La emergencia económica en Bariloche tiene los días contados
El próximo 5 de septiembre caduca la emergencia económica. Cortés quiere un año más, pero dejó vencer el plazo para presentar informes y la justificación de la prórroga. Los concejales opositores señalaron ese destrato y no están dispuesto a darle los votos.
La recaudación de tasas se mantiene en niveles aceptables, pero el municipio necesita extender la emergencia, asegura el gobierno. (archivo)
La ordenanza de emergencia económica, financiera y de servicios que aprobó el Concejo Municipal en febrero y que el intendente Cortés empleó para postergar el pago de deuda e invertir cientos de millones de pesos en compras directas caduca el próximo 5 de septiembre y los bloques opositores se mostraron decididos a bloquear cualquier intento de prórroga.
Los concejales ya le habían marcado la cancha en febrero al gobierno del partido PUL, que en el Deliberante tiene una minoría de solo tres bancas sobre un total de once. Aquella vez la pretensión del Ejecutivo era la de obtener una emergencia económica por un año y renovable por simple resolución. Pero le impusieron un plazo acotado de seis meses, con la obligación para el intendente Cortés (si quería la prórroga) de presentar un informe y justificación 30 días antes del vencimiento.
Ese informe nunca llegó y los bloques opositores lo tomaron como una señal de desinterés y el intendente generó un clima adverso que le costará remontar.
La presidente del bloque de Juntos Somos Río Negro, Natalia Almonacid, dijo que si hace unos meses -y luego de varias correcciones- aprobaron la emergencia de Cortés fue porque “el gobierno necesitaba ese tipo de herramienta para empezar”, pero corrido el tiempo y a la vista de los resultados, la predisposición sería ahora muy distinta.
Esto a pesar de que Cortés dijo el martes pasado que aspiraba a lograr la extensión de la emergencia por un año y llegó a afirmar que de otro modo las deudas y los juicios perdidos pondrían al municipio en serios problemas, al punto de correr riesgo el pago de sueldos.
Esa presión no cayó nada bien en el Deliberante, donde necesita ocho votos y está lejos hoy de lograr ese consenso.
Almonacid insistió en que si quiere la prórroga debió enviar un informe detallado y una justificación, pero hasta hoy los concejales no lo tienen. Y los plazos vencieron.
“”No encuentro mucho argumento para entender por qué se manejaron así, si para ellos es prioridad -afirmó-. La emergencia económica es una cosa compleja y necesita mayoría agravada”.
También el concejal Facundo Villalba (Primero Río Negro) se declaró en contra de aprobar una nueva declaración de emergencia, porque el Ejecutivo no cumplió con las obligaciones impuestas en la ordenanza e incurrió en “gastos descontrolados”.
Almonacid dijo que al actual gobierno se le concedieron más permisos que a ningún otro, como un presupuesto con aumento de tasas automático por inflación, lo cual permitió lograr “buenos índices de recaudación”. También lo habilitaron a emitir bonos de deuda para pagarle a los proveedores, pero a punto de vencerse la ordenanza “no generaron un solo bono y se les está por caer”.
Apuntó además que la deuda tiene menos gravedad que la señalada en un principio cuando el Concejo toleró la falta de precisiones porque el gobierno recién comenzaba. Según Almonacid, cuyo partido gobernó hasta diciembre, “habían hablado de una deuda exigible de 5.000 millones de pesos, pero resulta que ahora el listado que mandan, con el aval del Tribunal de Contralor, es solo por 1.200 millones” lo cual, a su entender, no es suficiente para poner en crisis al municipio.
Más rechazo
Para el concejal Villalba “la emergencia económica es imposible de votar otra vez”, porque el Ejecutivo incumplió con la entrega del informe obligatorio y también porque la comisión mixta creada para realizar un seguimiento de los gastos recién se reunió por primera vez el último viernes, cinco meses después de sancionada la ordenanza.
“Demostraron que no están capacitados para manejar fondos en una etapa como esta. Si querían prorrogarla, tenían que presentar un informe 30 días antes de que venza, explicando las razones y los números q la justifiquen. Se olvidaron de presentarlo”, criticó el concejal.
Consideró además que el gasto municipal fue desmesurado para un contexto de crisis. “Yo no voy a avalar la posibilidad que haya desmanejos con el dinero de los barilochenses”, afirmó.
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