Las vecinas de La Sirena están cansadas de convivir con los líquidos cloacales

La calle Saavedra, en el sector de La Sirena, está colapsada de líquidos cloacales. Los autos la transitan a altas velocidades, el agua fétida salpica para todos lados como si fuera de lluvia y el olor nauseabundo no cesa. Hace más de un año que las y los vecinos conviven con los líquidos que emergen de la cañería colectora y ni la municipalidad ni el EPAS les dieron una solución a los desbordes.

Según explicaron las frentistas, desde el 2016 que el sector está colapsado. Pero el año pasado comenzó una obra para solucionar los continuos desbordes y por problemas entre la contratista y el EPAS, la empresa se fue y los trabajos quedaron a medias, sin finalizar.

La descripción de las vecinas indica que además, las calles como Luis Beltrán y El Petróleo, que fueron parte de los arreglos para mejorar el sistema cloacal, quedaron en malas condiciones. «Se volvió a pavimentar en la zona de los arreglos, pero en el resto del tramo, dejaron todo destruído», se indicó.

Un grupo autoconvocado de familias del barrio realizaron la semana pasada una caminata por La Sirena informando a las y los vecinos de la falta de respuestas de las autoridades en distintos niveles, tras lo cual acudieron a la Defensoría del Pueblo de la ciudad. El objetivo es que cese el vertido cloacal en el barrio, finalicen los trabajos y se arreglen las calles rotas por los trabajos de reparación.

«El mal olor entra por todos lados, estamos a la espera de ver qué soluciones nos van a dar. Sabemos que la Defensoría llamó al EPAS, ahora estamos a la espera de ver qué respuestas tienen para nosotros y qué soluciones nos van a dar», dijo María Marta, una de las vecinas autoconvocadas.
Según agregaron, además de la problemática de las aguas servidas permanentes en el sector, los bulevares quedaron en malas condiciones y varias arterias quedaron con una pavimentación defectuosa.