Una obra de agua que necesita Bariloche y es “prioridad uno” para la provincia
La captación de agua en el lago Gutiérrez está planificada para dar solución a todos los barrios de Pampa de Huenuleo, que padecen desde hace años la escasez del servicio.
La creciente población en los barrios del alto de Bariloche espera por un mejor servicio de agua. (archivo)
Hasta hace algunos meses la obra destinada a terminar con el déficit de agua potable en los barrios del Alto barilochense ya tenía financiamiento asegurado por parte del Enohsa y en esta época estaría en plena ejecución, porque tenía fecha de licitación para enero de 2024. Pero el cambio de gobierno nacional obligó a archivar esos planes.
Las obras que Nación excluyó y no tienen certeza de continuidad en Río Negro, una por una
El candado que impuso la gestión de Javier Milei sobre sobre la obra pública dejó en suspenso el ambicioso proyecto de captación de agua en el lago Gutiérrez, con sistema de bombeo hacia Pampla de Huenuleo, una nueva cisterna y la red de distribución para miles de hogares, que demanda una inversión de 12 millones de dólares.
Tanto el ministro de Obras Públicas, Alejandro Echarren, como el titular del Departamento Provincial de Aguas, Pedro Sánchez, aseguraron que esa obra Bariloche está tiene categoría de “prioridad uno” para la provincia, en la búsqueda de financiamiento externo.
El ministro explicó que Río Negro tiene presentados diez proyectos ante el Banco de Desarrollo de América Latina y el Caribe (CAF) y que la obra de agua para Bariloche es la que más chances tiene de avanzar, porque ya contaba “con uno de los proyectos ejecutivos más completos”.
Dijo que de resultar aprobada, de inmediato se llamaría a licitación, por un monto estimado en 12 millones de dólares. El foco del gobierno provincial está puesto ahora en demostrar la “necesidad imperiosa” de la obra, dijo Echarren.
Existe confianza en lograr el financiamiento del organismo internacional para el próximo año. El plazo de obra sería de 18 meses, de modo que los barrios comprendidos en el área involucrada (y sus casi 50 mil habitantes) tendrán que pasar al menos dos veranos más con la provisión de agua precaria que tienen hasta hoy, reforzada con algunas obras auxiliares.
Echarren señaló que en la lista de proyectos presentados a la CAF hay algunas obras viales, y “planes directores de agua y cloacas, que fueron acordados en algún momento con Nación”, como los de Roca, El Bolsón, San Antonio Oeste y Sierra Grande, y que también se quedaron sin financiamiento.
Señaló que el punto fuerte de la obra de agua planteada para Bariloche es que está diseñada para brindar “solución definitiva” al suministro de un servicio esencial, que tiene insuficiencia desde hace años.
Un radio muy amplio
Dos de Abril, Unión, 645 Viviendas, El Pilar I y II, El Frutillar, Nahuel Hue, Valle Azul, Cooperativa 258, Nuestras Malvinas, El Maitén y Omega son algunos barrios que serán abastecidos por el nuevo acueducto.
Hoy el servicio les llega desde una antigua toma ubicada sobre el arroyo Ñireco, que en los últimos veranos tuvo una acentuada merma de caudal, más un aporte extra por bombeo desde el lago Nahuel Huapi, con un desnivel de más de 100 metros, que requiere importantes gastos de energía.
Esta última opción, sostuvo Echarren, fue ampliada con una quinta bomba en la planta de captación ubicada sobre el kilómetro 2 de avenida Bustillo. Dijo que la nueva política en la materia incluye la adquisición de bombas de reserva para evitar caídas de caudal y presión cuando se produce algún desperfecto. “Se trata de tener un plan de contingencia, que demanda inversiones grandes y hay que planificarlas, pero está previsto”, aseguró.
El ministro insistió en que por su envergadura la obra de agua desde el Gutiérrez será “la más grande de su tipo en la provincia y la mayor destinada a Bariloche en muchos años”.
Dijo que el plan provincial de obras con recursos propios para el próximo año está en plena elaboración, que las demandas son muchas y que “algunas van a quedar afuera”, pero el objetivo es aplicar las inversiones, porque “la retirada del gobierno nacional ha descalabrado todo”.
El mecanismo de financiamiento
La apelación al financiamiento internacional fue la alternativa más apropiada para la provincia en tren de suplir la caída de los aportes nacionales para la obra pública, pero las condiciones son rigurosas y obligan a presentar proyectos de necesidad demostrada y con máximo detalle.
Pedro Sánchez, superintendente del DPA, explicó que para calificar en el Enohsa nacional y obtener financiamiento bastaba con aportar el proyecto ejecutivo de la obra, “pero ahora la CAF exige también un estudio de impacto ambiental”, que en el proyecto del Gutiérrez está en plena elaboración y va a estar listo en diciembre. También deben aportar un estudio socioeconómico, que se está realizando con personal propio del DPA.
Este último capítulo debe documentar, entre otras cosas, la explosión demográfica que registró el Alto de Bariloche y que justifica la inversión. Además la empresa provincial ARSA, como encargada de administrar la infraestructura una vez inaugurada, debe documentar la viabilidad económico financiera del proyecto.
Al igual que Echarren, el responsable del DPA dijo que la obra de bombeo y distribución de agua desde el lago Gutiérrez es “estratégica” para Bariloche, y está pensada con una proyección que atienda el crecimiento de demanda para los próximos 20 años.
Sánchez dijo que el próximo verano, con las obras paliativas para la zona sur de Bariloche y para el este “no debería faltar agua”, pero solo si los usuarios aseguran un uso racional. “Tiene que haber una valorización del recurso, cuidarlo y hacer más eficientes los sistemas -afirmó-. Habrá que insistir mucho en eso”.
La expectativa de los usuarios
Los problemas derivados de la falta de agua son una pesadilla que arrastran desde hace años los barrios de la Pampa de Huenuleo, donde en algunas temporadas muy secas se repitieron los reclamos colectivos, que llegaron a incluir cortes de ruta.
En parte esas carencias en el servicio se solucionaron con mejoras en la obra de captación del arroyo Ñireco, pero aun así persiste la merma de volumen en los veranos con déficit de precipitaciones. Aunque a veces también ocurren en invierno, cuando hay “derrumbes” que afectan el tramo superior del arroyo, según aseguró la presidente de la junta vecinal de El Pilar II, Margarita Cheirasco.
La dirigente barrial dijo que en su barrio y en otros vecinos deben “seguir insistiendo” para que se realice cuanto antes la obra desde el Gutiérrez porque tienen claro que solo así tendrán agua suficiente y una “solución definitiva”.
Señaló de todos modos que por cantidad de población y ubicación geográfica El Pilar II no es el barrio más afectado por escasez, que “sí se siente mucho en El Frutillar, Nahuel hue y Malvinas”.
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