Nada es completo

FERNANDO BRAVO rionegro@smandes.com.ar

la semana en san martín

Desde el Congreso de la Nación llegan señales equívocas para la actividad turística. Mientras entre los miembros de la Asociación de Agentes de Viajes de San Martín de los Andes hay razones para estar exultantes, entre los empresarios hoteleros hay alarma. Los primeros han ganado por derecho propio la aprobación de un proyecto de ley que les llevó 17 años de gestiones, con gobiernos de distinto signo y similar sordera. La norma faculta a Chubut, Río Negro y Neuquén a otorgar las habilitaciones para los transportes turísticos entre Corcovado y Aluminé, esa franja de fantásticos paisajes conocida como “Corredor de los Lagos Andino Patagónicos”. Cada año, por exceso de celo jurisdiccional y centralismo, los transportistas turísticos regionales tenían que renovar sus habilitaciones ante la Secretaría de Transporte de la Nación, en Buenos Aires. La burocracia se llevaba meses de papeleo y viajes. Sin quererlo, ese penoso periplo invitaba a caer en la clandestinidad (aunque eso no exculpa a los “truchos”). La “Ley de Transporte Receptivo del Corredor de los Lagos” fue impulsada por la cámara, hasta que los parlamentarios del MPN la abrazaron y la llevaron primero a Diputados y luego al Senado. Los legisladores del Frente para la Victoria dieron su apoyo decisivo. Entre otros logros, ahora las famosas “combis” ampliarán la conectividad terrestre entre las tres provincias, y se acabará con el histórico impedimento de acceder al siempre clave aeropuerto de Bariloche. Pero las alegrías no son para todos entre las patronales. En el Congreso de la Nación -entre otras iniciativas sobre el mismo asunto- está próximo para su tratamiento (ya tiene media sanción) un proyecto que reordena los francos de los trabajadores en relación de dependencia, entre los sábados desde las 13 y los domingos hasta las 24. En ese lapso deben tener jornada de descanso, según obliga la propuesta. La mira de los impulsores del proyecto, ligados a la CGT de Moyano, apunta a los millares de asalariados del sector del comercio y, en especial, a las grandes cadenas, pero podría impactar sobre actividades como la hotelería y el turismo en general, compuestas en su mayoría por empresas familiares. Desde luego, no hay en esta columna intención alguna de poner en duda el ganado y remunerado descanso de los trabajadores (ya hay sobrados abusos, prohijados por un decreto de desregulación de la época de la emergencia económica), pero ocurre que el proyecto no distingue entre actividades, algunas de las cuales trabajan con mayor intensidad los fines de semana, precisamente. Piénsese, por caso, en las tradicionales escapadas de “fin de semana largo” para el turismo, escapadas que alienta el propio gobierno nacional con el corrimiento de feriados. En general, la “industria” del esparcimiento hace pie en los fines de semana y feriados. La Federación Hotelera y Gastronómica de la República Argentina estima que habría quebrantos si se modificase el régimen de francos, al dar a la totalidad del personal un día y medio entre las 13 del sábado y todo el domingo, como descanso mínimo en la semana. Según la redacción que trascendió del proyecto, a aquellos que trabajasen en ese lapso, aun cuando fuese por algunos minutos, se les deberían duplicar los haberes correspondientes, y asegurar (como en verdad ya ocurre en la actualidad) un franco equivalente y compensatorio a la semana siguiente. Habría efectos sobre los salarios básicos, adicionales, vacaciones, sueldos complementarios… Existen contactos de las cámaras con diputados y senadores de la región, con el objeto de incluir en la redacción una salvaguarda para actividades como la turística. Pero no se fían. Saben que el empresariado del turismo casi siempre se ha mostrado flaco a la hora de hacer lobby…