Plan Calor en Bariloche: la leña llegará a los beneficiarios, pero hay una millonaria deuda
El municipio anticipará la entrega si continúa el mal tiempo. Compró leña a proveedores de lago Gutiérrez, lago Fonck, El Hoyo y Cholila, además de recibir material de Parques Nacionales. Mantiene una millonaria deuda con los anteriores proveedores.
La nieve y el frío invernal se anticiparon como pocas veces en Bariloche y las miradas convergieron sobre el municipio, que en esta época suele tener en plena gestación el operativo de distribución de leña, destinado a unas cuatro mil familias de la ciudad, impedidas de calefaccionarse por otro medio.
El secretario de Acción Social, Fabián Zúñiga, desacreditó los vaticinios de que esta vez no cumplirían con el plan Calor en el volumen habitual y en las fechas que esperan los beneficiarios. Dijo que “en principio el reparto se iba a iniciar en la semana del 20 de mayo, pero si el clima sigue así podría empezar antes”.
Para demostrarlo exhibió el último jueves la montaña de leña que ya tiene acopiada el equipo a su cargo en un galpón de la la Delegación Sur, donde a diario llegan los camiones con la provisión del combustible vegetal comprado a proveedores de lago Gutiérrez, lago Fonck, El Hoyo y Cholila, entre otros puntos.
También hay material aportado por Parques Nacionales, proveniente de la limpieza realizada en Traful para la pavimentación de la Ruta 65.
El rumbo tomado en este tema por el nuevo gobierno municipal trajo rispideces con los anteriores proveedores, que reclaman una cuantiosa deuda. Y generó también un perjuicio indirecto sobre el complejo foresto industrial barilochense, que después de varios años dejó de realizar el raleo y limpieza de los cultivos de pino por la caída del contrato con el municipio.
El subsecretario de Acción Social Alberto Sandoval es quien está a cargo del operativo, que ya lleva acopiados más de 2.000 metros cúbicos de leña. Señaló que en su mayoría se trata de coihue, ñire, sauce, también hay algo de radal y ciprés, otras especies autóctonas, de mejor poder calórico que el pino, con el cual asistía el municipio hasta el año pasado.
Durante la gestión anterior el plan Calor se sustentó mediante un convenio con la comisión Foresto Industrial, que agrupa a los productores de coníferas con plantaciones en los alrededores de la ciudad, que aportaban el material resultante de sus podas y realeos, necesarios además para lograr madera de mejor calidad.
“El cambio que aplicamos es para lograr mejores precios y también porque no queremos dar tanto pino, es lo que pedía la gente”, dijo Zúñiga. El municipio asegura tener todo listo. Pero ajustar la organización y cerrar los acuerdos con proveedores no le resultó sencillo.
Zúñiga aseguró que realizaron compras directas enmarcadas en la emergencia económica y que además de la ayuda para los destinatarios de la leña, el plan representa “un beneficio para muchos pequeños productores, que antes le vendían a la forestal y ahora le venden directamente al municipio”.
El plan Calor demanda un amplio despliegue de recursos, una inversión que supera los 120 millones de pesos solo en leña (sin gastos de flete) y también abundante personal.
Zúñiga dijo que es un desafío importante para su área y admitió que los tiempos son estrechos, pero piensan llegar con todo organizado para el 20 de mayo, con la intermediación de las juntas vecinales, que colaboran en la confección del listado de solicitantes.
El antecesor de Zúñiga en la secretaría de Desarrollo Humano y actual concejal, Juan Pablo Ferrari, puso en duda que el plan Calor cumpla esta vez con las expectativas. Señaló que la Foresto Industrial garantizaba leña trozada y transportada con cuadrillas y vehículos propios a cada barrio. A su entender, el municipio no cuenta con esa capacidad. Pero Zúñiga lo desmintió. Dijo que los camiones de las delegaciones estarán a disposición y no se saldrán del cronograma.
Una deuda que no es prioridad
La nueva gestión municipal decidió dar por terminado el vínculo con la comisión Foresto Industrial, cuyo referente Gerardo Waidelich dijo que les adeudan dos cuotas del año anterior, cifradas en unos 70 millones de pesos y que “no hubo pagos y tampoco ningún acercamiento” desde que asumió el intendente Walter Cortés. “Dicen que no hay plata, que es caro”, completó.
Zúñiga reconoció la ruptura, dijo que el costo para el municipio era inconveniente “porque se trataba de un contrato ajustado por el precio del combustible” y sobre la deuda se desentendió. Dijo que pasó el expediente a Hacienda y si el proveedor todavía no cobró es porque “le habrán dado prioridad a otras cosas”.
Aseguró que la provisión para este año está garantizada, que será leña seca y “mejor que el pino” y que el municipio ahorró dinero al conseguir precios más convenientes. Según Waidelich es un producto “sin certificado de origen”.
Calidad y precios
Los operadores actuales del plan Calor insistieron en que este año decidieron descartar el pino como insumo principal y fueron en busca de otras especies “a pedido de la gente”, porque la conífera ensucia demasiado las estufas y chimeneas.
Ese supuesto fue desmentido por Waidelich. Dijo que el pino “si está seco es bueno” como combustible para calefaccionar y no causa ningún perjuicio.
Sobre el precio de la leña, hubo discordancias entre los datos de uno y otro. Waidelich dijo que hoy los productores agrupados en la Foresto Industrial están en condiciones de vender el metro cúbico de pino a 22.300 pesos, sin flete.
Pero Zúñiga estimó que comprar ese material a particulares le hubiera costado al municipio “entre 32.000 y 34.000 pesos el metro”. Y lograron cerrar acuerdos convenientes por 21.000 pesos, con flete propio, y por una leña “que es mejor que el pino”.
Refirió que el reparto se hará en rollizos de hasta un metro para los beneficiarios en general y de 30 centímetros “para los adultos mayores y madres solas”, que no tienen capacidad para trozarla por su cuenta.
Vínculo roto y litigio irresuelto
La caída del contrato que mantuvieron desde hace casi una década el municipio con la comisión Foresto Industrial no fue en buenos términos, porque quedó de por medio una deuda millonaria. El referente de la comisión Gerardo Waidelich dijo que iniciaron contactos con Cortés y su equipo “desde antes que asuma”, en diciembre pasado. Pero hasta hoy no avanzaron en acuerdo alguno.
Reivindicó el trabajo realizado durante años por la Foresto Industrial en convenio con el municipio, que permitió cumplir con el raleo periódico y regular de “unas 200 hectáreas” de coníferas en plena producción. Como cobraban en cuotas a lo largo de todo el año, esos ingresos les permitían contratar las cuadrillas en contra temporada para realizar la poda, el secado y acondicionamiento de la leña para el invierno siguiente.
Waidelich dijo que ese circuito se interrumpió y esta temporada no hubo raleo en los cultivos de pino, lo cual conspira contra la calidad del producto final, y también aumenta el riesgo de incendios.
Ferrari había señalado que ese mecanismo de colaboración mutua “iba mucho más allá del plan Calor”, porque además de garantizar la leña para asistir a las familias de bajos recursos apuntalaba una actividad productiva importante para Bariloche y “generaba trabajo local”. Subrayó que si ahora la leña se compra afuera ese beneficio se pierde.
El subsecretario Sandoval lo negó y dijo que el municipio este año “le compra a pequeños productores y cooperativas de trabajo”, complementados por unos 20 empleados municipales que se ocupan del acopio y el reparto.
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