Neuquén al límite de entrar en circulación comunitaria
El exponencial crecimiento de positivos en la capital neuquina obligó a tomar medidas solo para la ciudad. La ministra de Salud, Andrea Peve, reconoció que analizan el cambio de estatus sanitario. El gobernador Omar Gutiérrez dejó sin efecto las reuniones sociales.
La capital de Neuquén duplicó sus casos de covid-19 en apenas 11 días y obligó a la primera marcha atrás del gobierno provincial, a una semana de que se decretara la etapa de distanciamiento, social, preventivo y obligatorio (Dispo). El gobernador Omar Gutiérrez suspendió -desde ayer y sin plazo de caducidad a la vista- las reuniones de hasta diez personas que había posibilitado la salida del aislamiento, alertado por un acelerado crecimiento de la curva de contagios.
Si bien la estrategia de atención domiciliaria que implementó la provincia mantiene a un 80% de los casos activos con atención ambulatoria, sin ocupar camas hospitalarias, la exigencia para los equipos sanitarios que hacen el seguimiento de los pacientes es cada vez mayor.
“Somos los mismos para un trabajo que aumentó un 400%”, había advertido el domingo la jefa del Sistema Integrado de Emergencias de Neuquén (SIEN), Luciana Ortiz Luna, cuando todavía no se habían sumado los 17 pacientes reportados el lunes.
En el último mes, la capital sumó más de 100 casos y se confirmó como el epicentro del virus en la provincia, aunque todavía mantiene su estatus de transmisión en conglomerado y no de transmisión comunitaria. Los dos grandes brotes que aparecieron este último mes tuvieron origen identificado en Río Negro, donde hay dos departamentos con circulación comunitaria del virus. Se trató del cluster de la subcomisaría de Balsa Las Perlas y el del Policlínico ADOS, ambos con una treintena de casos identificados.
La ministra de Salud, Andrea Peve, anticipó ayer que se está trabajando con Nación para analizar si corresponde mantener el estatus sanitario de Neuquén capital o hacer cambios. “Tenemos casos en investigación para averiguar aún el nexo epidemiológico. Hoy no podemos decir que tenemos transmisión comunitaria pero sí hay situaciones que estamos revisando para ver si hay una circulación incipiente”, afirmó.
El objetivo del gobierno es evitar que comiencen los contagios “de barrio a barrio”, más difíciles de encapsular, y por ello resolvió la suspensión de reuniones sociales a una semana de su habilitación.
“Por la dinámica de la pandemia, se suspenden las reuniones de hasta diez personas hasta tanto descienda la cifra de casos activos de coronavirus en la ciudad de Neuquén”, informó Gutiérrez a través de sus redes sociales y recordó que “esta situación no termina y, mientras dure, debemos respetar los nuevos modos de relacionarnos, mantener la distancia social de dos metros, utilizar el barbijo y extremar las medidas de prevención para cuidarnos”.
El lunes ya había alertado sobre un relajamiento de los cuidados al advertir una baja del consumo de alcohol en gel dentro de las empresas.
La marcha atrás en la etapa del distanciamiento social obligatorio recae, por ahora, en las actividades sociales y retrasa la habilitación de otros sectores que esperaban su turno como los shoppings, las ferias y el turismo. El intendente Mariano Gaido pidió “resguardar las aperturas comerciales logradas”, pues son las que permitieron un primer alivio en la economía frente al parate que significó la cuarentena.
ANÁLISIS: La soledad en la hora de la encrucijada
Llegó el momento de las decisiones más difíciles en Neuquén y aquella foto de inicios de marzo, con un mesa interpoderes que definía la gestión política de la crisis, quedó lejos.
El gobernador Omar Gutiérrez debió informar ayer la primera restricción tras dos meses consecutivos de aperturas y concentró en su figura una medida que motivará el malhumor social.
Los diputados de la oposición, que al inicio de la pandemia reclamaron -y consiguieron- un lugar en el comité de crisis, se fueron corriendo de escena en tanto la estrategia sanitaria de la provincia se mostró efectiva y la curva de casos se acható.
Ahora, con un repunte en los contagios y la disyuntiva de dar marcha atrás o poner a prueba la capacidad del sistema, parecen haberse desentendido del asunto. Gutiérrez quedó solo en el momento de ser más antipático.
Algunos se habrán distraído por su tendencia a mirar la agenda del gobierno nacional, otros habrán sacado cuentas: si no los buscaron cuando había logros por compartir, no estarán ahora para diluir los costos.
Comentarios