Nación quiere una solución con diálogo en el conflicto mapuche de Mascardi
Impulsan una mesa alternativa de resolución de conflictos y así se lo hicieron saber a la Fiscalía Federal de Bariloche. Juez y fiscal fueron al lugar.
Un juez y una fiscal del fuero federal de Bariloche estuvieron ayer en Villa Mascardi para realizar una inspección ocular tras los incidentes violentos de esta semana. Foto: Marcelo Martínez
El gobierno nacional, a través del Instituto de Asuntos Indígenas (INAI) que preside la rionegrina Magdalena Odarda, le reclamó a la Fiscalía Federal de Bariloche que el conflicto mapuche en Villa Mascardi se resuelva en una “mesa alternativa de resolución de conflictos”, una vía que ya se intentó y no tuvo éxito. De hecho, los episodios de violencia como los del jueves pasado son una constante en el lugar.
Ayer el juez federal subrogante de Bariloche Gustavo Zapata y la fiscala Sylvia Little estuvieron en el lugar para realizar una “inspección ocular” del sitio donde el jueves se incendiaron y dañaron propiedades de pobladores de la villa, además de un ataque a funcionarios judiciales de la provincia.
Fueron escoltados por efectivos de la Policía Federal.
El INAI informó ayer que le hizo una presentación ante la Fiscalía “para el abordaje intercultural en el proceso investigativo y convoca a una reunión de la Mesa Alternativa de Resolución de conflictos a la mayor brevedad”.
Desde el gobierno nacional vienen propugnando esa mesa alternativa como la contracara de la política del gobierno de Mauricio Macri, que tampoco surtió efecto y que terminó con la muerte del joven mapuche Rafael Nahuel, de un disparo por la espalda efectuado por un efectivo de Prefectura.
Villa Mascardi es una pequeña población creada a mediados del siglo pasado por Parques Nacionales a instancias de Exequiel Bustillo. La idea era crear frente al lago sitios turísticos como Traful o La Angostura, pero nunca adquirió un mayor desarrollo que el actual.
En 2017 un grupo de mapuches instaló allí una comunidad que bautizó Lafken Winkul Mapu, con el propósito de un regreso espiritual a la tierra.
El noviembre de ese año un intento de desalojo creó una escalada de violencia y la muerte de Nahuel.
Desde entonces, el lugar quedó desprotegido y los pobladores denunciaron vandalismo, agresiones y una enorme incertidumbre. De hecho, RÍO NEGRO volvió ayer al lugar y percibió el mismo temor y hartazgo de los últimos meses.
“Sucedidos los hechos de violencia de los últimos días, el INAI busca mantener la paz social, insta a la apertura al diálogo permanente y peticiona el esclarecimiento de los hechos”, comunicó el organismo.
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