Luego del revés en la Corte, Walter Cortés ya trabaja en una nueva tasa al turista en Bariloche

Hace un par de semanas el máximo tribunal dictó la inconstitucionalidad del gravamen creado por el exintendente Gustavo Gennuso, que permite al municipio recaudar más de 1.400 millones de pesos al año. Ahora el municipio estudia una fórmula para darle continuidad.

El intendente Walter Cortés no se demoró en reaccionar ante el fallo de la Corte Suprema de Justicia que volteó la tasa al turista aplicada en Bariloche desde hace siete años y ya encargó la gestación de una nuevo proyecto, que buscará absorber las objeciones juridicas y mantener con vida ese gravamen.

Todavía es incierto cuándo se tornará de aplicación efectiva la sentencia que declaró la inconstitucionalidad de la tasa creada por el exintendente Gustavo Gennuso, que grava los pernoctes turísticos y se invirtió hasta ahora en obras de infraestructura como la mejora de paseos públicos, la construcción de bicisendas, un skatepark, miradores, veredas y mejoras de alumbrado, entre otras.

En el gobierno aseguran que el bloqueo del cobro no será inmediato porque la decisiones de la Corte carecen de efecto imperativo y lo que hizo en realidad el fallo es ordenar al STJ rionegrino que dicte un nuevo pronunciamiento con la doctrina que delinearon por unanimidad los cuatro jueces superiores.

Pero Cortés quiere evitar cualquier bache recaudatorio y por eso buscará instrumentar los cambios exigidos antes que la Justicia obligue a eliminar el cobro.

La tasa tenía para este año una previsión de ingresos por 1.416 millones de pesos y hasta mayo llevaba recaudados 399 millones. Una larga lista de proyectos esperan turno para nutrirse de ese presupuesto, entre ellos la pintura exterior a nuevo del puerto San Carlos, la nueva iluminación del Centro Cívico, obras complementarias en el “Paseo del Sur” y el embellecimiento del “parque de la Usina”, en inmediciones de puerto Moreno.

El abogado Martín Domínguez -asesor del Ejecutivo- es quien tiene la misión de rediseñar la tasa. Dijo que el trabajo ya está avanzado, en plena etapa de consultas y con la meta de enviarlo al Concejo “en el corto plazo”.

Defini{ó que el objetivo excluyente que se fijaron es que el tributo sobreviva y para eso lo van a reconvertir con añadidos que se ajusten a los puntos impugnados por la Corte.

Señaló por ejemplo que buscarán las obras a ejecutar con ese fondo serán acotadas para que funcionen como “una contraprestación directa al turista” y en ningún caso se pueda confundir la tasa con un impuesto. Además tienen previsto incluir beneficios para los visitantes a cambio del pago que se les exige a la hora de alojarse. “Podrían ser por ejemplo horas libres de estacionamiento o el ingreso gratuito al parque municipal Llao Llao”, adelantó Domínguez.

“Va a haber más cambios, pero lo esencial es eso”, afirmó el abogado. En estos días trabaja en el tema un “equipo” a su cargo, que ya inició una ronda de consultas con concejales de la oposición y con especialistas y consultores de las cámaras empresarias.

Lo primero resulta indispensable porque el intendente Cortés solo tiene tres concejales afines y necesita ocho votos para efectuar cualquier cambio de tipo tributario. Y la búsqueda del consenso con los prestadores turísticos también es decisiva, porque justamente la resistencia surgida allí fue lo que terminó por sellar la suerte de la tasa.

Un desenlace inesperado

Desde que el exintendente Gennuso creó la imposición al turista, las cámaras hoteleras manifestaron su oposición, con el argumento de que Bariloche quedaba en desventaja competitiva con otros destinos que no la cobran. Eso en parte se modificó porque Las Grutas también incorporó una tasa con el mismo formato y hay otras ciudades que aspiran a copiarlo.

