Una a una las irregularidades de la construcción ilegal junto al Nahuel Huapi en Bariloche
No se trata solo de un incumplimiento, hay muchos, desde la superficie, el avance hacia la línea de ribera y hacia la avenida Bustillo, entre otros.
La obra, en Bustillo 4,400 de Bariloche, comenzó hace un año y fue clausurada en 2022, pero nunca se detuvo. Ahora hay multas. Foto: Chino Leiva
La construcción ilegal que se realiza en la avenida Bustillo 4,400, en el barrio Melipal de Bariloche, acumula una serie de irregularidades, paralizaciones ordenadas y clausuras incumplidas que fueron expuestas ayer en el Concejo Municipal donde el Ejecutivo anunció una inminente denuncia penal.
La obra se comenzó a levantar en marzo del año pasado y en julio fue clausurada por el municipio por una serie de irregularidades, pero continuó su ejecución, según denunciaron vecinos aledaños y pudo constatar ayer este diario.
El propietario es Rodrigo Aguilar, quien no residiría en Bariloche, el representante técnico es el ingeniero Emilio Murguía y la dirección de la obra está a cargo del arquitecto Ricardo Lerchundi, expresidente del Colegio de Arquitectos, según reza el cartel colocado en la parte posterior sobre la avenida Bustillo.
El caso remite de manera inmediata a la construcción sin permiso que el año pasado se realizaba en el complejo Villa Huinid donde un alud generó una tragedia con el saldo de tres muertes. Y también a una serie de obras irregulares que a lo largo de los años fueron denunciadas por ambientalistas y vecinos.
En el cerro Otto hay otro caso similar de construcciones ya consolidadas, con sanciones y clausuras municipales que fueron violadas y todavía se espera una actuación judicial.
Un caso distinto, pero también vinculado con construcciones, se volvió a denunciar esta semana cuando vecinos de las reservas naturales urbanas Laguna El Trébol y Ezquerra- Morenito cuestionaron la autorización municipal para un complejo hotelero 5 estrellas en un predio dentro del área protegida.
Los incumplimientos de la construcción
La obra fue clausurada por la Dirección de Obras Particulares del municipio pero la construcción siguió y ante la desobediencia se infraccionó a los responsables y dio intervención al Juzgado de Faltas, que también dispuso en julio de 2022 la paralización y clausura. Nuevamente fue incumplida.
Según denuncian, el edificio supera los parámetros previstos por la normativa: invade 7 metros la línea de ribera del lago Nahuel Huapi y también avanza 1 metro sobre el retiro obligatorio de la avenida Bustillo.
La obra debe ajustarse a un “área de implantación” máxima de 85 m2 y fue erigida sobre una superficie de 256 m2, en un lote que no supera los 500 metros.
También es irregular respecto de que la superficie construible autorizada en ese terreno es de 137 m2 y con las plantas ya desarrolladas suma 450 m2.
Además, en este espacio se podría autorizar un edificio con no más de 3 departamentos en dos plantas. Pero la obra tiene 4 pisos y entre 9 y 12 departamentos que tendrían un destino comercial.
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