la ciudad.

En este sentido, hay una gran responsabilidad del Municipio tanto sobre los espacios públicos como en las veredas de los privados. Mientras avanzaban grandes obras, ningún funcionario puso ni pone el ojo en las aceras.
Desde la comuna refutaron esto mencionando las nuevas veredas con rampas que se construyeron en el hospital Castro Rendón. Pero, como dice el dicho, una golondrina no hace primavera. Falta mucho aun.


“Trabajamos en la generación de políticas públicas para la inclusión”


Que exista un cartel con lengua de seña no significa que el espacio verde sea inclusivo. (Florencia Salto)

La secretaria de Ciudadanía del municipio, Luciana De Giovanetti, aseguró que aún queda mucho por hacer en materia de inclusión y accesibilidad, pero de esta gestión hizo y está haciendo mucho más de lo que se hizo en anteriores administraciones municipal.


“Desde que asumimos junto al intendente Mariano Gaido tomamos para una prioridad este tema. Y estamos acompañando a todas las asociaciones de familias de personas con discapacidad que nacieron frente a un Estado ausente, con políticas públicas concretas”, dijo la funcionaria. En este sentido, detalló todo lo que se está haciendo.

Conformamos un equipo de intérpretes de lengua de señas, conducido por dos personas capacitadas y una persona sorda que nos acompaña como asesor. Este equipo está a disposición para concurrir a las dependencias municipales para asistir a los contribuyentes que lo necesiten. Además, son los encargados de capacitar al personal municipal”, explicó De Giovanetti.

Hasta el momento se capacitaron más de 600 trabajadores y se continúan realizando talleres sobre lengua de señas en las comisiones vecinales de los barrios.

En cuanto a las plazas integradoras y para la salud, los semáforos con señales auditivas para personas ciegas y cartelería en Braille, la funcionaria comentó que existen varios proyectos que se realizarán en conjunto con otras áreas de la municipalidad, “en la medida que lo permitan las partidas presupuestarias”. La secretaria de Ciudadanía detalló además, que al inicio de la gestión se conformó el Consejo Municipal de la

Discapacidad para generar políticas tendientes a convertir a Neuquén en una ciudad inclusiva y accesible. Mencionó además, el programa “Gabinete en tu barrio”, mediante el cual los funcionarios recorrer cada sector de la ciudad y hablan con los vecinos para poder detectar las necesidades primordiales.

Por otra parte, destacó la página web del municipio, que tiene diferentes soportes para que las personas con alguna discapacidad puedan realizar sus trámites desde su hogares.


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