Neuquén amplió el área de Salud Mental durante la pandemia

Se crearon más de 54 cargos. En la provincia no sólo llegaron profesionales para contener las contingencias físicas que genera el coronavirus, sino también para asistir los padecimientos psicológicos.

Hace tiempo que Julio pensaba en empezar terapia. Se había quedado sin trabajo a principios de año y no puedo hallar otra fuente laboral durante la crisis económica y sanitaria por la pandemia del coronavirus. El jueves 24 de septiembre, su padre murió tras transitar varios años la enfermedad de Alzheimer. Fue luego de ese hecho que decidió comunicarse con el Área de Salud Mental de Neuquén para solicitar un turno con una psicóloga. Una semana después ya tuvo la primera sesión y ahora asiste semanalmente para continuar con su tratamiento.

La pandemia aceleró la ampliación del sistema de Salud en todo el país, incluida la provincia de Neuquén. Pero no solo llegaron más enfermeros y médicos para atender las contingencias físicas que genera la covid -19, sino que también llegaron profesionales de la salud mental, entre ellos psicólogos, psiquiatras, trabajadores sociales y acompañantes terapéuticos.

La representante del Área de Salud Mental y Adicciones de la provincia, Laura Soto, indicó que durante los meses de pandemia se crearon 54 cargos destinados al sector. Agregó que dentro de los 300 profesionales sanitarios que llegaron en estos ocho meses a Neuquén, estaban incluidos también agentes de salud mental.

Soto señaló que, a fines del año pasado, hicieron un relevamiento y un mapeo en el interior para conocer las necesidades del área en las distintas localidades. “Ya se estaba trabajando, lo que hizo la pandemia fue acelerarlo”, enfatizó y recalcó: “Fue mucho trabajo para ponernos a tono con lo que pasaba”.

Así se habilitaron dispositivos de asistencia psicológicas divididos en cinco zonas, que llegan a lo largo de toda la provincia. Los dispositivos atienden la urgencia, pero también hacen derivaciones si una persona busca continuar con un tratamiento o si se detecta que el cuadro del paciente reviste gravedad.

Hasta el 22 de agosto, el gobierno había comunicado que desde abril se habían resuelto 489 consultas hechas a los números de salud mental. Soto señaló que ya superaron las 600 asistencias.

«Se ha avanzado muchísimo. Es casi histórico», subrayó la representante del área. Enfatizó que durante la pandemia se hizo hincapié sobre la «injerencia salud mental como transversal».



El equipo no solo asiste a aquellos vecinos que voluntariamente hacen llamados a los dispositivos, sino también a los propios profesionales de la salud que se han visto desgastados en estos meses de arduo trabajo. «Si un médico se infecta a los 10 días ya vuelve a la trinchera; no es fácil. Se dio muchísima importancia al funcionamiento del dispositivo de contención».

Soto explicó que también asisten a los pacientes ambulatorios con covid-19, pues la enfermedad tiene un componente psicológico importante. Contó que se los llama para saber como están y en caso de que alguien lo precise, se profundiza.

Así, ha ido aumentando la demanda del servicio psicológico, pues Neuquén tiene 500 casos diarios en promedio. De todas maneras, la profesional explicó que la demanda a los largo de los meses a ido fluctuando, con un pico en abril, un período de estabilidad y un aumento de la necesidad de asistencia conforme crecían los casos de covid-19.

Remarcó que «los dispositivos están preparados para poder responder», aunque afirmó que es lógico que no se alcance a cubrir en un 100%.



La pandemia dejó al descubierto la importancia de la salud mental. Ante la consulta de RÍO NEGRO acerca de si se pudo borrar el estigma que existe entorno a la asistencia psicológica, Soto contestó: «No sé si se borro, pero se avanzado mucho. Ahora la gente entiende de qué se trata la salud mental. Nos puede atravesar a todos. Se hizo un avance muy grande, en la gente y en las instituciones. Nos dimos cuenta de que la salud puede variar de un día para el otro».

La representante del área enfatizó que la crisis sanitaria afectó a la población en general y develó que todas las personas pueden padecer malestares emocionales y psicológicos. Recalcó que ello no quiere decir que todo el que se encuentre angustiado tenga una patología.

«No son patologías, son reacciones esperables y normales. Lo raro sería que no nos afectara. Pero todos tuvimos que readecuar nuestras vidas y es normal que nos afecte», explicó Soto. Agregó que, por otro lado, con la pandemia las patologías ya diagnosticadas «se pueden endurecer», por lo que necesitan un abordaje para compensarlas.

Señaló que durante los meses de pandemia, recibieron consultas frecuentes por ansiedad, angustia, estrés, dificultades para conciliar el sueño, entre otras. Agregó que también se agudizaron los consumos problemáticos, tal como era de esperarse. «Es natural, lo normal sería que no te afecte», sostuvo.



Los equipos de Salud Mental están compuestos por psiquiatras, psicólogos, trabajadores sociales, acompañantes terapéuticos y profesionales especializados en consumos problemáticos, infancias, entre otras figuras. Soto agregó que además se conformó el cargo de coordinador de zona que articula los equipos, una figura nueva, según afirmó.

«Nos dimos cuenta en todo este tiempo, que la interdisciplina es fundamental. La salud es integral, es transversal, cubre todos los ámbitos, por eso la atención debe ser integral y articulada», remarcó.


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