Namibia recordó al papa que sufrió un genocidio
Una semana después de que el papa Francisco asegurara en la Plaza San Pedro que el martirio armenio fue “el primer genocidio del siglo XX” y desatara así una fuerte disputa diplomática con Turquía, en África todavía resuenan esas palabras, que despertaron cierto recelo con el pontífice argentino. Así lo contó ayer el historiador británico-nigeriano David Olusoga en una nota en el diario británico “The Guardian” titulada “Estimado papa Francisco: Namibia fue el primer genocidio del siglo XX”, indicó el diario “La Nación”. “La descripción del Papa de la masacre armenia como ‘el primer genocidio del siglo XX’ fue simplemente incorrecta. Esa distinción sombría corresponde al genocidio que la Alemania imperial desató una década antes contra los herero y los namaqua, dos grupos étnicos que vivían en la antigua colonia del África Sudoccidental, en la actual Namibia”, alecciona el historiador, coautor del libro “El Holocausto del Kaiser: el genocidio olvidado de Alemania y las raíces coloniales del nazismo”. Entre 1904 y 1909, los herero y los namaqua intentaron rebelarse contra el poder colonial de Alemania en su tierra, entonces África del Sudoeste Alemán. Pero la represalia del gobierno central alemán, sus soldados y la administración local resultó trágica: murió el 80% de la población de los herero y la mitad de los namaqua. En total murieron unas 90.000 personas. “El genocidio de Namibia (1904-1909) no sólo fue el primer [genocidio] del siglo XX; de muchas maneras, también pareció anticipar los horrores posteriores de un siglo problemático”. Olusoga recuerda que, por ejemplo, en ese genocidio surgió el término, y la práctica, de los campos de concentración, adonde eran trasladados los hereros y namaquas en camiones de transporte de ganado y donde los cuerpos de algunas de las víctimas “fueron sometidos a disecciones y examinaciones pseudocientíficas raciales”. En 2004, Alemania se disculpó con los herero y admitió que lo que el entonces gobierno imperial alemán había hecho a sus antecesores fue un genocidio. (“La Nación”)
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