Proponen compensar con descuentos a los barilochenses “excluidos” de los beneficios del turismo
Comenzó a debatirse en el Concejo Municipal un proyecto de "tarifa residente" con descuentos en el comercio local. Chamatrópulos señaló hay personas que "sienten que el turismo no les conviene".
En las chocolaterías se aplican descuentos a quienes acrediten domicilio en Bariloche pero buscan por ordenanza hacer extensivo esta modalidad de "tarifa residente". Archivo
La idea extendida de que el turismo derrama beneficios sobre todos los barilochenses fue puesta en discusión por un proyecto de ordenanza que comenzó a ser evaluado hoy por los concejales, destinado a imponer una “tarifa residente” para todas las actividades económicas.
El mecanismo impulsado por el bloque Podemos Bariloche tendría un costo fiscal para el municipio, porque la persona que presente DNI con domicilio local en supermercados, kioscos, zapaterías, farmacias y cualquier otro comercio accedería a un descuento del 10%, que sería estimulado por el Estado con una quita en la tasa de inspección, seguridad e higiene.
El concejal Pablo Chamatrópulos dijo que “es muy fácil de implementar y muy posible de hacer”, lo cual fue puesto en duda por algunos de sus pares.
Chamatrópulos defendió su proyecto en la comisión de Economía, lo presentó como “un concepto”, dijo que el diseño “es mejorable” y propuso discutir el articulado en detalle durante un próximo encuentro, en el que pedirá avanzar con el dictamen.
Aclaró que su primera intención fue impulsar una tarifa diferencial para residentes en el transporte urbano, entendió que había logrado consenso en el Concejo para ese proyecto, y culpó al Ejecutivo municipal por demorar la implementación.
Sobre los precios en general, el concejal hizo notar que existen ya algunos prestadores que conceden descuentos a residentes como las chocolaterías o la concesión del cerro Catedral, pero se trata de productos que consumen “los sectores más pudientes de la comunidad”.
La idea del concejal es establecer un régimen de precios más favorable para los barilochenes en supermercados y otros expendedores de productos básicos, a fin de incluir también a la población de menores recursos.
Puso en duda que todos se alegren y festejen cuando la ciudad se llena de visitantes. “Muchos barilochenses sienten que el turismo no les conviene, porque no consiguen un remise en alta temporada, porque les cuesta cada vez más alquilar una vivienda”, afirmó. Dijo también que el público foráneo les genera “una competencia que les impide acceder a servicios de calidad, y lo que es más grave todos asumen naturalmente que la ciudad es más cara por ser ciudad turística”.
Chamatrópulos dijo que el turismo aporta más del 50% del PBI de Bariloche “pero no ha permitido que todos los ciudadanos se sientan beneficiados” por ese movimiento económico. Por eso propone un “programa” de tarifa residente.
Según su propuesta, la adhesión de los comercios sería “voluntaria”, deberían inscribirse en un registro y a cambio de aplicar el descuento recibirán una rebaja en la tasa TISH equivalente a la mitad del descuentos realizados, con un “techo” del 10% del gravamen.
Chamatrópulos admitió que a su proyecto le falta una estimación del costo fiscal y prometió aportarlo en una futura reunión. Dijo que en el caso del transporte, la propuesta fue avalada por más de 2.000 firmas.
Formalizar la ventaja
Consultado por este medio, el concejal afirmó que “aquel que no tiene un empleo directo asociado al turismo se siente excluido y no le llegan los beneficios”.
Dijo que hoy los comerciantes podrían reconocer igual reconocimientos de ese tipo, sin ordenanza alguna, y unos pocos lo hacen, “así como proponen descuentos por pago en efectivo”. Pero la ordenanza les daría una sistematicidad y un estímulo para que la ventaja para el residente se generalice.
El oficialismo no fijó postura pública todavía. Su representante en la comisión de Economía, el concejal Carlos Sánchez, solo preguntó al autor “si es el momento para un proyecto como este y si tuvo en cuenta que quedan seis meses de gestión”.
La concejal Roxana Ferreyra (Unidad Ciudadana) dijo que estaba de acuerdo en lo central , pero que tenía “muchas dudas sobre cómo podría controlar y fiscalizar” un esquema de tarifas residentes, cuando los comercios “no aplican Precios Justos” y no sufren mayores consecuencias.
El proyecto de Chamatrópulos define que el control estaría a cargo de la Oficina Municipal de Defensa del Usuario y Consumidor, y que los incumplimientos podrán ser denunciados por los propios clientes, con lo cual el comercio perdería el descuento tributario.
El concejal dijo que “hoy muchos en Bariloche sienten que el turismo no les conviene”, pero si comienzan a recibir descuentos, cambiará la mirada. “Si el ciudadano vive el turismo como una oportunidad y no como una maldición va a ser un ciudadano más dispuesto a convivir con el turista. Necesitamos una comunidad dispuesta a ser hospitalaria”, argumentó.
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