Se levantó la sesión del Concejo de Bariloche en la que se iba a tratar la emergencia

El presidente del Concejo Municipal Gerardo del Río esperó 33 minutos más de la hora convenida y ante la evidencia de que las ausencias serían irreversibles se sentó en su banca, dio la bienvenida a todos y declaró levantada la sesión extraordinaria por falta de quórum.

Lee También

Walter Cortés busca apoyo para declarar una amplia emergencia en Bariloche

El oficialismo cuenta solo con tres concejales y consiguió el acompañamiento de Roxana Ferreyra (Nos Une Río Negro) y Julieta Wallace (Incluyendo Bariloche), quienes no estaban de acuerdo en todo con el proyecto de emergencia económica, financiera, fiscal, de servicios y habitacional, aunque se declararon dispuestas a dar el debate.

Pero para sesionar hacía falta un mínimo de seis concejales, y para aprobar el proyecto sobre tablas eran necesarios ocho votos. Quienes precipitaron el fracaso de la herramienta ideada por el intendente Walter Cortés para empezar a cumplir con su promesa de loteos sociales masivos -además de aliviar la deuda municipal y enfrentar la crisis del transporte- fueron los tres concejales de Juntos Somos Río Negro, además de Leandro Costa Brutten (de Incluyendo Bariloche), Samanta Echenique (Juntos por el Cambio) y Facundo Villalba (Primero Río Negro)

En el recinto del Concejo esperaban definiciones unas 30 personas que aspiran a una solución habitacional, referentes de cooperativas de viviendas, choferes de la empresa de transporte Mi Bus y militantes del sindicato de Comercio, que conduce Cortés, y que concurrieron con banderas y bombos. También se presentaron algunos funcionarios del Ejecutivo, entre ellos el secretario de Turismo Sergio Herrero y el titular de Juntas Vecinales Máximo Calfuquir, quienes se quejaron por el retaceo de apoyos para la emergencia.

Del Río dijo que el oficialismo estaba dispuestos a “trabajar y modificar” el proyecto, y se lamentó por la negativa de sus pares a dar esa discusión. “Esto dilata una herramienta que es fundamental” afirmó.

Luego de la sesión frustrada Del Río dio a entender que no dan la emergencia por perdida e insistirán en los próximos días, o posiblemente ya en el período legislativo ordinario, que comienza el 1 de marzo. Pero admitió que todavía no hay una estrategia trazada y esperaba reunirse con el intendente para definirla.

Una gacetilla posterior del Concejo informó que la sesión extraordinaria había sido “suspendida” por el insuficiente número de concejales presentes y nombró uno por uno a quienes retacearon el quórum.

La emergencia que propuso Cortés habilitaba las compras de directas de insumos para mejorar los servicios y revertir carencias en infraestructura vial, también lo habilitaba a renegociar el contrato de concesión del transporte (aunque con la obligación remitir cualquier nuevo acuerdo para su tratamiento en el Concejo) e incluía un largo capítulo titulado “lo habitacional”, en el que promovía la flexibilización de los parámetros para aprobación de nuevas urbanizaciones privadas y el mecanismo de cesión de lotes para el banco de tierras municipal.

Del Río aclaró que en ningún caso se suspendían facultades del Concejo, que siempre conservaría la última palabra para la aprobación de los emprendimientos inmobiliarios, “y también con obligación de dictamen de la Unidad Coordinadora”, que es el organismo técnico con incumbencia en esa materia.

“El objetivo es acelerar los tiempos y tentar a los desarrolladores para que avancen con lo que hoy está trabado”, explicó.

Esa y otras excepciones a la legislación vigente fueron las que chocaron con el rechazo de los bloques de oposición. Pero del Río insistió en que estaban abiertos a conversar en la búsqueda de los apoyos necesarios. Puso como ejemplo que aceptaron aclarar que solo sería “en pesos” la habilitación al Ejecutivo para tomar nueva deuda, que en principio podía ser en dólares.

Posturas confrontadas

El concejal Leandro Costa Brutten (Incluyendo Bariloche) no estuvo en la sesión pero en la previa fue el que expuso con mayor énfasis su negativa a avalar la emergencia. En diálogo con RÍO NEGRO dijo que otorgar el quórum o no es una herramienta reglamentaria y contar con el número para sesionar, así como los votos para aprobar un proyecto, “es algo que debe garantizar quien lo presenta”.

Dijo que “si bien la emergencia existe” en el municipio, no podían aprobarla en los términos planteados porque “no hay plan de gobierno ni fundamentos”. Dijo que Cortés quiere resolver el problema del transporte con una renegociación del contrato “cuando en campaña habló de un tranvía, que ahora no aparece por ningún lado”. Señaló que no está a favor de otorgarle facultades extraordinarias. “Facultades para qué” se preguntó.

Su compañera de bloque (en lo formal) es Julieta Wallace, con quien tiene crecientes diferencias. Wallace pidió que conste en actas el nombre de los ausentes. Dijo en el intercambio que surgió en la misma mesa, luego de la sesión frustrada, que lamentaba que tantos concejales hayan dejado sus sillas vacías. “El pueblo de Bariloche nos paga para trabajar y no para escondernos debajo de las piedras”, acusó.

Wallace ya fue concejal durante los cuatro años anteriores y recordó que en ese lapso, a pesar de que ejerció una férrea oposición contra el intendente Gennuso, nunca restó quórum a un debate, porque “la democracia funciona de esta manera”.

También señaló como una “incongruencia” que el artículo 1 del proyecto que envió Cortés adhiera a la emergencia dictada en la provincia y el bloque de JSRN se haya negado a darle tratamiento y aprobación. Expresó su “absoluto repudio” de esa conducta.

La concejal Ferreyra remarcó “la irresponsabilidad” del resto de los opositores que no se presentaron. Dijo que estaba dispuesta a “trabajar una emergencia heredada” de la gestión Gennuso y agravada por decisiones del gobierno nacional “que con su ajuste deja a Bariloche sin subsidios”. Insistió en que “uno puede estar de acuerdo o no, pero debe venir acá a dar el debate” y dijo no entender por qué varios de sus pares no se presentaron en la sesión “a decir lo que piensan”, cuando la ciudad de hecho está “atravesada por la emergencia”.