Nación busca garantizar el gasoducto con Cammesa

La licitación para la construcción de la línea a San Nicolás incluirá un compromiso de reserva de volumen por parte de la compañía mayorista del sistema eléctrico. Con esa medida apuntan a agilizar el repago de una obra valuada en 2.000 millones de dólares.

Redacción

Por Redacción

La necesidad de ampliar el sistema de transporte del gas que se extrae de Vaca Muerta y la Cuenca Neuquina es imperiosa, como así también la de generar nuevos mercados que compren ese fluido. Sin embargo la licitación que en pocos días abrirá el gobierno nacional para que una tercera concesionaria construya un gasoducto que una esta zona con el Litoral se enfrenta al gran problema del mercado doméstico: la marcada estacionalidad.

Es por esto que en el hilado fino de la licitación desde el gobierno se tomó la decisión de garantizar una mínima viabilidad del proyecto. O mejor dicho, un mínimo impulso para el repago de una obra que en toda su extensión demandará cerca de 2.000 millones de dólares de inversión.

La solución que desde la Secretaría de Energía de la Nación se encontró al dilema del repago es fijar un compromiso de reserva de volumen para todo el año a través de la Compañía Administradora del Sistema Eléctrico (Cammesa).

La entidad que centraliza el gas destinado a la generación térmica será la que garantizará a la empresa o grupo de empresas que realicen el nuevo gasoducto que contarán con un volumen mínimo de gas comprometido de forma de poder afrontar los largos meses de baja demanda que tiene el mercado doméstico.

Es que en este otoño prácticamente todas las operadoras debieron cerrar producción por falta de demanda y en algunas negociaciones spot se llegó a precios menores a los 2 dólares por millón de BTU, muy por debajo de los mejores break evens.

Hace 30 años que no se construye un gasoducto. El objetivo es adjudicarlo en octubre y que esté listo para 2021”.

Gustavo Lopetegui, secretario de Energía de la Nación.

El propio secretario de Energía de la Nación, Gustavo Lopetegui, reconoció tiempo atrás: “Quién va a hacer un gasoducto que durante ocho meses del año no tenga casi uso”. La indicación es clara pues el conjunto del país registra un pico en la demanda de gas natural entre junio y agosto, pero en los ocho meses restante esa demanda cae pronunciadamente.

La crisis macroeconómica empeoró la estacionalidad del país al reducir primero la demanda domiciliaria por las elevadas tarifas, y luego la demanda industrial a partir de la menor actividad producida por la crisis.

Como complemento de la propuesta que el gobierno cierra en estos días se encuentra la incorporación de fondos para solventar el primer tramo de la obra que, con un costo estimado en 800 millones de dólares. Se trata de la línea que permitiría alimentar una eventual planta licuefactora en la zona de Bahía Blanca.

Fortín de Piedra concentra más de la mitad del shale gas.

El objetivo del gobierno es licitar la obra en los primeros días de julio para adjudicarla en octubre, al calor de la interna electoral. Esto también implica que la empresa ganadora se jugará una bala de plata pues es posible que a la hora de tener que comenzar con su inversión se enfrente a un nuevo gobierno.

Pero más allá de ese escollo en la licitación, desde el mismo gobierno reconocen que el primer tramo del gasoducto recién estaría terminado para el inverno de 2021, es decir que por dos años más no habrá ampliaciones significativas en la capacidad de evacuación.

Con ese panorama por delante desde la Secretaría de Energía ya reconocen que la producción de gas se encamina hacia, cuando menos, una meseta productiva que comenzará a partir de septiembre y se extenderá precisamente hasta la puesta en marcha del nuevo gasoducto que operará la ya bautizada Transportadora Gas del Centro.

En números

28,8
millones de metros cúbicos de gas produjo Vaca Muerta en abril. La producción nacional fue de 132,1 millones.
10%
estima el gobierno que será el declino anual en la producción de gas ya desarrollada.

Para intentar paliar esa situación desde las oficinas que conduce Lopetegui se anticipó que a partir del 15 de septiembre se autorizarán exportaciones de gas ininterrumpibles con el objetivo de incrementar el volumen de los envíos que hoy, en las vísperas del invierno, pisan los 5 millones de metros cúbicos diarios.

La esperanza del gobierno es que, apalancadas por la senda exportadora, las operadoras puedan incrementar la producción de forma tal de reemplazar el declino que se producirá en la producción convencional, estimado en el 10% anual.

Para algunas operadoras el cálculo puede no estar errado pero no por una búsqueda de nuevo gas, sino en realidad por la cantidad de ese hidrocarburo que se estima que se extraerá en forma asociada a la producción de petróleo de Vaca Muerta.


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