Loteo en un cerro de Bariloche: «No hablamos solo del ambiente sino la seguridad de la gente»

La ambientalista Ana Wieman, de la organización Árbol de Pié, acompañó el reclamo de vecinos del barrio Melipal respecto a un loteo en la ladera norte del cerro Otto, sobre la cota 900, en la zona conocida como Melipal II.

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Vecinos de Bariloche se oponen a un loteo en el cerro Otto y recuerdan la tragedia de Villa Huinid

«No es una montaña sólida, sino una morena sedimentaria. No es una cosa compacta. Por eso, es necesaria la vegetación porque ayuda a sostener el suelo«, recalcó Wieman.

Recordó que una resolución provincial prohibe construir sobre la cota 900. «Pero además, existe un estudio que realizó el Servicio Forestal Andino, junto con Centro de Investigación y Extensión Forestal Andino Patagónico (Ciefap), que analiza la morfología del cerro Otto y establece una serie de restricciones de uso y recomendaciones», mencionó Wieman.

Un estudio del Servicio Geológico Minero (Segemar) también se refiere a los peligros geológicos a determinada altura. «Este sector, que se ubica alrededor del kilómetro 4 en la zona del faldeo (sobre la Avenida Pioneros), experimenta casi todos los años aluviones», advierte ese informe y agrega: «Diversos factores influyen en su ocurrencia, entre los que se cuentan altas pendientes de las cabeceras (más de 30 grados), la deforestación intensa, ocupación de terrenos con altas pendientes y en sectores aledaños a cañadones y una cobertura de la pendientes de material grueso poco consolidado (morénico y aluvio coluvial) que se asienta sobre roca».

El informe del año 2005 menciona que «la ocupación de terrenos poco apropiados es alarmante, llegando incluso, en algunos sectores, a que los loteos incluyan al cauce».

Los vecinos de Melipal manifestaron su temor ante la posibilidad de un nuevo proyecto privado a 1000 metros de altura sobre la ladera norte del cerro Otto. «Podemos hablar de particulares que han comprado de buena fe, pero acá la normativa establece que no se puede construir. Nos preocupa cómo Catastro de provincia y el municipio dicen que sí a un plano de mensura en un lugar donde no se puede hacer nada», cuestionó días atrás Romina Fernández Albor, una vecina de la zona.

Wieman destacó que «el bien jurídicamente protegido es el ambiente. Pero en el caso del cerro Otto no es solo el ambiente sino la seguridad de la gente. Ya vimos lo que pasó en el complejo hotelero Villa Huinid. En ese caso hay una responsabilidad criminal humana porque construyeron a donde sabían que no debían. Terminaron de voltear el bosque que quedaba y cortaron la pendiente. Eso hace perder estabilidad al terreno».

La fragilidad de la ladera del cerro Otto se reitera en otros sectores de Bariloche, como la Barda del Ñireco, al este de la ciudad. En 2004 las intensas lluvias de otoño generaron un deslizamiento de tierra que afectó a varias viviendas. Milagrosamente no hubo víctimas fatales. Cinco años después, el municipio de Bariloche declaró a la Barda del Ñireco como «área de daño temido» y si bien se trasladaron muchas familias al barrio 270 Viviendas, aún quedan varias casas.

«El Departamento Provincial de Aguas hizo un trabajo de contención con gaviones, pero si uno lee el estudio del Segemar no debería haber construcciones en ese lugar. Es una cuenca aluvional y cuando se produce mucho aporte de agua, se inunda. La misma recomendación existe para el arroyo Casa de Piedra», acotó Wieman.

«¿Para qué se contratan estudios que se hacen con seriedad si después no se tienen en cuenta las recomendaciones? -continuó la mujer-. Si hablamos del cerro Catedral, también se desaconseja la urbanización y hasta aumentar la cantidad de pistas. Porque para eso hay que desmontar. ¿Qué pueda ocurrir? No lo sabemos».