El empresario Santiago Cantaluppi -titular de un complejo de cabañas- fue quien encabezó la arremetida judicial contra el gravamen y en 2021 fracasó en el primer intento, porque el STJ le dio la razón al municipio. Pero decidió no ceder en la demanda y recurrió en queja ante la Corte, donde logró una primera señal favorable el año pasado cuando la fiscalía ante ese tribunal le dio la razón. Hasta que hace un par de semanas, con sus tiempos, la Corte Suprema acogió su planteo y terminó por desbaratar el instrumento tributario ideado en Bariloche.

Los jueces anotaron entre otros puntos inaceptables que la llamada “ecotasa” en realidad sirvió para ejecutar obras que “predominantenemente” aprovechan los barilochenses durante todo el año, aunque las paguen los turistas.

La Corte señaló también que declarar en forma genérica que los fondos son aplicados a “todo servicio turístico” conspira contra la legalidad porque “exacerba el nivel de indeterminación normativa y genera confusión respecto de los sujetos obligados”.

Consideró además que la degradación ambiental que provoca el turismo (y fue invocada en forma algo forzada para bautizar la “ecotasa”) “no puede derivar en la creación de un tributo con el nivel de imprecisión y vaguedad como el que se analiza”.

Tres noches

Por otro lado, con algo de ironía, cuestionó que la tasa se cobre a cada turista solo por las primeras tres noches de alojamiento, aunque la estadía se extienda cuatro jornadas o más. El fallo dijo que esa regla “carece de lógica” y se preguntó “si debería entenderse que después del tercer día el visitante deja de degradar el ambiente”.

En los valores actuales, la tasa para el pasajero que se hospeda en un hotel de cinco estrellas alcanza los 2.300 pesos por día. El monto se reduce en paralelo con la categoría del alojamiento. Para un departamento turístico es de 354 pesos.

El asesor Domínguez dijo que el pedido del intendente Cortés es que definan los cambios necesarios y tengan en cuenta cada una de las críticas expuestas por la Corte.

De cara a la temporada alta de invierno el abogado dijo que la tasa hoy “está vigente y aplicable”, pero no quieren demorar mucho más con el rediseño porque su desaparición “es cuestión de poco tiempo”.

Aunque la tasa fue impuesta y defendida por Gennuso, el nuevo gobierno asumió su defensa incondicional y la considera una herramienta clave para la gestión. “Los años han demostrado que fue efectiva, y que el dinero no se usa en otra cosa”, dijo Domínguez. El plan de obras es definido en una mesa a la que se sientan los mismos empresarios.

Dio por seguro también que la tasa tendrá además “un cambio de nombre”, porque el disfraz ecológico fue una de los aspectos sobre los que apuntó la Corte. Dijo que la nueva denominación “todavía no está definida”.

Impacto y costos

Domínguez justificó desde lo conceptual la continuidad de la tasa al señalar que “el impacto cero en el turismo no existe, eso es innegable” y se puede cuantificar, por ejemplo, cómo genera sobrecostos “en la recolección de residuos, el saneamiento y la provisión de energía”.

Pero la Corte Suprema añadió un párrafo que en parte refuta ese argumento al subrayar que “las ciudades turísticas tienen como compensación por el mayor gasto que significa la afluencia de visitantes la obtención de beneficios económicos que ese fenómeno produce, tanto para los vecinos de manera directa (actividad de gastronomía, hotelería, comercio en general) como para el municipio de manera indirecta (mayor recaudación de tributos derivada de la actividad turística)”.

El asesor de Cortés y responsable de elaborar el proyecto de nueva tasa no dijo cómo la adecuarán a otra de las prescripciones de los jueces que cuestionó la precisión y ecuanimidad en el cobro, al sostener que no debería estar atado al alojamiento turístico.

Observaron en el fallo que gravar los pernoctes en hoteles, cabañas y campings y otros establecimientos habilitados es injusto porque “no toda persona que se aloja (en esos sitios) es un visitante, y no todo turista se hospeda en dichos ámbitos, pudiendo hacerlo en la morada de un amigo o familiar”, con lo cual quedan eximidos de tributar. Lo mismo pasa con los miles de visitantes que contratan alojamiento por internet al margen del circuito oficial.


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