Walter Cortés quiere desregular los taxis y abrir la puerta a las aplicaciones en Bariloche
La propuesta quiere generar 100 nuevas licencias, dejar la tarifa a la "libre competencia". La Asociación de Propietarios y el Sindicato de Peones están en contra. También aparecen los primeros rechazos en el Concejo.
El Ejecutivo municipal de Bariloche quiere aplicar drásticos cambios en el servicio de taxis, que incluirían una importante ampliación en el número de licencias, el permiso para funcionar mediante aplicaciones y la desregulación de la tarifa, con libertad para que los prestatarios prescindan del reloj y pacten el precio con el pasajero.
El proyecto ingresó hace pocos días al Concejo Municipal y ya generó las primeras reacciones, ninguna favorable a la propuesta firmada por el intendente Walter Cortés. La Asociación de Propietarios de Taxis de Bariloche le bajó el pulgar de entrada, aunque a algunos concejales les resulta poco creíble que no exista un acuerdo de esa entidad con el gobierno.
El titular de la asociación que representa a los titulares de licencias, Carlos Difranco, aseguró que desconocía la iniciativa. Después de escuchar algunos detalles dijo que “lo que quieren hacer no existe en ninguna parte del mundo”.
El intendente Walter Cortés ya había adelantado semanas atrás su intención de redefinir el servicio de taxis y en campaña habló varias veces de desregulación y de abrir el juego a otros prestadores y otros formatos. La idea del gobierno es quitarle carácter de “servicio público” y así lo deja sentado en el artículo 1 del proyecto de ordenanza. Propone denominarlo simplemente como “servicio de taxi”.
Pero más abajo establece que el tradicional reloj taxímetro a la vista del pasajero “será opcional”, y que el precintado dejará de ser una potestad reservada al municipio para quedar en manos de la Asociación de Propietarios de Taxis, que además tendrá la función de “establecer las tarifas sugeridas del servicio”.
Otra cláusula autoriza a los prestadores a tomar pasajeros no solo por llamadas telefónicas o enlace radial sino “por aplicaciones móviles de transporte”.
La concejal que preside la comisión de Transporte y Servicios, Roxana Ferreyra (Nos Une Río Negro), dijo que el nuevo régimen en los hechos sería “habilitar a los taxis a funcionar como Uber”.
Ferreyra se declaró “sorprendida” por el contenido y le resulta poco creíble que la Asociación no haya estado al tanto. Recordó que esa entidad propuso tiempo atrás la desregulación de tarifas, cuando fueron convocados desde el Concejo para evaluar una regulación para las aplicaciones. “Tendremos que empezar a estudiarlo, desconozco si en algún lado se implementó algo así”, sostuvo la concejal.
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Las motivaciones de los cambios
En los fundamentos del proyecto Cortés señala que para Bariloche es un problema “la marcada estacionalidad, que ocasiona un aumento significativo de la demanda del servicio de traslado de pasajeros en temporada alta, o en días de lluvia, provocando una oferta insuficiente”.
Dijo que desde el Ejecutivo ya tienen dispuesto el otorgamiento de 100 nuevas licencias de taxi (actualmente existen 283) y en forma complementaria consideran “un incentivo económico” para que los prestadores estén “la mayor parte del día haciendo viajes”. La receta que propuso el gobierno es desentenderse de la tarifa. “En una actividad que tiene muchos demandantes (los pasajeros) y muchos oferentes (taxistas y remiseros) el mejor regulador es la libre competencia”, dictaminó el intendente.
Otras críticas
El referente del sindicato de Peones de Taxis Luis Barrales también manifestó su rechazo a la desregulación y puso el acento en el perjuicio para los trabajadores que resultaría de liberar la tarifa. Dijo que hoy por normativa nacional tienen atado su salario al 30% de la recaudación y esa relación quedaría desbaratada si el precio del viaje se pacta libremente.
También sostuvo que el municipio no puede modificar a ese punto el servicio de taxis porque “sería ir contra la ley nacional de Tránsito”. Señaló que el nuevo formato que quieren imponer “no tendría nada que ver con un taxi, sería poner más remises, y ya hay 700 en toda la ciudad”
También se opuso a ampliar masivamente la cantidad de licencia porque “hoy ya hay poco trabajo” y los 50 propietarios de taxis que se agregaron el año pasado “compraron autos nuevos y ya no pueden pagar las cuotas, ni hablar de vivir con ese ingreso”.
Barrales señaló como dato extra que el intendente Cortés es de origen sindical y “si no tiene en cuenta a los trabajadores, es empezar mal”.
La concejal Ferreyra coincidió en que la idea de Cortés “colisiona con la normativa nacional”. Dijo que hoy “el transporte de la ciudad en general está en decadencia” y lo más urgente es regular el trabajo de Uber y otras aplicaciones.
Difranco, de la Asociación de Taxis, dijo que “antes de presentar algo así debieron sentarse a dialogar”. Aseguró que tuvieron contactos con el intendente pero “nunca se habló del tema”.
Señaló que le gustaría conocer “la motivación real” de los cambios propuestos. Según Difranco, para resolver los faltantes de oferta que señala el intendente la Asociación propuso tiempo atrás el otorgamiento de licencias de taxi “temporarias”, que se activarían solo cuando la ciudad está llena de turistas. No fueron escuchados.
“Para salir con un cambio tan rotundo deben haber hablado con gente que sepa, la verdad que me deja helado -apuntó el dirigente-. No le haría bien al municipio quedarse sin un servicio público. El precio libre abriría una disputa que no lleva a ningún lado ¿se imagina una persona pidiendo un taxi en Catedral a las 11 de la noche, cuál sería la tarifa? ¿dónde puede terminar eso?”.
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